sábado, 2 de julio de 2011

CAPÍTULO 31 - UN PEQUEÑO TIRÓN





Jessica entró en la habitación, el se echó a llorar al verla entrar.
- Jessi, por favor. Por lo que mas quieras. Quítame este maldito artilugio. Ya no lo soporto mas. Por favor. Por favor..
- Trata de calmarte o te será peor. - Dijo mientras le daba un pequeño tirón a los pesos.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor.
- Lo siento, Jessi. No quería molestarte. Para, por favor. Por favor. - Dijo sollozando.
- Deja de llorar de una vez. Así solo empeoras las cosas. - Dijo mientras daba un fuerte tirón a los pesos.
- Ahhhhhhhhhhhhhhh. - chilló de dolor antes de perder el sentido.
- Eres demasiado blandito y eso no puede ser. No me dejas otra opción posible.
- Jessi, me estás asustando. ¿Que piensas hacerme?. - Dijo entre lloros.
- Te juro que intenté por todos los medios no molestarte. Siento haberlo hecho, perdóname por favor.
- Sea lo que sea que hayas pensado no necesitas hacerlo, por favor. - Suplicó con los ojos anegados de lágrimas.
- ¿Tienes hambre?. - Preguntó sonriente.
- Jessi, por Dios, no lo hagas. Por favor. - Suplicó aun mas asustado.
- ¿Se puede saber que te ocurre?. - Dijo mientras rozaba los pesos con la mano y sonreía.
- Nada, Jessi. Perdona. Todo está bien. - Dijo cabizbajo.
- El problema es que aunque te diese comida, no podrías digerirla.. - Dijo mientras acariciaba su maltrecho estómago.
- No hace falta que te molestes por mi, de verás, Jessi. Estoy bien así.
- No. Necesitas estar un poco mas fuerte. - Dijo mientras sacaba del cajón de la mesita de noche una ahuja de palomilla y se la clavaba en el brazo, tras buscar una vena de buena calidad.
El sollozó asustado mientras veía bajar poco a poco el líquido gotita a a gotita.
- Jessi, por favor. ¿Podrías, por favor, decirme que es lo que contiene el líquido que hay sobre mi cabeza?. - Dijo mientras miraba con aprensión el frasco que colgaba sobre la cama.
- No es algo de lo que debas preocuparte. Deberías prestar mas atención a tus piernas e intentar ayudar a la fuerza de la gravedad. No voy a esperar eternamente, como en unas horas no estén en la posición que busco, me veré obligada a moverlas de forma mucho mas drástica.
- Jessi.. Por favor, no me asustes mas. Díme algo, lo que sea. Tan solo quiero saberlo.
- ¿Que es lo que quieres saber?. Y piensa bien la pregunta, porque solo te contestaré a una.
- Dios mío, Jessi. ¿Porque tienes que ponerme las cosas siempre tan difíciles.?. Esta no es la pregunta, perdóname.. Me cuesta trabajo concentrarme, dame un par de minutos. Estaba pensando en voz alta, pero ahora mismo me centro.
- A estas alturas, no se que preguntarte.. Quizás sobre el maldito artilugio que no me da ni un maldito segundo de respiro. Quizás sobre el suero o lo que quiera que contenga que entra sin cesar en mis venas. O quizás sobre como piensas terminar conmigo.. Es muy difícil elegir una sola pregunta. - Dijo con lágrimas en los ojos.
- Por eso te preguntaré algo en lo que me gustaría que fueses absolutamente sincera conmigo. En lo que creo que no te molestará contestarme o quizás si, pero necesito saberlo.
- Adelante, pregunta.
- Jessi. ¿Sientes aún algo por mí?. O si esa pregunta es demasiado personal como para que me la respondas, contéstame a esta otra: ¿En que piensas cuando me ves?.  Te parecerá una tontería y probablemente lo sea, pero no puedo irme sin saberlo. Necesito saber si todo ese sufrimiento no ha sido inútil. Si todo esto ha tenido algún propósito. Si ha significado algo para ti.
- ¿Quieres la verdad?. ¿Estás absolutamente seguro de que podrás resistirla?.
- Si, Jessi. Por dura que sea, preferiría saber la verdad. - Dijo cabizbajo.
- Cada vez que te veo, pienso en que lo mas humanitario habría sido, usar una almohada cuando el veneno había fallado y estabas inconsciente. Eso te hubiese ahorrado muchos sufrimientos innecesarios y yo no hubiese llegado tan lejos. El problema está en que he descubierto una parte de mi que no sabía que existía y lo mejor de todo es que me gusta y se que no renunciaré a ella. Lo cual me deja en una difícil posición.
- Bueno, ya he contestado a tu pregunta. Veamos que tal van esas medidas.
- Jessi, por favor. Si ya estoy encadenado y en nada te puedo molestar. ¿Que importancia tiene que estén mas abiertas o menos?. Por favor. Por lo que mas quieras. Quitame ese condenado artilugio. Por favor. - Suplicó asustado.
- Aun no es suficiente. Y no tengo tiempo que perder. - Dijo mientras añadía otro peso a cada cadena.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló fuera de si.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló aun mas, mientras intentaba quedarse inconsciente.
- Jessi, por Dios.. No aguanto mas. Por favor. Por favor.. Por lo que mas quieras. Quitame esto. Por favor, Jessi. - Sollozó aterrado.
- Calmate y trata de no moverte, deja trabajar a los pesos. ¿O quizás prefieres que de un par de tirones y lo haga?.
- Siento molestarte, Jessi. Pero no puedo mas, me duele mucho. Ten un poco de consideración conmigo. Por favor, Jessi. Por favor. - Dijo entre sollozos.
- Intenta comportarte. Gimoteas sin parar. ¿Es esa la imagen que que quieres dar a todos?. ¿Así es como quieres que te recuerden?.
- ¿Quién?. ¿Quién me recordará?. No creo que nadie que me conozca aguante viendo esto mas de cinco minutos sin que se le revuelvan las tripas. Por poco que me aprecien. ¿Quién tendría estómago de ver esto?.
- Que te conozcan ni idea. Pero hay mas de diez mil personas viendo el streaming, y eso que son las cinco de la mañana. Entre tantos, perfectamente podría estar alguno de tus conocidos.
- No digas eso, Jessi. Por favor. Prefiero pensar que todos ellos son íntegros.
- No me lo puedo creer, mas de diez mil personas ven lo que estás haciendo conmigo y ni uno solo de ellos tiene el valor suficiente como para denunciar lo que está sucediendo.
- Dios.. Es monstruoso.. Yo creía que esto tan solo lo estaba viendo un grupo muy reducido de personas.
- Pues no, de reducido no tiene nada en absoluto. Jamás pensé que fuese a funcionar tan bien un streaming. He sacado siquiera en la primera hora, mas del doble de lo que he invertido..
- Y yo como un pobre iluso pretendiendo comprar mi libertad o siquiera mi vida.. Nunca se me pasó por la cabeza que tuviese un valor incalculable. Nunca pensé que yo fuese tan valioso para nadie..
- Si funciona así debes de saber exactamente quién se conecta y durante cuanto tiempo, verdad?. O al menos conocer su localidad, ¿no?. - Dijo preocupado
- En efecto, cada vez que se conectan todo queda registrado. ¿No creerás que es un streaming gratuito, verdad?.
- Pero.. ¿Me ven tal cual estoy o has difuminado mi rostro?.
- Depende de lo que hayan pagado.. No existe una única tarifa..
- Basta de detalles técnicos. De nada te servirá conocerlos, los acontecimientos seguirán su curso de todos modos.
- Y ahora procura no moverte. No me gustaría que te cayeses y te hicieses daño. - Dijo sonriendo.
- No haré nada, Jessi. No te preocupes.
¿Que creerá que puedo hacer?. Si estoy encadenado.. ¿Acaso creé que las cadenas se soltarán mágicamente y que yo, con lo bien que me encuentro y lo sano que estoy puedo coger y echar a correr sin mirar atrás.. Dios.. Cuanto me gustaría que eso fuese posible. Pero no.. Lo único que podía hacer era imaginar que estaba muy lejos de aquí y que esto no era mas que una lejana y terrible pesadilla.
Pero ni siquiera puedo ya hacer eso. ¿Como imaginar que nada de esto está sucediendo si el dolor es constante?. Ni siquiera puedo tener un triste segundo de tranquilidad. Ya da igual que esté aquí o no, sus artilugios hacen su trabajo mientras ella se decide a volver..
Y cuando por fin vuelve, maldigo mi suerte y deseo que se tenga que ir a hacer lo que sea.
Y aún se burla de mi y me dice que no me mueva.. Claro, Jessi, puedo coger e ir a dar una vuelta.. Después seguimos. ¿Te parece bien?. Eso debería de decirle, pero no puedo. Hace tiempo que perdí el poco valor que me quedaba. ¿Que sentido tendría tratar de oponerme si nada puedo conseguir?.
De pronto la cama comenzó a inclinarse hacia atrás, su cabeza cada vez estaba mas abajo, hasta casi quedar vertical y a escasos centímetros del suelo, mientras que sus piernas permanecían en la misma postura que estaban antes.
- Dios mío, Jessi. Has pensado en todo.. Ni siquiera estoy sobre una cama normal. Tienes una cama articulada.. - Dijo preocupado.
- Dios.. Dios.. Dios.. Ha debido de llevarte meses prepararlo todo y reunir todo este material.. Dios mío, Jessi. - Dijo asustado mientras palidecía.
- Veamos que tal están tus piernas. - Dijo mientras daba un pequeño tirón de las cadenas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor, mientras la miraba aterrado.
- Jessi, por favor.. - Dijo casi sin aliento mientras contraía el rostro en una gran mueca de dolor.
- Trata de aguantar un rato mas o lo haré con el bisturí.
- No, por favor. No lo hagas. Nooooooooooooooooooooooooooo. - Chilló aterrado.
- Cálmate, apenas si te estoy tocando. - Dijo mientras daba un fuerte tirón y le destrozaba el músculo derecho.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló con todas sus fuerzas mientras golpeaba su cabeza contra la almohada frenético.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Lloraba de dolor sin poderse contener.
Chillaba y sollozaba una y otra vez sin dejar de temblar.
- Jessi, Dios mío.. ¿Que me has hecho?. - Dijo sin poder dejar de sollozar.
- Calmate o será peor para ti. - Dijo mientras le miraba seria.
- Jessi, por favor.. Por lo que mas quieras, para aunque solo sea un par de minutos. Por favor.
Jessica cogió una pequeña tablilla y la colocó presionando su dolorido muslo, para obligarle a mantener la postura recién conseguida.
El lloraba y chillaba una y otra vez mientras miraba su maltrecha pierna.
- Ves, ya está hecho y apenas si lo has notado.
- Jessi. - Dijo sollozando en un hilo de voz.
- Dime que ya has terminado, por favor. Dime que la dejarás tal cual está, por favor.
- Dame aunque solo sea unos segundos de respiro, por favor. Tan solo eso, Jessi.
- Por favor, por favor, por favor. Por lo que mas quieras déjame que intente reponerme durante un par de minutos, por favor, por favor, Jessi.
- Eso sería lo que te gustaría, lo se. Pero no.. Tu pierna aún no tiene la inclinación necesaria.. - Dijo mientras volvía a ajustar de nuevo los pesos teniendo cuidado de que hiciesen mas presión que antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario