miércoles, 4 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 78 - LEY DE VIDA..




Joder, Jessi. ¿Acaso no podrías haberme regalado algo menos comprometedor?. 
Mira que eres complicada. Con lo fácil que habría sido sellar el ataúd y dejar que la naturaleza, siempre sabia, siguiese su curso. 
O incluso, si eso te parecía duro, hubiese bastado con enterrarle y olvidarse del asunto.
U olvidar el ataúd en cualquier parte durante unos días. A fin de cuentas, aunque no fuese hermético. Nadie resistiría demasiadas horas sin comida ni bebida. Es ley de vida..
Ojalá vuelvas pronto. Porque, entre otras cosas, no estoy seguro de querer continuar con esto.
Mierda, ya vuelve a despertarse.
De nuevo a oír sus llantos y gemidos. Como sí yo no tuviese nada mejor que hacer..
- Mmmmmmmmmmm. - Gimió Doug mientras parpadeaba asustado.
- Ahhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor al intentar articular palabra sin conseguirlo.
- Por fin te has despertado. Sabía que había muñequitos dormilones. Pero, francamente, tu les ganas a todos.
- ¿Está cómodo mi muñequito dormilón?. ¿Qué pasa?. ¿Se te han quitado las ganas de interrumpirme con tu estúpido parloteo?. - Dijo Dennis entre risas.
- Mmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug mientras le miraba furioso.
Jodido bastardo sin sentimientos. No te basta con torturarme. Aún te parece poco. Y aprovechas para, además, burlarte de mi.
- Vaya. Al parecer a mi muñequito dormilón se le han quitado las ganas de parlotear. Que pena. Con lo que me gustaba hablar con mi muñequito. - Dijo Dennis sin poder parar de reírse a carcajadas.
- Mmmmmmmmm. - Chilló Doug furioso mientras intentaba, en vano, tensar todos sus músculos para escapar de su oprimente prisión.
- Creo que he olvidado lo que debía de recortar hoy. - Dijo Dennis entre risas mientras le mostraba de nuevo las tijeras de podar.
- Será mejor que me lo recuerdes. No quisiera equivocarme y recortar, por error, alguna parte de tu anatomía que pudiera serte útil más adelante. - Inquirió Dennis entre risas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor Doug mientras palidecía y le miraba con ojos desorbitados.
Jodido animal. ¿Acaso no he tenido ya suficiente?. Aun chorrea sangre de mis mandibulas.
Miedo me da saber que coño me has hecho.
Pero no importa. Tu sigue a lo tuyo. Lo de menos es cuanto me hagas sufrir. ¿Y que, si poco a poco me desangro?. ¿Acaso le importaría a alguien lo que me ocurra?. Mierda de vida.
- ¿Recortar?. Si seré tonto.. Para esto no sirven unas simples tijeras de podar.. Hace falta cuanto menos una moto-sierra. - Dijo Dennis riéndose mientras se alejaba a toda prisa, saliendo a continuación de la asfixiante habitación.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug aterrado mientras le miraba con ojos desorbitados.
No. No. No. No. No puede ser cierto..
No puede pretender desmembrarme en vida. Eso es imposible. Además, nadie sería tan sumamente bestia.
Calmáte, Doug. Tan solo tienes que tranquilizarte un poco y todo se solucionará. Ya lo verás. Tan solo pretende asustarte..
Mierda.. Si eso es lo que pretendía. Es justo lo que ha conseguido..
Maldito cabrón sin sentimientos.
¿Una motosierra?. Joder. Joder. Joder.
Vaya a hacer lo que coño se le haya ocurrido. Es lo mismo. Haga lo que haga no lo contaré.
Joder, Jessi.
Lo menos que podías haber hecho es terminar, tu misma, con mi triste y miserable vida. ¿O acaso era mucho pedir?.
Joder.. Joder.. Joder..
Aquí llega este maldito bastardo sin corazón..
- Vamos muñequito. Deja de llorar y portate como un buen hombrecito. - Dijo Dennis mientras le miraba y se reía a carcajadas sin dejar de sostener la motosierra frente a sus ojos.
- Mmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug aterrado sin dejar de sollozar.
Jodido cabrón sin sentimientos. Eres un animal sin corazón..
- ¿Por donde prefieres que empiece a cortar?. - Dijo Dennis entre risas mientras arrancaba la motosierra.
Jamás conseguiré grabar una mirada mas aterrada que esta. Esto supera todas mis previsiones. 
Ni le he tocado y ahí está, muerto de miedo. 
Quisiera poder suplicarme, quizás insultarme, puede que gritarme.
Quién sabe lo que está pasando por su cabeza justo en este momento.
Lo de menos es lo que quiera. 
Me importa tres cojones si quiere suplicar, llorar o pegarse cabezazos contra el ataúd. Intente lo que intente no podrá hacerlo.
Lo único que puede hacer es llorar y chillar desesperado. Es imposible que logre articular palabra alguna. Le haga lo que le haga, debe contentarse con permanecer impasible. Puesto que, no tiene forma alguna de manifestar lo que necesita, o lo que le ocurre.
A fin de cuentas, tiene la mandíbula casi sellada. El solito se lo ha buscado. No me ha dejado otra alternativa. 
No soportaba mas sus estúpidas suplicas, sus preguntas sin respuesta, y sus mil y un lamentos. ¿Para que escucharle?. ¿Para que siquiera mirarle?.
A mi ahora mismo lo único que me importa es capturar su imágen. 
Esa mirada de terror es absolutamente sublime. No hay nada que se le parezca. 
Lo único que necesito es mantener la emoción. Irle torturando lo mas lentamente posible. 
Que sufra, cuanto mas mejor. Y para ello debo de conseguir que suceda lo que suceda no pierda la consciencia.
No puede ser tan difícil. Estoy seguro de que si hago las cosas con la suficiente lentitud y delicadeza podrá aguantar cuanto le tengo preparado.
- Mmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug mientras le miraba con los ojos anegados de lágrimas.
Una motosierra. Joder. Una jodida motosierra. No puede haber nada peor..
Joder, Jessi. ¿En manos de que clase de psicópata me has dejado?.
A veces creo que habría estado mejor si me hubiese asfixiado en el maldito ataúd.
Incluso si hubiese tenido la desgracia de morir congelado en aquella maldita montaña.
Incluso en ese caso, habría tenido suerte.
- Sonríe a la cámara, muñequito. Que no se diga que no eres fotogenico. ¿No querrás que tus admiradores se burlen de ti, verdad?.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug aterrado mientras intentaba hablar sin resultado.
- Vamos. ¿No me dirás que esa es tu mejor sonrisa, verdad que no?. Es francamente patética.
En la vida he visto una sonrisa peor que la tuya. A tu lado Frankenstein casi parecería Robert de Niro. - Dijo Dennis sin poder dejar de reírse a carcajadas.
- ¿Una sonrisita?. ¿O acaso necesitas que te ayude un poco a sonreír?. - Preguntó Dennis mientras le sonreía.

Jodido psicópata. Eso es lo que eres, un maldito psicópata. 
¿Quién sino sonreiría cuando está a punto de?. ¿De qué joder?. ¿De que?. 
Ni siquiera se lo que pretende hacer conmigo, pero, sea lo que sea. 
A la que se descuide se que me quedaré en el sitio.

sábado, 1 de junio de 2013

CAPÍTULO 77 - SORBITOS DE PLACER..




- Perdón. Perdóneme, por favor. - Balbuceó Doug preocupado.
- No solo eres patético, sino que encima eres insolente. ¿Que crees que debería de hacer contigo para que aprendieses a comportarte?. - Dijo Dennis mientras le daba otra bofetada.
- Perdón. - Balbuceó Doug entre sollozos.
- Perdón. Perdón. ¿Te crees que eso lo soluciona todo?. Pues te lo voy a decir. No soluciona nada. Porque para pedir perdón hay que pedirlo con educación y respeto. Y esa palabra ni siquiera existe en tu exiguo vocabulario. - Dijo Dennis mientras le daba otra fuerte bofetada.
- Lo siento mucho. Lo siento mucho. -Balbuceó Doug entre sollozos.
- Si he sido maleducado o le he faltado al respeto de alguna forma. No pretendía hacer nada de eso. - Se disculpó Doug mientras temblaba de pies a cabeza.
- ¿Y bien?. ¿Que has decidido?. ¿A que parte de tu anatomía quieres que le de un bonito tajo?. ¿Que va a ser tu lengua o tus huevos?. - Dijo Dennis mientras le sonreía.
- Por favor. Por favor. - Suplicó Doug aterrado sin poder dejar de temblar.
Por toda respuesta Dennis blandió las tijeras mientras le guiñaba un ojo.
- Elegiré yo. - Dijo sonriendo mientras acercaba las afiladas tijeras a sus testículos.
- Mi lengua. - Chilló Doug aterrado.
- Elijo mi lengua. - Dijo Doug mientras sollozaba y abría la boca hasta casi desencajar su mandíbula.
- Buena elección. Eres un muñequito muy listo. - Dijo Dennis mientras le sonreía y acercaba las tijeras a su lengua.
Doug le miró con los ojos desorbitados mientras sollozaba aterrado.
Maldito bastardo sin sentimientos. Ojalá te pudras en el infierno.
Te juro que como me quede aunque solo sea un soplo de vida, lo pagarás.
Te juro que te mato. Un animal como tú no merece  ni siquiera el aire que respira.
Ostia. Ostia..
Lo va a hacer..
Y mientras tanto, yo con la boca abierta como si fuese gilipollas. ¿Que digo?. ¿Como si lo fuese?. El problema es que lo soy.
No hay nadie que sea mas imbécil que yo. Cualquier otra persona hubiese tenido un minímo de cabeza y no estaría metida en semejante atolladero.
Yo no. Yo siempre espero al último segundo. Siempre quiero disfrutar hasta el último segundo.
Aquí tengo mi recompensa. 
Ya no habrá mas malditos segundos. 
Seguro que justo aquí se termina mi patética vida.
Una vida de mierda, todo hay que decirlo. 
Pero una vida que tenía muchas posibilidades de convertirse en una vida corriente.
Ni siquiera tenía porqué ser maravillosa. Con vivirla en libertad hubiese bastado. 
Pero no..
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras le miraba con ojos vidriosos antes de perder el sentido.
Lo último que escuchó antes de cerrar los ojos fueron las sonoras carcajadas de Dennis.
Seguro que justo aquí se termina mi patética vida.
Hay que ver que muñequito mas delicado tengo. 
Apenas si le toqué y ya se desmayó. 
Parece mentira lo bien que conoce Jessica mis gustos.  
De lo que no me cabe la menor duda, es de que va a tener un despertar muy, pero que muy dulce. 
No quisiera por nada del mundo estar en su lugar cuando recrteobre el sentido.
Con los miles terminaciones nerviosas que existen en la lengua. No lo quiero ni pensar.
En cuanto abra los ojos deseará no haber nacido. Estoy seguro de ello. 
Sin duda que el dolor que sentirá le servirá de eficaz recordatorio para que sepa que debe o no hacer a partir de ahora.
Y si aun así, no lo ha aprendido. Peor para el. Porque en ese caso se que jamás lo hará.
Un buen rato después.
Mientras Dennis bebía sorbo a sorbo una Coca Cola helada, disfrutando de cada sorbo mas que del anterior.
Un dolorido Doug comenzó a gimotear mientras intentaba una y otra vez abrir su boca.
Hasta que, por fin, abrió los ojos como platos y dió un grito de terror.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló Doug aterrado mientras intentaba abrir su boca sin resultado.
- Vaya. Ya se ha despertado el bello durmiente. - Dijo Dennis mientras se reía de el.
- ¿Como está mi muñequito?. ¿Cansado?. ¿Quizás dolorido?. ¿Sediento?. - Dijo Dennis sin dejar de reírse de el.
- Mmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló de nuevo Doug incapaz de articular palabra alguna.
- Creí haberte dicho que no toleraría ni la menor falta de respeto hacia mi persona. ¿Acaso no ha quedado claro?. - Dijo Dennis mientras le daba una sonora bofetada y le hacía aullar de dolor.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló Doug de dolor mientras le miraba de nuevo con ojos vidriosos antes de perder el sentido.
Ciertamente delicado mi muñequito..
Es una pena que aún no haya aprendido a comportarse.
Pero. No hay problema. 
Tarde o temprano lo aprenderá. No le queda otra.
Y mira que es fácil. Lo único que debe de hacer es estar tranquilo y colaborar con lo que se le pide.
Cualquier idiota sabría hacerlo. Por eso no se, porque aún sigue sin entenderlo.
Hay que ser rematadamente imbécil para no entender algo tan sencillo..
Aunque, pensándolo bien. En realidad no tiene, precisamente, motivos para estar tranquilo.
A poco que piense. Estoy seguro de que sabrá sumar dos y dos. 
Y sino lo sabe. Peor para el. 
Tarde o temprano se estrellará contra la fría realidad.
Jessi, joder. ¿Cuánto tiempo más piensas tardar en regresar?. ¿Acaso no te das cuenta de en la difícil situación que me has dejado?. ¿Qué crees que voy ha hacer yo?.
Es muchísima responsabilidad para mi. 
Yo, aunque he hecho cosas. Y cuento, que duda cabe, con la debida experiencia. 
Jamás he hecho algo así. Y mucho menos en circunstancias semejantes.
Joder, Jessi. Cuanto más lo pienso más miedo tengo de joderlo todo.
Y así, es imposible hacer nada. Siempre estoy con miedo. Ya sea a fastidiarlo todo por extralimitarme. 
Ya sea a no llegar a cumplir tus supuestos objetivos.
Y, mientras tanto, aguantando a este gilipollas. 
Cuando lo último que desearía sería mirarle a la cara.
No después de lo que hizo.
Este maldito cabrón casi consigue joderlo todo. 
Y lo que es peor. Te podría haber metido en un buen lío. ¿Y total, por qué?. Por no tener no tiene ni una pizca de decencia.
Cualquier otro se habría disculpado. 
Habría reconocido sus errores y se hubiese ido sin dar problemas.
Pero.. El no. 
El se creyó el rey del mundo. 
Como sí contase con más derechos que nadie y lo único que importase fuese hacer su santa voluntad. 
Como sí su opinión fuese la única acertada.

lunes, 15 de abril de 2013

CAPÍTULO 76 - CAPULLITO DE ALHELÍ..





Joder..
Ahora mismo preferiría beber agua jabonosa.  Se me ocurren pocos líquidos que sean mas desagradables que este. 
Y mira que he llegado a ofrecer líquidos realmente sabrosos. 
Pero.. 
Esto ya es demasiado..

Una cosa es obligar a alguien a beber un líquido sea el que sea, siempre, por supuesto, por algún loable motivo.
Pero..
Tener que beber un líquido asqueroso no creo que sea plato de gusto de nadie. Y mucho menos para mi.
Si al menos no supiese lo que pueden llegar a hacer determinados líquidos, estaría al menos resignado.
Pero..
El problema es que lo se. Preferiría no saber nada. No conocer nada. 
Ojalá no tuviese estos condenados gustos. ¿Gustos?. 
Si. Quizás se pueden considerar así. 
Ojalá yo no fuese así.  
Ojalá me gustase hacer otras cosas. 
Ojalá nunca hubiese ganado esa maldita apuesta.
Joder. ¿Porque he tenido que hacer una puja tan elevada?. ¿Para que darle mas vueltas?. Si total al final siempre llego a la misma conclusión. El problema soy yo. Siempre soy yo. 
Quizás si yo no hubiese intentado asesinarle. 
Quizás si me hubiese ceñido al guión. 
Quizás si me hubiese ido cuando tuve la oportunidad de hacerlo. Quizás.. Quizás.. Quizás..
Mierda de líquido. Ahora mismo lo último que deseo es padecer sus malditos efectos. Me da igual lo que quiera hacerme. 
Solo espero que sea rápido. Cada vez me quedan menos fuerzas. Cada vez estoy mas agotado. Y no puedo hacer absolutamente nada para impedirle que lleve a cabo sus propósitos.
No cuento con la menor posibilidad de oponerme. Todo está en mi contra. O quizás siempre haya sido así y yo simplemente no me daba cuenta.
Maldita sea mi suerte. Ahí sigue el, tan feliz sosteniendo el vaso de los cojones.
Un vaso de agua turbia y sanguinolenta. 
Eso, suponiendo que soy afortunado, cosa que dudo, y que previamente solo fuese  agua.
¿Agua?. Y una leche. Este liquido  puede parecer cualquier cosa. Pero yo se que no es agua.
Y además, aunque lo pareciese.. 
Eso, que más daría. ¿Acaso tendría la menor importancia?. Como sí no hubiese pocos líquidos totalmente inodoros e insípidos que son potencialmente letales.
Mierda. Por mas que intento estar tranquilo y pensar en otra cosa no lo consigo.
Y lo peor es que por mucho que lo pienso no se me ocurre ningún motivo por el que deba estar tranquilo. ¿Como voy a estarlo si estoy en manos de un jodido psicópata?. En cualquier momento se le pueden cruzar los cables mas de lo que ya lo están y decidir darme un buen tajo en la garganta. Y ahí si que ya se acabaron de golpe todos mis problemas..
- Por favor. Por favor. - Suplicó Doug entre toses mientras le miraba con pavor.
- ¿Que te pasa muñequito?. - Dijo Dennis mientras le miraba y acariciaba con delicadeza las tijeras de podar.
- Lo siento mucho. Perdóneme, por favor. - Suplicó Doug entre sollozos.
- Por supuesto, muñequito. Verás lo bien que te voy a cuidar yo. - Dijo Dennis mientras soltaba una sonora carcajada.
Ostia puta. Miedo me da lo que tenga pensado hacerme este descerebrado.
¿Porque cojones me habré quejado?. Si solo se trataba de beber un líquido nauseabundo. A fin de cuentas no era tan terrible..
Dios mío.. ¿Que pretende hacer con eso?.
No. No puede ser cierto. No hay nadie tan animal..
- No, por favor. No lo haga, por favor. - Suplicó Doug entre lloros mientras temblaba sin parar.
- Tranquilo. Vamos, tranquilo. - Dijo Dennis con dulzura mientras introducía un tubo de metal a través de su uretra y las primeras gotitas de sangre resbalaban entre sus muslos abiertos.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras golpeaba su cabeza con todas sus fuerzas contra el acolchado del ataúd.
- Intenta comportarte. No quisiera tener que explicarte las cosas con mas contundencia. - Dijo Dennis mientras señalaba sus huevos con las tijeras de podar.
Dios mío. Esta vez no lo cuento.. ¿Que coño hago ahora con este animal?.
- Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de llorar.
- Por favor, eso no. Amordaceme o haga lo que desee. Pero por favor, suelte esas tijeras. Por favor. Por favor. Por favor.. - Sollozó Doug.
- Eres un muñequito muy delicado. Pareces un capullito de alhelí. Si ni te he tocado. - Dijo Dennis mientras se le acercaba con las tijeras abiertas.
- Por favor. Por favor. Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de sollozar.
Jodido psicópata. Como salga de esta ya te diré yo a ti, quién es aquí el capullo. Cuando te ponga las manos encima desearás no haber nacido..
- Para que veas lo que yo me preocupo de ti. Te daré a elegir: Tus huevos o tu lengua. Tu decides. - Dijo Dennis mientras le sonreía.
Doug intentó cerrar las piernas con todas sus fuerzas, pero seguían convertidas en un bloque de espuma, dura como el cemento, y no logró mover ni un músculo.
No me queda otra. Elija o que elija, mi vida se acaba aquí. 
O no vuelvo a hablar en mi puta vida, eso suponiendo que tenga suerte y no me desangre aquí mismo. 
O me desangro y además me capa este jodido animal. Elija lo que elija estoy jodido..
Muy jodido..
¿Quién podría poner en una balanza su hombría y en otra la facultad de comunicarse y renunciaría voluntariamente a cualquiera de ellas?. Yo desde luego no. Ni yo ni nadie.
No creo que haya ninguna persona que esté dispuesta a afrontar semejante decisión.
Soy incapaz de decidir sí ahogarme entre mi propia sangre mientras mi lengua cae al suelo inerte. O sí dejar que corte mis pobres testículos de un solo tajo.
Me desangraría. Eso no hay nadie que lo resista.
- Por favor, un tiro al corazón y luego haga conmigo lo que guste. Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de sollozar.
- ¿Y qué ganaría yo sí terminase con tu patética vida?. - Dijo Denis mientras blandía las tijeras frente a sus ojos.
- Por favor. Tenga un poco de compasión. Un poco de humanidad. Tan sólo tiene que apretar el gatillo. Por favor. Es sencillo. Solo tiene que apretar el gatillo y se acabaron las complicaciones. Por favor. -Suplicó Doug mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.
- Tu vida no merece la pena. Sería un gran desperdicio que yo malgastase una sola de mis balas en terminar con tu patética vida. - Dijo Dennis mientras le sonreía con sorna.
- Vamos. No hay tiempo que perder. ¿Qué decides?. - Dijo Dennis mientras abría y cerraba las tijeras de podar de forma deliberadamente lenta.
- Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de sollozar.
Mierda. Mierda. Mierda...
Esto no me puede estar sucediendo a mi.
- No. No. Noooooooo. - Chilló histérico mientras temblaba sin poder controlar sus músculos.
- Ya veo. - Dijo Dennis mientras le dedicaba una amplia sonrisa.
- Te está haciendo falta un pequeño incentivo que te ayude a decidir lo que mas te conviene. - Dijo Dennis mientras acariciaba el afilado filo de las tijeras de podar.
- No. No. No. Noooooo. - Chilló Doug aterrado mientras veía como las tijeras de podar se aproximaban lentamente a sus muslos.
- Tranquilo muñequito. No dejaré que nada malo te suceda. - Dijo Dennis mientras le guiñaba un ojo y aproximaba las afiladas tijeras hasta tocar con la punta del metal sus muslos desnudos.
Dennis clavó suavemente la punta de las tijeras en sus muslos lo justo para conseguir una pequeña hemorragia.
- Nooooooooooooo. - Chilló Doug completamente histérico.
- Nooooooooooooooo. - Chilló aun mas asustado.
- ¿Que te ha parecido el incentivo?. ¿Crees que será suficiente para ayudarte a decidir o necesitas aun mas ayuda?. - Dijo Dennis mientras le sonreía satisfecho.
- Por favor. Por favor. - Suplicó Doug casi sin aliento.
- Creo haberte hecho una pregunta con educación, ¿verdad?. - Dijo Dennis mientras le daba una sonora bofetada.
Doug le miró aterrado antes de responder.

sábado, 26 de enero de 2013

CAPÍTULO 75 - EL PÉNDULO DEL DESATINO..




- Vamos muñequito. Deja de llorar que ni siquiera te he tocado. - Dijo Dennis mientras apresaba su lengua entre las pinzas y se reía.
- Ni te vas a enterar, ya lo verás. - Dijo Dennis riéndose mientras le mostraba un pequeño piercing de aro.
- Mmmmmmm. - Sollozó Doug asustado, mientras veía su lengua a punto de ser atravesada de nuevo.
De pronto empezó a sonar insistentemente “Vide cor meum” de Era, en su iPhone. Dennis se giró y lo buscó sobre la mesa con impaciencia.
- Jessi. Jessi.. Deseaba tanto escuchar tu voz. - Dijo Dennis con tono dulce mientras se sentaba sobre el escritorio y jugueteaba con la ahuja que estaba posada sobre la mesa.
- Jessi, cariño. Ojalá estuvieses aquí. - Susurró Dennis meloso.
- ¿Cómo va todo por ahí?. - Inquirió curiosa.
- Ya me conoces, cariño. Sabes que me gusta ir paso a paso. - Repuso Dennis inquieto, mientras arrastraba la ahuja por la mesa ligeramente frustrado.
- ¿Cómo está él?. - Insistió preocupada.
- Sólo espero que no lo hayas estropeado demasiado. No sería apropiado y no nos queda mucho tiempo de margen para solucionar imprevistos. - Repusó mientras hacía una pequeña pausa.
- Es más, no es que precisamente nos sobre el tiempo. - Repuso mientras dejaba escapar un pequeño suspiro.
- Lo se, Jessi. Se qué nos estamos jugando mucho en esto. - Se disculpó preocupado.
- Pero, no tienes de que preocuparte. Ni siquiera he desenvuelto mi regalo. - Dijo Dennis mientras hacía una larga pausa y daba una pequeña patada a la pata de la mesa.
- Sabes que siempre cuidaré con el máximo esmero cualquier regalo que me hagas. - Se disculpó aun mas preocupado.
- Lo último que haría sería estropearlo y tu lo sabes. Se qué lo sabes. Me conoces demasiado bien. Se que lo sabes. Me conoces lo suficiente como para creer que vaya a estropear lo que con tanto cariño y esfuerzo me has regalado. - Respondió Dennis pensativo.
- En tal caso. Pronto tendrás noticias mías. - Dijo Jessi mientras se le escapaba un largo suspiro de alivio.
- Oh, Jessi. Nada me gustaría más que tenerte aquí conmigo. Ojalá puedas volver pronto. No tienes ni idea de cuanto te he echado de menos. No se qué haría yo sin ti.. - Suplicó Dennis inquieto
- Se que me echas de menos. Pero, ahora debo irme. Ya hablaremos en otro momento. - Dijo mientras ponía fin a la conversación con un suave toque en la pantalla de su iPhone.
- Joder. - Repuso Dennis cabreado mientras de una patada hacía tambalearse la mesa, hasta casi derribarla. Dejando casi en el borde de la mesa, el ataúd, que a duras penas se mantuvo en equilibrio el tiempo suficiente para que Dennis de un fuerte empujón lo acercase a la pared.
Mierda.. Mierda.. Mierda..
Era lo único que me faltaba. Por si no estuviese ya lo bastante cabreado. La llamada ha terminado de desquiciarle. Me las va ha hacer pasar putas. Maldita sea mi suerte..
- Y tu deja ya de gimotear y saca tu sucia lengua fuera de la boca. A menos, claro, que estés deseando que la recorte de un solo tajo con las tijeras de podar. - Dijo Dennis furioso.
- Mmmmmm. Mmmmmm. - Chilló Doug aterrado mientras se apresuraba a obedecerle, y las lágrimas anegaban sus ojos.
Mierda.. Mierda.. 
Mierda y mil veces mierda. Joder.
No me puede ir peor.
Estoy hasta los cojones de la estúpida ley de Murphy. ¿Es que acaso es mucho pedir que algo me salga bien?. No sólo no vienes, sino que además has tenido que ponerle furioso.
Como sí no estuviese ya lo suficiente enfadado conmigo. Tan sólo me faltaba eso.
Joder, Jessi.
Una cosa es que no vengas, que ya es de por sí lo suficientemente malo. Pero si encima de eso y para rizar el rizo. 
No tienes mejor idea que enfadar a este demente. ¿Para qué quieres más?. 
Luego, te extrañarás sí cuando vuelves me encuentras descuartizado.
Este animal es capaz de empezar por mi lengua y seguir parte a parte, hasta que ya no quede nada de mi. Ni la triste sombra de lo que fui.
- Mmmmmmmmmmmmmmm. Mmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug completamente fuera de sí, mientras golpeaba su cabeza contra el acolchado del ataúd sobre el que reposaba su cabeza.
No puede ser. No. No puede ser.
Mierda.. Mierda.. Mierda..
Mátame ya. Jodido animal sin corazón. ¿Porqué no me matas de una maldita vez?.
Lo que sea, joder. Hazme lo que sea menos eso.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug histérico.
- Mmmmmmmmmmmmm. - Chilló Dennis aterrado mientras veía sus manos a punto de tocarle.
No puede ser. Joder. Esto no me puede estar pasado a mi.
- Vamos muñequito, deja de chillar o será peor para ti. No querrás que coja las tijeras de podar, verdad que no?. - Repuso Dennis burlón.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug aterrado.
- Vamos. Si hasta te estoy haciendo un favor. - Dijo Dennis mientras se ponía unos finos guantes de latex y tiraba del lápiz que llevaba días incrustado en su uretra.
- Mmmmmmmmmmm. Mmmmmmmmm. - Chilló Doug de dolor mientras tensaba todos sus músculos.
Es que ni siquiera vas a respetar eso, jodido cabrón.
Mierda.. Por si no bastase con el puñetero lápiz que se me clava hasta las entrañas. Pues no.
Joder.. Aun le parece poco y pretende meterme..
No. No puede ser cierto. No hay nadie que sea tan animal como para hacer eso.
Además le acaba de prometer a Jessi que me cuidaría bien.
Son solo mis malditos nervios. Estoy histérico.
Eso es. Ahora cerraré los ojos unos instantes y cuando los vuelva a abrir ya me habré librado del jodido lápiz y podré descansar unas horas.
Seguro que solo pretende evitarme una posible infección. Tiene que ser solo eso..
- No está nada mal.. Nada mal. - Dijo Dennis entre risas mientras observaba el lápiz ensangrentado.
- Veamos a ver que tal estás. - Dijo Dennis mientras metía su pene en un vaso de agua para limpiarlo y cubría sus huevos con un paño para evitar que se mojasen.
- ¿Tienes sed?. - Preguntó Dennis entre risas.
- Mmmmmmmm. - Respondió mientras asentía con la cabeza.
Puaj.. 
Solo espero que no esté pensando en darme de beber ese agua. Se me revuelve el estómago solo de pensarlo.
Dennis destrabó el piercing para permitirle beber y le acercó el vaso a los labios.
- Gracias. - Repusó preocupado mientras metía la lengua en la boca y cerraba los labios con fuerza.
- Vamos. ¿No me irás a decir ahora que un muñequito llorón como tu, se asusta de un simple vaso de agua?. ¿Verdad que no?. - Dijo Dennis riéndose.
- Por favor. No. Por favor. - Suplicó Doug mientras se echaba a llorar.
- Bebe. Te vendrá bien reponer un poco de líquido. - Dijo Dennis mientras le guiñaba un ojo.

jueves, 17 de enero de 2013

CAPÍTULO 74 - UN REFRESCANTE COLOR BERMELLÓN..




- Deberías de abrir un poco mas las piernas e intentar relajarte lo mas que puedas. Te lo digo por tu bien. - Dijo Dennis mientras le guiñaba un ojo burlón.

- No querrás que tus huevos estén demasiado apretados, ¿verdad?. - Dijo Dennis riéndose.
- Mmmmmmm. - Protestó Doug asustado.
Jodido cabrón. Estoy completamente inmóvil y tu lo sabes. 

Me estás torturando sin la menor compasión y aun tienes la caradura de decirme que abra las piernas. 
Como si pudiera moverme..
- Es cierto.. - Dijo Dennis mientras le miraba burlón.

- Eres tan vago que no solo no tienes ganas de moverte. Sino que ni siquiera te molestas en abrir las piernas para aliviar la presión que sufren tus pobres huevos. - Dijo Dennis entre risas.
- Mmmmmmm. - Chilló Doug aterrado.
- Bueno. Yo no tengo el menor problema con eso. Si a ti no te preocupa, a mi menos. - Dijo Dennis condescendiente.

- No te lo mereces, pero te haré un pequeño favor. Voy a refrescarte un poco. - Dijo Dennis entre risas mientras se enfundaba unos finos guantes de látex, abría el tubo de crema y comenzaba a extenderla con suavidad por la piel de su escroto.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló Doug de dolor mientras intentaba golpear su cabeza contra el ataúd tratando de perder el sentido.
- Vamos, intenta relajarte. Debo de refrescarte. ¿No querrás que la piel de tu escroto se irrite, verdad?. - Dijo Dennis entre risas mientras aplicaba una gruesa capa de crema sobre su escroto.
Joder. Joder.. 

Siento como si miles de cerillas me quemasen la piel. No lo soporto mas. ¿Es que ni siquiera puedo perder el sentido durante unos segundos?. Mierda.. Mierda..
- Mira que eres delicado. Tu piel debe ser tan suave como la de una criatura. Apenas si te he cubierto de crema y ya tienes un bonito tono bermellón. No está nada mal. - Dijo Dennis entre risas.
- Mmmmmmmmmm. - Chilló Doug mientras intentaba forcejear para librarse de sus cadenas.
Jodido cabrón. Mas te vale no ponerte delante de mi cuando me haya librado de esta maldita cosa que no me deja moverme. 
Porque te juro por lo mas sagrado que te la tragas. 
Contigo no tendría ni el menor reparo en usar toda mi fuerza..
- Vamos. Vamos. Deja de bufar. Se supone que eres un muñequito llorón. ¿O acaso me he equivocado y no eres mas que un gatito asustado?. - Dijo Dennis mientras le sonreía con malicia.
- Deberías de estar orgulloso del tamaño que tienen tus huevos.. - Dijo Dennis entre risas mientras retiraba la ahuja de su escroto.
- Mmmmmmmmm. - Chilló Doug asustado mientras le miraba sin comprender.
- Lo se. Lo se. Aun podrían estar mucho mas bonitos. Lo se. - Dijo Dennis mientras se burlaba de él.

- Pero no conviene apresurar las cosas en exceso. Debes de tener un poco de paciencia. - Dijo Dennis mientras le sonreía y retiraba la ahuja que mantenía su lengua fuera de su boca.
- Cof. Cof. Cof.. - Tosió asustado mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.
- Gracias. Gracias. - Balbuceó asustado mientras intentaba contener las lágrimas.
Quisiera poder decirte tantas cosas.
Quisiera gritarte que eres un jodido bastardo sin corazón.
Quisiera poder chillarte hasta quedarme sin aliento.
Quisiera poder pegarte hasta que me sangraran los puños.
Y aun sería poco para expresarte como me siento y lo que pienso de ti.
Ahora mismo hasta sería capaz de matarte sin el menor remordimiento.
Pero.. Por desgracia, debo de limitarte a agradecerte que me dejes mover mi lengua y dejar de sentir nauseas.
Me siento como si fuese un jodido gilipollas. 

Si, debo de ser el mayor gilipollas del planeta. 
Sino, esto no tiene el menor sentido.
¿Como puedo ser tan gilipollas de agradecerte que liberes mi lengua?.
Quisiera poder darte la mayor paliza que jamás te hayan dado. 

Y aun sería poco para que comprendieses como me siento.
Y lo peor es que jamás me volveré a sentir bien.
Se que, aun en el improbable caso de que te limitases a liberarme, sin hacerme ningún otro daño.
Se que, jamás volvería a ser el mismo.
No. En mi vida siempre habrá un antes y un después.
Eso suponiendo que sea afortunado, y pueda algún día recordar mi estupidez.
Quisiera poder ser lo bastante afortunado como para lograr sobrevivir.
Pero no soy estúpido.
Se lo que habría hecho yo en estas circunstancias.
Y por mas que lo pienso. 

Se que no hay ni una sola razón por la que dejarme libre.
Mientras que hay cientos, sino miles de razones por las que no sería buena idea liberarme.
Estoy jodido y nada de lo que haga logrará cambiarlo.
Lo único que puedo hacer es tratar de complacer en lo posible a este maldito demente e intentar sobrevivir hasta que tu vuelvas.
No puedes haberme dejado con el muchos días.
No, por mucho que haya pagado por mi. 

Se que tu tendrás que regresar tarde o temprano.
Tu nunca renuncias a divertirte. Y aunque temo estar entre tus dedos, se que tu te limítarias a encerrarme y a tratarme quizás con rudeza, quizás con desprecio.
Pero prefiero mil veces sufrir entre tus suaves manos, que aguantar a este maldito bastardo sin corazón.
- Abre la boca. - Ordenó Dennis burlón mientras le sonreía.
- Por favor. Por favor. No chillaré, ni haré nada. Por favor, no sujete mi lengua, por favor. No mas, por favor. - Suplicó Doug asustado mientras abría su boca.
Quisiera poder extrangularte muy lentamente y ver como poco a poco te ahogas entre mis dedos.
Quisiera poder sacarte los ojos y hacer que te los tragases.
Pero.. En lugar de eso. Como soy un gilipollas de mierda. Lo único que haré será abrir la boca y dejar que hagas conmigo lo que se salga de los cojones.
No hay que ser demasiado inteligente, como para saber que en el momento en que dejes de divertirte conmigo, me matarás.
Eso si tengo suerte, porque sino a saber que coño piensas hacer conmigo.
Me basta sentir mis pobres huevos. Jamás me habían dolido así. 

Joder.. 
Maldito bastardo sin corazón.
- Y ahora saca la lengua todo lo que puedas y tranquilo. Será solo un momento, salvo claro, que no sepas comportarte y deba darte una pequeña lección. - Dijo Dennis mientras le sonreía burlón y le mostraba las tijeras posadas sobre la mesa.
- Lo siento mucho. - Se disculpó Doug aterrado, mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas e intentaba dejar de temblar.
Quisiera poder pegarte un tiro y olvidarme de que existes.
Quisiera poder clavarte esas condenadas tijeras en el corazón. Y ver como poco a poco, te retuerces y chillas de dolor, mientras tratas desesperadamente de intentar conseguir un soplo de aire.
Pero no tengo la menor posibilidad de hacer nada de eso. 

Además, yo no soy un asesino. 
Aunque debo de reconocer que en este caso estaría mas que justificado hacer una excepción. Lo haría, sí.
Doug sacó la lengua y se le quedó mirando con ojos desorbitados paralizado de terror.