martes, 25 de enero de 2011

CAPÍTULO 20 - NI UNA CARIES..






- ¿Se puede saber que te ocurre?.
- Nada, Jessi, no te preocupes por mi, y haz lo que debas. Sé que lo harás.
- Creo que esta cena no ha sido una muy buena idea.
- Ni te he tocado y no dejas de llorar.. No se a ti, pero a mi desde luego se me ha quitado el apetito.
- Lo siento, Jessi. No pretendía estropearte la cena.
- Estoy preparado, hazlo cuando quieras.
- Por favor, Jessi. La espera es aun mas cruel de lo que vas a hacerme. - Suplicó en un hilo de voz.
- Tienes razón, ya se me ha acabado la paciencia..
- Tan solo pretendía entablillarte el brazo lo suficiente como para que pudieses comer, pero en vista del buen concepto que tienes de mi.
- Se ve que solo sería una pérdida de tiempo y algo totalmente innecesario.
- Oh, Jessi.. Lo siento mucho. Pensé que.. que.. - Dijo mientras se echaba a llorar asustado.
- Te veré después de la cena. Trata de calmarte.. ¿No querrás dejar este jodido mundo drogado hasta las cejas, verdad?.
- Yo.. yo.. yo. - Chillaba histérico.
- Doug - Chilló cabreada.
- Voy - Chilló desde el fondo del pasillo.
- ¿Que quieres, Jessi?. ¿Necesitas que te ayude en algo?.
- Quítale de mi vista, no quiero ni verle.
- Pero.. ¿Que quieres que haga con el?. - Dijo Doug mientras le miraba con desprecio.
- Desvistele y déjale en la bañera.
- Claro, eso esta hecho.
- Otra cosa.
- ¿Si?.
- Asegúrate de que no se haga daño, yo iré en seguida.
- Descuida, Jessi, no le tocaré ni un pelo.
Doug empujó el sillón por el pasillo taciturno, le molestaban sus gritos y quería acabar cuanto antes e irse de allí.
Entró en el baño y cerró la puerta tras ellos.
- Será mejor que te calles, no estoy de humor para mas tonterías. - Dijo mientras le daba un puñetazo en el estómago.
- Ahhh. - Chilló asustado.
- Estoy hasta los cojones de tus tonterías. - Dijo mientras le cogía por el cuello con ambas manos hasta dejarle sin respiración.
«Mierda.. Otra vez con esta mala bestia. Otra vez sin aire.. Otra vez en sus manos. Odio a este animal. No puedo.. respi.. respirar..»
De pronto disminuyó un poco la presión y le dejo tomar un poco de aire.
- Cof.. cof.. cof.. - Tosió aterrado.
- Eres un guarro. ¿Te parece normal ponerte perdido?. - Dijo mientras señalaba sus pantalones.
El se puso rojo de vergüenza mientras tosía y le miraba asustado.
- Desvístete y rápido. Según parece vas a tomar un largo baño. - Dijo mientras se reía.
«Un largo baño.. Ahora se dice así. Seguro que habrá cualquier cosa en la bañera salvo agua. Un baño.. Lo último que veré será este baño. Mierda de baño, y mierda de bañera.. No quiero acabar así. No tiene el menor sentido. Y sin embargo.. Así es como acabaré.. En una jodida bañera, en una puñetera cabaña en medio de ninguna parte, en mitad de la noche, y en sus manos..»
- Vamos.. ¿Es que no sabes hacerlo mas deprisa?. - Dijo mientras le daba un puntapié en el tobillo.
El se desmayó de dolor mientras ahogaba un grito en su garganta.
- Será divertido, no me cabe la menor duda. Verás que rápido te hago yo volver en si. - Dijo Doug mientras le ponía la mordaza de aro muy ajustada y cogía unos alicates.
- Mmmmmmmmmmmmmmm
«Dios.. dios.. No.. no.. no...»
El intentaba con todas sus fuerzas forcejear en el sillón, pero Doug le había atado con fuerza la cabeza y esposado las manos a la espalda.
Doug se sentó sobre el y tiró con todas sus fuerzas de su colmillo mientras se lo arrancaba al tercer tirón con la ayuda de las tenazas.
- Que pena.. No parece que tuvieras caries.. Pero te hacia falta volver en si. ¿Y que mejor modo que este?.
«Maldito cabrón.. Jodido animal. ¿Como has podido hacerme esto?. Eres un maldito psicópata. ¿De donde coño te has escapado?. Dios.. ¿Como he podido acabar entre tus manos?. Maldita sea mi suerte...»
- Y ahora desvistete. - Dijo mientras le daba una ostia.
- mmm mmm. - Protestó asustado.
«¿Como pretendes que me desvista jodido bastardo?. ¿Quién podría desvestirse estado completamente inmóvil?. Ni tan siquiera puedo mover un dedo.. ¿Como podría hacer algo?..»
- Se ve que no tienes ganas de obedecer.. Es una pena.. Trata de no desmayarte o te quedarás sin dientes. - Dijo mientras soltaba una carcajada y le apretaba el cuello con ambas manos.
«Animal.. Maldito animal.. ¿Quién podría no desmayarse cuando le intentan asfixiar?. No tendré suerte y se te irá la mano.. Daría lo que fuese por dejar de sufrir.. Siento mis pulmones como si fuesen a estallar.. Todo me da vueltas.. Necesito aire, cabrón.. Tan solo un poco de aire..»
- Joder.. no sale.. Venga a tirar y no sale.. - Dijo Doug mientras intentaba arrancarle otro colmillo.
Gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas y un grito resonó en su garganta mientras palidecía.
«Dios.. dios.. dios, Jessi. Por lo que mas quieras.. Ven rápido y llévate a este jodido monstruo.. Tan solo eso.. Mátame o haz lo que gustes, pero que se vaya este animal..»
- Pero que guarro eres.. Te lo has vuelto a hacer en los pantalones. - Dijo mientras le daba otra ostia que hizo que le pitasen los oídos.
- Calma muñequito.. el diente es fuerte, pero yo lo soy mas. Saldrá, ya lo verás. - Dijo mientras daba otro fuerte tirón y se lo arrancaba de cuajo.
- mmmmmmmmmmm
- Deja de llorar.. ¿Te crees que me voy a parar tan solo porque gimotees?.
- Procura no hacer tanto ruido o lo pagarás caro. Te lo aseguro. - Dijo mientras le acercaba los alicates ensangrentados a los ojos..
«Mierda.. Este jodido animal tiene todas las de ganar. Si intento chillar. Mierda.. Se que lo haría.. Mis pobres ojos.. Solo me queda tratar de aguantar y confiar en que Jessi venga lo antes posible..»
- ¿Sabes?. Creo que me haré un bonito collar con ellos.. Míralo por el lado bueno.. Por muchos puñetazos que te den, nadie te saltará un diente.. - Dijo mientras se reía.
- Animo que estoy terminando.. Vas a quedar muy bonito muñequito llorón.
- Mira que me está dando guerra esa jodida muela.. - Dijo mientras le daba un puñetazo fuerte en el estómago.
- Pero no te preocupes que no te defraudaré.. - Dijo mientras cogía el bisturí y le hacia un corte en la encía.
El se desmayó de dolor, cuando volvió en si, vió una muela ensangrentada frente a sus ojos.
- Mucho mejor.. ya vas pareciendo un bonito muñequito..
- Un muñequito muy guarro.. Y eso no se puede consentir. - Dijo mientras le miraba serio.
- Pero le prometí a Jessica que no te tocaría ni un pelo, tienes suerte. De buena gana te daba ahora mismo tu merecido.
«Si, tengo muchísima suerte, no me ha dejado ni un jodido diente. Y tengo las encías tan doloridas que apenas puedo rozarlas con la lengua.. Mucha suerte, sin duda. De todos los jodidos animales y psicópatas que hay en este jodido mundo, he debido de dar con el peor.. No se puede tener mas suerte..»
- Será mejor que te meta en la bañera. Estás hecho un autentico guarro y Jessica debe estar a punto de llegar. - Dijo mientras cortaba la cuerda que le aprisionaba la cabeza.
Doug metió la silla en la bañera y la arrimó a la grifería.
"Claro. No podía ser de otro modo. Pasaré mis ultimas horas en la misma silla, el mismo baño, la misma bañera.. Esposado, atado, y seguramente amordazado para que no les moleste. Cierto, no podía ser de otro modo.."
El sollozaba asustado, mientras le miraba aterrado.
Doug cogió el bisturí y se le acercó.
- Por favor, no. No lo haga.
- Tranquilo muñequito, y deja de gimotear.. No querrás verme enfadado, ¿verdad?.
El bisturí hizo jirones su ropa con rapidez, mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.
- Deja de llorar y muevete deprisa. - Dijo mientras le quitaba las esposas.
- Perdón, pero.. ¿Que me mueva hacia donde?.
«Hacia la jodida silla, sin duda alguna, pero temo contrariar aún mas a este animal. Tan solo me faltaba eso, que se enfadase aún mas conmigo. Jessica.. ¿Cuanto tiempo mas tardarás aún en terminar de cenar?. O mucho me equivoco o a la que te descuides lo encontrarás todo hecho. No aguantaré demasiado tiempo en manos de esta mala bestia..»
- Tienes suerte de que le haya prometido a Jessica que no te tocaría.. - Dijo mientras le miraba furioso.
- En la silla y rápido. - Chilló.
- Lo.. lo intentaré. - Titubeó asustado.
«Uf, con lo que me duelen las piernas.. La sola idea de intentar moverlas me da escalofríos. Si por lo menos hubiese acercado el sillón a la bañera. Pero no.. eso era demasiado pedir. ¿Como iba a ocurrírsele darme facilidades para algo?..»
«No me queda otra.. O lo hago o lo hago.. No tengo alternativa...»
El apoyó ligeramente los pies en el suelo y se impulsó con ellos, dirigiendo el sillón del pc hasta la bañera, mientras Doug le miraba divertido.
«Dios.. dios.. dios.. Me duele horrores. No quiero ni pensar en tener que ponerme en pie. Ni hablar, no seré yo quién aumente mi dolor. Bastante es haber tenido que impulsarme con los pies.. Seguro que si me siento un momento en el borde de la bañera llego a la silla sin apoyarme..»
«Mierda.. No había contado con que mi cuerpo pesase tanto sobre mis muñecas.. Estoy jodido.. Haga lo que haga, estoy jodido..»
- Vamos muñequito llorón.. ¿A que esperas para moverte?. - Dijo Doug con impaciencia.
- Deme un momento, por favor. Ya estoy casi en la silla, por favor. - Dijo temblando mientras descansaba sobre el borde de la bañera.
- Quizás debería de ayudarte a moverte mas deprisa. - Dijo mientras encendía el mechero y se lo acercaba a las nalgas.
- Por favor.. por favor. No me queme mas, por favor. - Sollozó asustado.
- Deja de gimotear y muevete mas deprisa. Eres un completo inepto. ¿Como puedes tardar tanto en moverte apenas unos centímetros?.
- Yo.. yo.. yo.. - Lloró asustado mientras se movía.
- Vamos muñequito llorón.. No querrás que me enfade contigo, ¿verdad?. - Dijo mientras cogía el mechero y se lo mostraba.
- Ya.. ya estoy en la silla. - Resopló agotado por el esfuerzo.
- Muy bien, ahora te ayudaré a descansar un rato mientras esperamos a Jessica. - Dijo mientras le ponía la soga alrededor del cuello y se reía.

viernes, 14 de enero de 2011

CAPÍTULO 19 - UNA VELADA TRANQUILA.. - FELIZ AÑO 2011





- Bebe un poco de agua y deja de llorar.. Me estás arruinando la cena.. Mas que una cena, casi parece que estemos en un funeral. - Dijo mientras le llenaba de agua el vaso de plástico.
- Gracias, Jessi. - Dijo entre sollozos.
- Ya estoy un poco mejor. Siento mucho haberte molestado.
- No hay problema, no te preocupes..
- Aunque, si sigues llorando daré por terminada la cena. ¿Has entendido?.
- Se supone que estamos disfrutando de una deliciosa cena en agradable compañía..
- Pero si al parecer te disgusta tanto cenar que no dejas de llorar. No te preocupes que no tendré el menor problema en dejarme de contemplaciones y terminar lo que he empezado..
- Lo entiendo, Jessi, sé que soy un pesado y que te estoy molestando esta noche.
- Perdóname, por favor. Intentaré no molestarte..
- Es solo que.. que me pongo a pensar y..
- La verdad es que nunca he visto a nadie comer con tanta lentitud una sopa.. Parece que estés comiendo un jabalí. Es solo sopa, tan solo tienes que tragarla, ni tienes que partirla ni mucho menos masticarla. ¿Te crees que los fideos son de hierro o que?.
- Intentaré comer mas deprisa, tienes toda la razón.. Llevo un buen rato comiendo la deliciosa sopa.. Es que, está tan rica que quiero disfrutar de cada cucharada como si fuese la última y saborearla cucharada a cucharada..
«Odio la jodida sopa, ya ni sé a que leches sabe.. A cada cucharada que tomo me parece mas nauseabunda.. Me encanta poder charlar contigo con relativa tranquilidad, pero cuanto mas lo pienso mas veo que el precio a pagar para ello, es excesivamente alto. Mierda de sopa.. Y mierda de sopera, mas que sopera casi parece una jodida bañera.. ¿Pero cuantos litros de sopa caben en esa puñetera sopera?...»
- No, no son de hierro. Has preparado una sopa buenísima. De hecho..
En ese momento sonó el móvil de Jessica y le hizo una señal de que se callase.
- El menor ruido que hagas y será el último. - Dijo mientras le señalaba la pistola.
- Hola nena
- No, no me has despertado. ¿Que querías?.
- La verdad es que me pillas casi a punto de irme a la cama.
- ¿Quién dices que ha desaparecido?.
- Ah, pues no tenía ni la menor idea. Hoy no encendí el pc, me duele un poco la cabeza.
- Seguro que estará por ahí pasándoselo en grande.
- Ah.. ¿Lo dices por aquella foto que te envíe?. Que va..
- Eso fue solo una broma entre nosotras, por la apuesta, pero lo único que pasó fue lo que se veía en la foto... A el ni siquiera le dije porque quería esa foto..
- Que va, aquel día solo tomamos un par de copas. Y bueno, luego ya me viste en la discoteca. Estaba sola. ¿Recuerdas?.
- Después de vernos, el había quedado con alguien. No le pregunté con quién, creo que había quedado con un amigo suyo.
- No le des mas vueltas y no te preocupes, verás como pronto aparece.
- Claro, nena, en cuanto sepa algo, serás la primera en saberlo.
- Habrá perdido el cargador o le habrán robado el móvil y por eso no twitteará.
- O quizás está borracho y no atina a escribir nada comprensible..
- Claro, si me entero de algo te lo digo..
- Venga, no te preocupes mas y descansa.
- Un beso.
El se tapó la boca con las manos y sollozó asustado, mientras escuchaba atónito la conversación.
«Me bastaría un grito de auxilio y me oiría.. Además está preocupada por mi e incluso sospecha que algo no está bien, pero.. Pero el arma está sin seguro, le bastaría con apretar ligeramente el gatillo y antes de que colgase el móvil estaría muerto. Puede que incluso conozca la existencia de esta jodida cabaña y decida venir hasta aquí a investigar.. Solo faltaría eso, que viniese y ponerla a ella en peligro por mi culpa. Nunca me lo perdonaría. Yo puede que ya no tenga la menor esperanza de salir de aquí con vida, pero no pienso arrastrar a otros conmigo..»
- Me alegra ver que sabes comportarte. - Dijo mientras lo ponía el seguro a la pistola y se la guardaba en el bolsillo del pantalón.
- Muchas gracias, Jessi. Intento complacerte en lo todo lo que está en mi mano.
- Jessi, por favor.. ¿Puedo hacerte una pregunta?. - Dijo mientras palidecía.
- Si, pregúntame lo que quieras.
- ¿Puedes decirme si la que llamó, era la amiga común contra la que apostaste?. ¿Quién es?. Y si no es mucho pedir.. ¿Puedes por favor decirme en que consistió la apuesta?. Significaría mucho para mí saberlo, por favor, Jessi.
- Si, una de las apuestas fue contra una amiga común, que acaba de llamar. Está preocupada por ti, se ve que te aprecia mucho.
- Pero no te preocupes por ella, ya la tranquilice un poco.
- Se piensa que estás de juerga con algún amigo.
- Muchas gracias, Jessi. No se de quién se trababa, pero me alegro de que al menos no esté preocupada por mi culpa. Es todo un detalle por tu parte el hecho de que fueses tan amable con ella.
- ¿Puedes decirme al menos de quién se trata?. ¿O al menos aclararme que habéis apostado?.
- ¿Que tal está la sopa?. - Dijo mientras le miraba seria.
- Riquísima, gracias. Nunca había probado una sopa tan deliciosa como esta.
- Supongo que eso significa que lo mejor es que cierre la boca y no te haga preguntas que se que no me vas a responder, ¿verdad?.
- Perdona que insista, pero.. Necesito saberlo. ¿Con quién se supone que estoy de juerga?. Es decir. ¿A quién le has cargado el muerto?. ¿A quién has culpado de mi desaparición?. - Dijo mientras palidecia.
- Se ve que no entiendes el significado de una velada tranquila.. ¿Tan difícil es para ti recordar que estamos en la noche del viernes pasado?. Ni has desaparecido, ni está nadie preocupado.. Acabamos de brindar y ahora estamos cenando tranquilamente. ¿Estamos?.
- Si, Jessi, perdóname, por favor.
- El próximo error por tu parte, sea el que fuera y doy por terminada la cena. ¿Quedó claro o te lo tengo que repetir?. - Dijo mientras acariciaba el cuchillo eléctrico.
- Que.. que bonita noche hace, ¿verdad?. Has elegido un lugar delicioso para nuestra cita. - Dijo temblando.
- Será una noche muy romántica, al calor de la chimenea y en esta cabaña tan acogedora. - Dijo mientras la miraba con lágrimas en los ojos.
«Será una noche puñetera.. Tratando de disimular que estoy al borde del llanto. Disimulando que ni es agradable, ni acogedora, ni tan siquiera bonita.. Casi cada centímetro de esta jodida cabaña me recuerda lo que pasó, lo que está a punto de ocurrir.. Creo que no hay ninguna habitación en la que no me haya sucedido algo desagradable. En la entrada, la copa de whisky que me abrasaba por dentro y que si no me llegó a sentar, habría logrado que me desplomase.. En la cocina, la ventana de los cojones por la que no logré ni tan siquiera sacar una mano fuera.. En la habitación y en el baño, prefiero no recordarlo, aunque se que pase lo que pase, jamás podré olvidarlo.. En el pasillo, puñetazos y arrastrarme por el suelo, muerto de miedo.. Y a la entrada, fue memorable, cuando llegó y me encañonó con el arma.. Claro que si, como no.. Es una preciosa noche, en la que podemos hablar y.. mierda.. Es una jodida despedida, la última cena de un condenado.. ¿A quién intento engañar?. Ni siquiera es eso.. Esta cena será lo que sea, menos tranquila.. No le han faltado amenazas, violencia.. Lo que se dice una perfecta velada..»
- ¿No tienes calor?. Estás casi al lado de la chimenea y solo te has quitado la cazadora. ¿Tanto frío tienes?.
- Tengo un poco de calor, si. ¿Te parecería mal si me quito la chaqueta y el jersey?.
- Como me va a parecer mal. Tienes cada cosa.. Ponte cómodo.
- Muchas gracias, Jessi. Si pudieses por favor, echarme una mano. La verdad es que estoy muy cansado de trabajar, y me duele un poco la espalda.
«Lo cierto, es que debo de tener algún hueso roto, me duele horrores mover mi brazo izquierdo.. Eso por no hablar de la espalda. Y las piernas, no quiero ni recordar lo magulladas que están..»
"Pero eso tu ya lo sabes.. El único propósito de esta velada es que te diviertas, quizás que dejes de sentir remordimientos por lo que pasó o por lo que esta a punto de pasar o quizás darte tiempo a decidir de que forma acabaras conmigo.. Si, es una deliciosa velada."
- Creo que sabrás arreglártelas solo. Después te costará mucho mas trabajo moverte.
- Claro, Jessi. Pero.. ¿Pero, porque?.. - Titubeó asustado.
- Quiero decir.. ¿Hasta cuando podré moverme?.
- Perdona, Jessi. En realidad no quería decir eso. Ya ni se lo que digo, es solo que.. Que.. -Titubeó preocupado.
- Jessi.. ¿Donde vas?. Perdóname, por favor. -Dijo llorando al verla salir del salón.
- Espera. -Dijo desde la puerta sin dignarse en mirarle.
"Dios, Jessi.. ¿Que he hecho?. ¿Que te he dicho que haya podido molestarte tanto?. Dios.. Dios.. Dios.. ¿Que va ha pasar ahora?. Tengo miedo. Mas que eso, estoy aterrado. Ojalá te apiadases un poco de mi y no me pusieses siempre las cosas tan difíciles. Me gustaría tanto.. Pero, se que no lo harás. Nunca lo harás.. Oh, Jessi. ¿Como puedes albergar tanto odio en tu interior?. ¿Como puedes ser tan violenta conmigo?."
- Claro, Jessi, esperaré lo que quieras. - Titubeó preocupado.
«Como si pudiese hacer otra cosa.. Nada puedo hacer salvo esperar. ¿Esperar que?. Una solución que se que nunca llegará a tiempo. Una salida.. No. Se que jamás habrá una salida. Haga lo que haga, o diga lo que haga, nada cambiará. Ella no se detendrá. Esperar.. ¿Y que otra cosa podría hacer..»
- Nooooooooooo. - Chilló aterrado al verla regresar con las tablillas y las cuerdas que había usado para destrozarle la muñeca izquierda.
- No, por favor, Jessi. No lo hagas. - Suplicó asustado.
- Haré lo que quieras, pero.. pero, no vuelvas a golpearme la muñeca, por favor.
- Extiende el brazo izquierdo sobre la tabla. Vamos, no tengo toda la noche. - Dijo mientras le miraba seria.
- Si, lo hago. - Dijo mientras hacia lo que le pedía y sollozaba asustado.
«Dios.. dios.. dios. Eso quiere decir que ya se ha terminado esta maldita cena. No se que es lo que pretende hacerme, pero.. Nada bueno, puede haber en que de nuevo me inmovilice el brazo ayudándose con cuerdas y tablas. Pero.. ¿Que podría hacer yo?. Si trato de oponerme se que será aun peor. No tengo mas opción que hacer lo que me pide. Y confiar en que todo suceda rápidamente. Aun no entiendo que ha podido ponerla tan furiosa.. Tan solo le dije que me dolía el brazo. Y es cierto, apenas si puedo moverlo. Estoy casi seguro de que está roto, lo último que haría sería moverlo, salvo que ella me obligué a hacerlo. Y sin embargo, aún le parece que está poco dañado.. ¿Que se propondrá hacerme?..»
Gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas mientras le ataba cuidadosamente la muñeca al tablón.
Echó un último vistazo a su muñeca y desvió la mirada hacia el suelo, mientras ella seguía atando su brazo a la tabla sin inmutarse.
Temblaba de pies a cabeza mientras la miraba fijamente, quizás tratando de adivinar sus aviesas intenciones.
Se secó con cuidado las lágrimas a la manga de su camisa, y echó un último vistazo al salón mientras se tapaba los ojos con la mano, y aguantaba la respiración.