domingo, 30 de octubre de 2011

CAPÍTULO 46 - GOTITA A GOTITA..







- Lo que sea, Jessi. Lo que quieras tan solo tienes que decírmelo. Te ayudaré en lo que necesites. - Dijo con tristeza.
- Se que lo harás. Siempre intentas comportarte correctamente y hacer lo que se espera de ti. Salvo aquel maldito día.. - Dijo mientras le miraba furiosa.
- Lo se, Jessi. Y creéme si te digo que lo siento. Jamás debí hacerlo. Pero yo no podía saber lo que iba a ocurrir. No fue solo culpa mía.. Si no hubiesen tardado tanto.. Si yo.. - Se disculpó preocupado.
- Silencio.. - Chilló furiosa.
- Ahora ya no sirven las explicaciones. Y las disculpas están de mas. Después de tanto tiempo ya no me importa lo que me quieras contar. - Dijo mientras le miraba de arriba a abajo chasqueando los dedos con fuerza.
- Es absurdo que me digas lo que tendrías que haber hecho y no hiciste. Lo que, sin duda alguna, cualquier otra persona hubiese hecho.. Cualquier persona con un mínimo de decencia habría ayudado. - Dijo resoplando.
- Lo siento mucho, Jessi. Tienes razón. Ahora ya no sirve de nada disculparse.. - Dijo preocupado.
- Bueno. Es hora de que me deje de contemplaciones y te arrope un poco.. No sea que te de frío. Necesitas entrar un poco en calor, y cuanto antes lo hagas será mejor.  - Dijo mientras esbozaba una tímida sonrisa.
- No, por favor. Por favor, Jessi. Ese artilugio infernal me da demasiado calor y me quema. No me hagas esto, por favor. - Suplicó aterrado.
- No. No. No. No, por favor. - Suplicó entre sollozos.
- Calma y no te preocupes. Tan solo te voy a ayudar a entrar un poco en calor.. - Dijo riéndose mientras colocaba otra plancha de acero en su lugar y por medio de las poleas le bajaba unos centímetros de forma que todo su cuerpo reposase sobre la plancha de acero.
- No, por favor. No lo hagas. Por favor. - Suplicó aterrado.
- Tranquilo. No te preocupes. Vas a estar mas arropado que nunca.  - Dijo mientras se reía y volcaba un poco de agua sobre la plancha de acero.
- Oh, muchísimas gracias, Jessi. No sabes lo que deseaba refrescarme un poco. - Dijo aún mas asustado.
¿Refrescarme?. Imposible que simplemente quiera que me sienta mejor. No, algún otro motivo ha de haber para que de pronto quiera que esté empapado. Y si de algo estoy seguro es de que no se trata de que me encuentre mejor. 
Lo que menos te preocupa es como me encuentro. ¿Que puedes querer aún de mí?. Dios, me gustaría tanto saber lo que esperas de mí. Pero sé que no me lo dirás. 
Tu nunca me dices nada. Te limitas a actuar. Como siguiendo un plan prefijado.. Un plan que conduce inexorablemente hacia mi destrucción. Poco a poco me estás destruyendo. Hasta que ya no quede nada de mí. Nada de la persona que un día fui. Nada por lo que luchar. Nada por lo que vivir. 
Y lo mas triste es que me iré a la tumba sin saber lo que esperas de mí. Nada puedo hacer ya. Y nada hay que pueda decir para que te sientas mejor. Jamás podré cambiar lo que ocurrió. Y tu lo sabes. Dios mío.. Si al menos supiese lo que esperas de mí. Haría lo que fuese. A estas alturas ya nada me importa, salvo dejar de sufrir..
- Estaba segura de que te gustaría. - Dijo mientras ajustaba de nuevo la sabana térmica sobre los bordes de la plancha, de forma que no le dejase destaparse.
- Y ahora un pequeño detalle, para que estés mas a gusto. - Dijo mientras accionaba el mecanismo.
Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac.
- No, por favor. No me hagas esto. Por favor. Por favor.. - Dijo llorando.
- Vamos, deja de temblar. No te va a ocurrir nada. O bueno, no te ocurrirá nada siempre y cuando no te muevas en exceso.. Si se mojasen los cables, ya sabes lo que podría pasarte. - Dijo riéndose.
- Jessi, por favor. Por favor. Para ya este artilugio infernal. Por favor. No me hagas esto. - Suplicó aterrado.
- Vamos, intenta estar tranquilo. Y trata de dormir un poco. Te vendrá bien. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos.
Jessi. Por favor.. Por favor. Apenas acabas de conectarlo y el agua ya está templada. Por favor, Jessi. Por favor. Por favor.. - Sollozó aterrado.
- Por favor.. Por favor. Por favor.. No me hagas esto. Por favor. - Balbuceó entre sollozos.
Puedes llorar y suplicar cuanto quieras. No pienso apagar la máquina hasta que esté satisfecha.. Y lo mas importante, esta vez no habrá problemas eléctricos.. Sacrificaré un poco la potencia de la máquina, pero si te la dejo puesta el tiempo suficiente, y con el agua. Te quemarás mas deprisa.. 
Apenas si vertí unas gotitas sobre ti. Pero esas gotitas harán un gran trabajo. Ya lo verás.. Gotita a gotita se irán calentando como si de pequeñas lupas se tratase.. 
Gotita a gotita van a penetrar por tus poros y te harán unas preciosas quemaduras.
Y aun no sabes lo mejor, he llenado de agua los bordes de la plancha y están calentando con rapidez.. Pronto te darás cuenta, ya lo verás.. 
Primero notarás que una suave nube de vapor te envuelve.. Su cálido abrazo te va a encantar.. Después, cuando quieras darte cuenta de lo que sucede, ya será demasiado tarde, al menos para ti.
- Por favor, Jessi. Por favor. ¿Podrías darme al menos un sorbo de agua?. Tengo mucha sed, tan solo un sorbo, por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- Claro que si, en cuanto tengas mejor cara te la daré. Ni lo dudes. - Dijo mientras le acariciaba la mejilla con las manos empapadas.
Claro que te daré agua. Te daré tanta agua como necesites. Es mas, me suplicarás que me detenga.. Pero entonces ya será demasiado tarde para ti. Pero eso tu aún no lo sabes, y así debe ser..
- Por favor.. Por favor. No me hagas esto.  - Dijo sollozando.
- Claro que si.. No te haré nada. De hecho ni siquiera te tocaré. - Dijo riéndose.
- Por favor. Por favor. Por favor. - Suplicó entre sollozos.
- Te voy a dejar descansar un rato. - Dijo riéndose mientras le guiñaba el ojo.
- Jessi, por favor. Por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- No te preocupes, no te haré nada. Es más, me voy a dormir. Procura descansar, te veré por la mañana. - Dijo riéndose.
- No por favor. No me hagas esto. No me dejes solo, por favor. - Chilló entre sollozos.
- Me callaré. No te diré nada. No hablaré y ni me moveré. Haré todo lo que tu quieras. Pero.. No te vayas. Por favor, Jessi. - Suplicó aterrado.
- Quédate, por favor. Hazme lo que sea, pero quédate. Por favor, por favor. - Suplicó entre sollozos.   
- Sabes que eso no puede ser. - Dijo mientras le miraba con seriedad.
- Jessi, por favor. Por favor. Quedate, por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- Vamos, intenta estar tranquilo y deja ya de llorar. - Dijo mientras apretaba sus labios para callarle.
El la miró aterrado y ahogó sus lágrimas en la garganta.
Ella acarició lentamente sus labios y luego se dirigió a la puerta dando grandes zancadas y dejándole boquiabierto.
Temblaba de miedo y de dolor, cuando escuchó cerrarse la puerta.
Dios mío, este es el final. Moriré solo y entre terribles dolores. No aguantaré mucho mas este maldito calor. ¿Como puede ser tan cruel conmigo?. Dios.. Dios.. Dios. Cada vez tengo mas calor. Si al menos me hubiese dado un triste sorbo de agua. Pero no. Ni siquiera eso merezco.
Y aun dice que me dará de beber cuando tenga buena cara.. ¿Quién podría tener buena cara cuando sufre horribles dolores?. Quisiera equivocarme, pero estoy tan cansado, tan dolorido, tan desesperado.. 
Oh, como quisiera que esto se acabase ya y dejar de sufrir. Nada me gustaría mas que dejar de sentir este dolor atroz.
Si al menos pudiese escuchar tu voz.. ¿Porqué has tenido que irte?. Jessi, vuelve, por lo que mas quieras. Vuelve.
- Jessi.. Jessi.. Jessi.. - Chilló aterrado.
- Vuelve, por favor. Vuelve. - Dijo entre sollozos.
Dios mío, Jessi. ¿Porqué has tenido que irte?. ¿Tan difícil era que te quedases tan solo unos minutos mas?.
Me encuentro fatal, cada vez peor. Este dolor atroz no me deja descansar.. No hay nada que yo pueda hacer. Todo es un esfuerzo enorme..
Maldita sea.. ¿Como puede dar tanto calor este artilugio del demonio?. Cada vez tengo mas calor. Apenas si puedo ya dejar de temblar. Me clavo una y otra vez las esposas intentando moverme aunque sea unos milímetros para no seguir quemándome. Pero se que es inútil. Haga lo que haga moriré abrasado de calor. Me voy a cocer a fuego lento. ¿Que otra cosa podría esperar si ya estoy sobre una plancha de acero?. Absolutamente nada..
Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac.
Oh, no. No puede ser.. De nuevo esta calentando.. Dios mío. No aguantaré mucho mas este calor..
Jessi observó el monitor con atención antes de irse a dormir.
- Jessi. Jessi. Jessi. Jessi. - Chilló agotado, gastando sus escasas energías.
- Ven, por favor. Ven. Ven. - Lloraba aterrado.
- Ven, por lo que mas quieras, Jessi. - Dijo entre sollozos.
Dios mío. Tienes que venir. No puedes dejarme así el resto de la noche e irte a dormir tranquilamente. Tu no eres así, Jessi. No puedes hacerme esto. Tienes que volver.
- Jessi. Jessi. Por favor, Jessi. - Gritó entre sollozos.
El lloraba y se retorcía de dolor mientras miraba a la puerta con ansia.
Estás cerca del límite y tu lo sabes. Cada vez mas cerca del abismo.
Te deslizas lentamente colina abajo hacia el abismo, apenas quedan ya ramas secas que detengan tu camino. Y tu lo sabes. Sé que lo sabes..
Y eso solo es la punta del iceberg de lo que te espera. Poco a poco te darás cuenta de que no tienes mas salida que morirte. Es tu única oportunidad para dejar de sufrir. Solo que tu aún no lo sabes. Intentas resistir, una y otra vez. Quizás creyendo que aun tienes alguna oportunidad de lograr sobrevivir. Esperas sin duda que me apiade de ti, pero eso jamás sucederá. Te lo aseguro.
Jessi comprobó los niveles de agua y la temperatura de la máquina en la aplicación de su iPhone, y sonrió.


sábado, 22 de octubre de 2011

CAPÍTULO 45 - ROZANDO LOS LABIOS..







- Mmmmmmmmmmmm. - Chilló de dolor.
No puedo mas, Jessi. Ven, por favor.. Ven ya y mátame de una maldita vez..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. 
Tic-tac.. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Dios mio, otra vez no.. No puede ser.. 
No soportaré otra vez ese calor infernal..
Cada vez mas calor.. Y tu sigues sin venir..
Maldita sea, Jessi. ¿Cuando piensas venir a verme?. 
Se que cuando vengas me harás sufrir y rabiar de dolor, pero al menos estarás aquí.
Por Dios, Jessi, ven. Tienes que venir ya.
No puedes hacerme esto y desaparecer.. Dios.. Jessi. ¿Dónde estás?..
Dios mío, Jessi. Me muero de sed. ¿Hasta cuando me piensas seguir achicharrando?. 
Calor y mas calor. Cada vez mas calor.. Si al menos pudiese beber aunque solo fuese un triste sorbo de agua. Me muero de sed. Tengo la garganta tan seca que de haber llevado el tubo seguro que se me habría quedado pegado.
Este calor es infernal, me abrasa una y otra vez casi sin descanso. Y esa odiosa sábana que no me deja ni siquiera moverla un milímetro para intentar destaparme.
Sudo sin parar, y no solo no puedo destaparme, sino que una y otra vez este artilugio maldito hace que tenga cada vez mas calor..
Click. Click. - Sonó el mecanismo antes de detenerse.
Ven ya, por favor. Jessi, ven.. 
Tienes que venir.. No puedes hacerme esto y dejarme así.
Jessi.. Por lo que mas quieras, ven de una vez.. No aguanto mas este dolor atroz que me abrasa las entrañas.
¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. Hacerme esto y dejarme solo sin que te importe lo que me suceda. Dios. Jessi. ¿Tanto me odias?..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.. 
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Dios. Dios. Dios.. Otra vez no. No puede ser.. No..
No aguantaré mas el calor.. ¿Es que ni siquiera merezco un triste segundo de respiro?. ¿Es acaso mucho pedir que se detenga un rato este artilugio del demonio?. ¿Porque me haces esto?. 
Jessi, por lo que mas quieras.. Ven y apágalo. 
No puedo mas.. Me estoy abrasando. 
Esta puñetera máquina da siempre calor en las mismas zonas. ¿Es que no comprendes que si no puedo cambiar de postura ni moverme lo mas mínimo y el calor es casi constante, me acabará produciendo quemaduras importantes?. 
Jessi, vuelve por Dios. Vuelve y apaga esta puñetera maquina o al menos dame de beber. Aunque sea un sorbo de agua.
Dios mío.. No recuerdo haber tenido nunca tanta sed. Daría lo que fuese por poder beber.
No tengo ni siquiera un minuto de respiro. Me estoy abrasando de calor.. Me estoy quemando cada vez mas. 
A estas alturas preferiría que me quemases con el mechero.. Duele mas en el momento, pero luego siempre te pones a hacer otra cosa, y das tiempo a que mi pobre cuerpo se enfríe.
Ven por favor. Ven..
Jessi.. Me encuentro muy mal. Tienes que venir ya. Ven, por favor. Ven. - Sollozó agotado
El se desmayó de dolor..
Bip.. Bip.. Bip. Sonó la alarma en su habitación, pero el no llegó a oírla.
Jessica se despertó sobresaltada con el sonido de la alarma, que estaba conectada a su monitor. La desconectó y observó el monitor con atención.
Maldita sea.. En mala hora se me ocurrió instalar este maldito altavoz.. 
Las cuatro de la mañana y esta puñetera alarma va y suena.. 
Joder, y luego seguro que será un fallo del software, o algún cable que estará flojo. 
Todo parece estar en orden. Va a ser una perdida de tiempo.. Aunque creo que será mejor que vaya a ver que le ocurre, no puedo permitirme dejar la plancha desconectada el resto de la noche. Le hace falta un poco mas de calor..
Jessica se levantó y echó a andar hacia la escalera de caracol.
Si que hace frío, será mejor que me ponga el abrigo. Al menos hasta que llegue al sótano.
Bajó las escaleras, giró la llave en la cerradura y escuchó con atención.
Está todo tranquilo, y no se escucha ni el menor ruido. Quizás este excesivamente tranquilo, y eso quiere decir que algo va realmente mal. Pero.. ¿El que?.
Luego se dirigió sin darse excesiva prisa hacia la primera y mas grande de las habitaciones, en la que el se encontraba.
Abrió la puerta procurando no hacer ruido. Mientras no le quitaba ojo.
El seguía inconsciente e inmóvil, atado fuertemente a la camilla, cuando ella le quitó las ahujas que tenía clavadas en sus córneas y le vendó los ojos.
Tenía mucha fiebre y apenas si reaccionaba. 
Le elevó unos centímetros sobre la camilla, extrajo la plancha de acero y la miró asombrada.
La plancha ha hecho un trabajo impecable. Quizás demasiado.. 
Con razón sonó la alarma, tiene unas buenas quemaduras. Casi como si se hubiese asado a fuego lento. No tengo ni idea de a cuantos grados ha podido llegar con la plancha a tope, y la sábana térmica sin dejarle transpirar, pero han tenido que ser muchos para que salte la alarma y la plancha se desconecte.
Lo que se dice una buena sauna.. 
Y lo que le queda por aguantar..
Será mejor que le quite la mordaza.. 
No me perdería por nada del mundo sus suplicas, sus ruegos, y sus lloros cuando comprenda que apenas si estoy empezando a torturarle y que lo peor aún está por llegar
Pero ya va siendo hora de que se despierte. 
Será muy divertido, quizás demasiado..
Cogió una botella de agua helada y se la acercó a los labios sin abrirla. Mientras con otra botella le iba mojando poco a poco hasta empaparle.
- Oh, Jessi. Por fin has venido.. Tenía tantas ganas de verte.. Aunque me hayas vendado los ojos es lo mismo, tus razones tendrás. Estás aquí.. - Resopló preocupado.
- Lo que importa es que estás aquí. Por fin has venido.. Jessi.. - Suspiró preocupado.
- Me encuentro muy mal, el bajo vientre hace horas que me duele, apenas si lo soporto. ¿Podrías ayudarme un poco a calmar el dolor?. - Suplicó preocupado.
- Tendrás que aguantar un rato el dolor. Es lo único que puedes hacer hasta que estés preparado.
- ¿Que esté preparado?. - Inquirió asustado.
- Por Dios, Jessi. ¿Para que tendría estar preparado con lo mal que me encuentro ya?. -Preguntó aún mas asustado.
- Jessi, te agradezco muchísimo que me hayas refrescado un poco. Lo necesitaba y mucho, pero.. ¿Podrías darme por favor aunque solo fuese un sorbo de agua?. - Preguntó preocupado.
- Me muero de sed, Jessi. Tan solo un sorbo, por favor. Por favor, dame un poco de agua. Déjame beber un poco y luego ya haces conmigo lo que quieras. Dime que lo harás, por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- Por favor, Jessi. Aunque sea un sorbito. Por Dios, Jessi. No me hagas esto.. No puedes poner una botella de deliciosa agua fría al alcance de mi boca y no darme ni tan siquiera un sorbo. - Suplicó entre sollozos.
- Por favor, Jessi. Por lo que mas quieras, dame un poco de agua. Tan solo eso, por favor, Jessi. - Dijo entre lloros.
- Esperarás un rato. Si bebieses ahora, lo mas probable sería que te sentase mal. ¿No ves que estás demasiado acalorado como para beber?. - Dijo mientras le acariciaba las mejillas con suavidad.
- Si, Jessi. Tienes razón. Tengo demasiado calor como para beber y que me siente bien. - Dijo con tristeza.
- Pero.. ¿Y si me mojas tan solo los labios?. Eso no podría sentarme mal, ¿verdad que no?. - Dijo preocupado.
- Esperarás un ratito, en cuanto te vea un poco mejor, te daré de beber.  - Dijo mientras rozaba sus labios resecos con una gota de agua.
- Si, Jessi. Esperaré todo lo que tu digas. No hay problema. - Dijo mientras pasaba la lengua por sus labios resecos e intentaba coger la pequeña gotita de agua que ella había posado sobre sus labios.
- Es cierto, debes de tener un poco de sed.. - Dijo mientras secaba la gotita de agua con los dedos y sonreía.
- Si, Jessi, la tengo. Tengo muchísima sed. Dime que tengo ya mejor cara, por favor. -Dijo preocupado.
- Aún no. No seas impaciente. En cuanto puedas beber, te acercaré un vaso. - Dijo mientras acariciaba sus labios resecos con un dedo mojado y hacía que las gotitas de agua resbalasen por su barbilla.
Dios mío, Jessi. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. Me engañas una y otra vez poniendo al alcance de mis labios una triste gota de agua, que sabes que estoy desesperado por beber. Para justo cuando estoy a punto de alcanzarla. Dejarme con las ganas.. Eres tan cruel..
- Has debido de pasar mucho calor.. Y sin poderte mover, ni destapar.. Has debido de pasarlo realmente mal.. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le miraba.
- Si, Jessi. Fue horrible, con lo que me dolía, y aun me duele, el bajo vientre que apenas si lo soportaba y cuando intentaba dormir. Sonaba el temporizador y me empezaba a quemar, cada vez mas calor, cada vez mas dolor.. - Dijo asustado.
- Entonces, será mejor que le eche un buen vistazo a ver como te encuentras. - Dijo mientras le destapaba y acariciaba su vientre con suavidad. Antes de presionarlo con fuerza.
- Ahhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor.
- No, por favor. Por favor, Jessi. Ya no me duele nada. Todo está bien. Por favor, no me hagas esto. Por favor. - Dijo aterrado.
- Calma, necesitaba ver como te encuentras. No tienes de que preocuparte. - Dijo mientras le tapaba de nuevo.
- Muchas gracias por preocuparte de mi, Jessi. Eres un encanto. - Dijo asustado.
- Y aparte del dolor de vientre. ¿Que tal te fue el resto de la noche?. - Dijo mientras acariciaba sus cabellos con suavidad.
- Dios.. Jessi.. Fue insufrible.. Ese calor infernal y cuando por fin se paraba el motor, apenas un par de minutos después todo volvía a comenzar, en un bucle infinito.. - Dijo entre sollozos.
- Oh, has debido de pasarlo realmente mal. Y sin nadie que te acompañase, te ayudase o te consolase. Has debido de encontrarte muy solo..
- Dios mío, Jessi.. Es lo peor que me podría haber sucedido.. Estaba aterrado, el calor me abrasaba, el dolor insufrible no me dejaba descansar y ni siquiera podía destaparme.. Fue horrible.. - Dijo entre sollozos..
- Te creo, tienes aún muy mala cara.. Has debido de encontrarte fatal..  Y aún te encuentras mal, ¿verdad?. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le miraba.
- Si, Jessi. Me duele todo el cuerpo.. Estoy todavía fatal. ¿Podrías darme algo para el dolor?. O al menos un poco de agua. Por favor, Jessi. Por favor.. - Suplicó preocupado.
- Si, se te ve en la cara.. Estás pálido y demacrado.. Y aun pareces acalorado y dolorido.. No te tendría que haber dejado solo durante tanto rato.. Pero, estaba cansada y necesitaba dormir.. ¿Lo comprendes, verdad?. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le hablaba con dulzura.
- Claro que si, Jessi. Debes de estar cansadísima. Te estoy dando mucho trabajo, y ahora ni siquiera está aquí Doug para echarte una mano. - Dijo preocupado.
- Siento darte tanto trabajo. Si te puedo ayudar en algo me lo dices. Lo que sea, Jessi. Solo tienes que pedírmelo. - Dijo entre sollozos.
¿En que podría ayudarte?. No hay nada que pueda hacer, ni ahora ni nunca.. Apenas me debe de quedar un soplo de vida. Aun no se como sigo resistiendo.. Cuando lo único que quisiera hacer es rendirme ante la evidencia de que nunca saldré de aquí. 
Se que es absurdo que intente aguantar el dolor. Nada gano con ello.. 
Simplemente debería de rendirme, y la próxima vez que alguien intente estrangularme o asfixiarme, simplemente intentaré relajarme y dejarme ir, con la esperanza de que no lo noten y crean que aún albergo en mis pulmones el aire suficiente para sobrevivir.. Dios.. Ojalá pudiera hacerlo.. Pero no puedo.. No quiero morir.. 
Mi maldito instinto de supervivencia se empeña una y otra vez en que forcejeé.. 
Pese a que sé que lo único que conseguiré serán nuevos sufrimientos, y mas dolor.. Siempre dolor, cada vez mas dolor..
Dios mío, Jessi. Tan solo quiero un triste sorbo de agua. 
Tan solo poder mojar los labios. Pero se que tu no me dejarás. 
Tan solo juegas conmigo una y otra vez. 
Me engañas y me haces creer que me dejarás beber un sorbito de agua. 
Y cuando ya estoy saboreando una deliciosa gota de agua y estoy a punto de chuparla. Me la quitas y me dejas con las ganas. Una y otra vez.
Dios.. Dios.. Dios..  Dios mío, Jessi. ¿Como puede ser tan cruel tu frío corazón?..

viernes, 14 de octubre de 2011

CAPÍTULO 44 - DULCEMENTE ARROPADO..






Jessica sonrió, abandonó el salón, llegó al pasillo y cerró con llave la puerta que comunicaba su suite con la casa.
Ya en su habitación encendió el televisor y contempló las cámaras con atención.
El suero entraba lentamente en sus venas gota a gota, la sábana seguía en su lugar perfectamente colocada, mudo testigo de cuanto le sucedía, y la cámara captaba y retransmitía cada uno de sus escasos movimientos sin perder detalle.
La luz deslumbraba sus doloridos ojos, atravesados por multitud de ahujas, las esposas le mantenían firmemente sujeto, y las correas le recordaban que no podría moverse aunque quisiera.
Lo único que podía hacer era llorar y rabiar de dolor, ni siquiera podía chillar, la mordaza le recordaba una y otra vez que nadie le oiría..
Ella sonrió al verle sollozar y forcejear desesperado por liberarse, por descansar un rato, por dejar de sufrir ese dolor atroz. Pero las esposas le recordaban una y otra vez que nada podía hacer..
Entonces apagó la tele, y se fue a dormir satisfecha..  
El mientras tanto, lloraba y chillaba una y otra vez, con la esperanza de que le escuchase y se apiadase de el, o quizás que le escuchase otra persona y pusiese fin a su pesadilla.
Dios mio, Jessi. ¿Donde estás?. Dios.. Casi no aguanto el dolor.. 
No puedes haberte ido.. Tienes que volver.. 
Vuelve, Jessi. Por lo que mas quieras.. No me dejes así.. Vuelve..
Dios.. Ni siquiera se lo que me has hecho.. O aún peor lo que decidirás hacerme cuando vuelvas.. Pero.. Te necesito, Jessi. Vuelve.. Vuelve..
Dios, Jessi. ¿Que me has hecho?. 
En la vida me había encontrado peor.. Creía que era imposible encontrarse peor de lo que estaba.. Y.. Lo es.. Siempre consigues lo imposible..
Dios.. Te odio por todo lo que me estás haciendo pasar.. 
Te odio, Jessi. ¿Como has podido hacerme esto?. No tienes corazón.. Si lo tuvieses, o al menos un mínimo de decencia, no me harías esto.
Hace ya muchísimo tiempo que debías de haberte detenido.. 
No tiene el menor sentido que me hagas sufrir hasta este punto.. 
No, Jessi. No lo tiene y tu lo sabes. Se que lo sabes..
Jessi.. ¿Tan terrible fue lo que te hice para que necesites vengarte de mi empleando tanta violencia?.. 
Francamente.. Aunque hubiese asesinado a alguien, estoy seguro de que no me tratarían así.. 
De haber querido matarme, cualquier otra persona lo hubiese hecho de una forma un poco mas compasiva. ¿Porqué tu no?. ¿Porqué?. ¿Porqué?. ¿Porqué?..
¿Como es posible que seas tan cruel conmigo?. No creo que haya ninguna parte en mi maltrecho cuerpo que no me duela.. Y a ti aun no te parece suficiente.. Para ti, todo es poco..
Siempre encuentras la manera de impedirme descansar.. Ni siquiera permites que pueda dejar de sufrir hasta tu vuelta.. ¿Acaso no merezco ni siquiera disfrutar de un par de minutos de descanso?.
Intento comprenderte, pero.. 
Por mas que intento ponerme en tu lugar, para intentar entender las razones que te llevan a actuar como.. ¿Como que?. Por mas que lo pienso no se me ocurre ninguna razón medianamente justificable para que alguien actúe así..
Ni siquiera se que calificativo otorgarte.. Intento ser benévolo contigo, pero.. Por mas que lo pienso, lo mas agradable que podría usar para referirme a ti, sería lunática..
Dios.. ¿Cuando vas a volver?..
Lloraba  y chillaba de dolor, mientras intentaba sin éxito mover la sábana, para poder ver lo que le había hecho. 
Pero las correas se encargaban de recordarle que nada podía hacer. 
Y las esposas a cada tirón que daba se clavaban mas en sus destrozadas muñecas, abrazando sus muñecas cada vez con mas firmeza, mientras le provocaban fuertes calambres y mas dolor, al cortar poco a poco la circulación.
Es inútil.. Haga lo que haga, nada conseguiré.. Ni siquiera tengo fuerzas para mover una maldita sábana.. 
Maldita sea.. ¿A quién pretendo engañar?. Da igual lo que pretenda hacerme.. No está en mis manos tratar de impedirlo.. Nada puedo hacer..
Lo mejor que podría hacer, y quizás fuese lo único sensato que podría hacer.. Es rendirme ante la evidencia de que no puedo intervenir de ninguna forma posible en cuanto me suceda. 
Nada hay ni habrá nunca que yo pueda hacer.. Así que.. ¿Para que intentarlo?. ¿Para que hacerme ilusiones inútilmente?. ¿Para que suplicarle?..
Dios mío.. ¿Que es ese maldito ruido?. Escucho un maldito chasquido.. Como si fuese un temporizador.. Escucho una y otra vez el maldito tic-tac.. Tic-tac.. Tic-tac.
Dios.. Si no ha venido nadie.. Si no he podido accionar nada.. Por la sencilla razón de que no he conseguido ni siquiera destaparme.. ¿Que puede significar ese maldito ruido que taladra mis oídos?..
Dios.. Jessi.. Tengo mucho miedo.. Vuelve, por favor. Vuelve.. 
Sea lo que sea que vayas a hacerme.. Ten al menos el valor de estar presente mientras me sucede.. Por favor, vuelve..
Ese maldito sonido.. Cada vez suena mas fuerte.. Cada vez se acelera mas.. No se que podrá ser.. Pero, sea lo que sea, cada vez está mas cerca.. Algo va a suceder.. Y se que no me gustará..
Maldita sea, Jessi.. Vuelve, por favor.. Vuelve..
Ese sonido.. Dios.. ¿Que puede ser?.. Cada vez mas fuerte.. Cada vez mas cerca..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Dios.. El sonido sigue aumentando.. 
Jessi, no me hagas esto. Por favor.. Por favor..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
No, no, no.. Por favor, Jessi. Vuelve, por favor..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Dios.. Jessi.. ¿Que es eso?. Dios mio..
El lloraba aterrado mientras veía como poco a poco se empezaba a calentar la superficie sobre la que estaba atado.. Cada vez mas calor, cada vez mas cerca.. Cada vez mas asustado.
No puede ser.. No puedes hacerme esto.. No, no, no.. 
Esto no puede estar sucediendo.. Tiene que ser otra maldita pesadilla de la que no logro despertarme.. Solo puede ser otra maldita pesadilla..
Mi pobre cabeza está tan atormentada que ya no atina a saber lo que en realidad me está sucediendo..
Esto no está sucediendo.. No.. No puede ser..
Dios mio, Jessi.. ¿Acaso pretendes achicharrarme?. 
Hace demasiado calor, y ni siquiera puedo destaparme.. 
Ahora entiendo la sábana.. Lo que querías era que pasase calor.. O acaso que me ase de calor.. ¿Como has podido poner en marcha ese artilugio del demonio sin siquiera quedarte aquí para verificar que funciona?.. 
Dios mio, Jessi.. Ya estoy empapado en sudor.. ¿Cuando piensas apagar este maldito aparato?.
Cada vez mas calor.. Cada vez mas sed.. Y tu no estás.. Vuelve, por favor.. Vuelve..
Jessi, me estoy quemando.. Hace demasiado calor, y no me puedo mover.. Siempre estoy apoyando mi cuerpo sobre las mismas zonas..
Me estoy mareando.. Hace demasiado calor, y cada vez tengo mas sed..
Y tu ni siquiera estás aquí.. No soporto este calor.. Mas y mas calor.. Y ni siquiera puedo destaparme.. 
Debes de odiarme mucho.. Una cosa es que me hagas sufrir, y me hagas daño estando presente. 
Es duro, pero al menos se que estás ahí y puedo verte o escucharte reír..
Pero.. Así debo de aguantar cuanto me sucede, y tu mientras tanto ni siquiera estás aquí para verme.. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo..?.
Click.. Click..
Y de pronto la máquina se paró y la ardiente superficie comenzó a enfriarse lentamente..
Dios mio.. Gracias, dios mio.. Se ha parado..
Ojalá pueda tener ahora un par de horas de tranquilidad.. 
Me muero de sed, y estoy rabiando de dolor.. 
Siempre el maldito dolor que me acompaña y no me deja casi ni respirar.. Pero al menos ya no me estoy quemando.. Y tu debes de estar a punto de entrar por la puerta..
De un momento a otro se que volverás.. Ya casi veo tu sonrisa, tu preciosa sonrisa, el brillo de tus ojos y tus suaves manos..
Tus preciosas manos acariciando mi piel justo antes de hacerme daño, tu voz, siempre inflexible y amenazante, y tu risa perversa.
Me aterra escucharla.. Tu maldita risa.. Cada vez que te ríes solo puede significar que me las harás pasar putas.. 
Se que sufriré una y otra vez, mientras tu te contentas con reírte..
No tienes corazón, Jessi..
Yo no te importo nada.. Ni siquiera se ya lo que soy para ti.. 
Quizás ni siquiera sea ya nada.. O acaso nunca he sido nadie para ti.. 
No concibo que por mal que me haya portado me trates con tanta dureza..
De forma tan cruel.. Es imposible que trates así a quién fue tu amigo.. A quién fue..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Maldita sea.. Otra vez ese maldito sonido..
No puede ser cierto.. No puede pretender volver a hacerme esto..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Pero si.. Ha vuelto ya el maldito calor.. Cada vez mas calor.. Cada vez mas dolor..
Y tu sigues sin volver.. Dios mio, Jessi.  Me estás asando a fuego lento y ni siquiera te importa..
Lo único que parece importarte es torturarme una y otra vez.. Ahora ni siquiera te molestas en estar presente mientras lo haces.. ¿Que será lo próximo?..
No te basta torturarme. No es suficiente para ti.. 
Siempre encuentras la manera de hacerme sufrir de forma mas cruel posible.
Eres un maldito monstruo sin sentimientos. 
Te odio, Jessi. Te odio, por hacerme esto. Te odio, maldita sea. Te odio..
Demasiado calor.. Apenas si me deja respirar. Mi pobre garganta está completamente seca..
Y esta maldita máquina del demonio no se detiene.. 
De nuevo empapado.. Y ni siquiera puedo quitarme de encima una triste sábana. ¿Cuando se acabará esta maldita pesadilla?..
Me estoy quemando.. Hace demasiado calor.. 
Por lo que mas quieras, Jessi.. Vuelve y apaga este artilugio infernal..
Dios mio, Jessi. Acaba conmigo de una maldita vez.. No puedo mas..
Me duele horrores.. No se que me habrás hecho.. Pero cada vez me duele mas..
Cuando ya creí que el dolor de mis piernas era lo peor que me podría ocurrir.
Cuando creía, tonto de mi, que el calor que me abrasa a ratos era insufrible..
Pues no.. Estaba muy equivocado.. Por desgracia hay un dolor aún peor..
No soporto el vientre. Nunca me había dolido así.. No se lo que me habrás hecho, pero como no vuelvas pronto.. Cuando lo hagas lo primero que haré será suplicar mi muerte..
Dios.. Dios.. Dios.. No aguanto este dolor..
Click.
Al menos se ha vuelto a apagar esa maldita máquina..
Jessi.. Jessi.. Jessi.. Ven, por favor.. Ven..
- Mmmmmmmmmmmmm. - Chilló de dolor.
- Mmmmmmmmm. - Chilló de nuevo mientras tiraba con fuerza de las esposas.
Este es el final.. No me cabe duda.. Un dolor tan fuerte y constante solo puede significar que algo va realmente mal..
Algo va muy mal.. 
Estoy fatal.. Jamás recuerdo haberme encontrado peor.. Ni sufrir un dolor tan atroz..
Ahora lo único que falta es que mi pobre cuerpo diga basta.. 
Y este dolor, sin duda que es un aviso urgente de que mi cuerpo se está colapsando..
No quiero morir.. Pero lo prefiero antes que seguir soportando este maldito dolor..
A veces pienso que sería maravilloso, si de pronto se parase mi corazón y dejase de sufrir..
Lo que me gustaría ver tu cara al regresar dispuesta a hacerme pasarlas aun mas putas que antes y encontrarte con un cuerpo frío, inerte, sin vida..
O quién sabe.. Igual cuando vuelvas te encuentras mi cuerpo medio quemado, o quizás electrocutado..
Eso es lo de menos.. Pero algo tiene que pasar.. Algo tiene que suceder que haga que deje de sufrir..
No puedo seguir así ni un minuto mas.. Debo dejar de sufrir ya..
Dios.. Dios.. Dios.. 
De nuevo ese maldito dolor que me taladra las entrañas..