sábado, 4 de junio de 2011

CAPÍTULO 27 - EL ULTIMO TWEET..







Ella llenaba una botella grande de agua en el baño, mientras Doug la miraba aterrado e incapaz de reaccionar.
Joder.. Joder.. ¿Que coño va a hacer con esa maldita botella de agua?. ¿En que he podido molestarla?. No he hecho el menor ruido, ni protestado. Maldita sea.. Aunque solo sea agua, no quiero que me obligue a beber.. No lo soportaría..
Doug temblaba asustado mientras la miraba, ella llenaba la botella sin prestarle la menor atención.
Se va.. Ufffffff. Se ha ido.. Eso es suerte.. Quién sabe.. Quizás solo tenga un poco de sed..
Doug resopló aliviado cuando ella cerró la puerta y le dejó solo y a oscuras.
Nunca me había alegrado tanto de estar de nuevo a solas. Mientras esté a oscuras y solo, nada malo me sucederá.. Ojalá no vuelva en muchas horas.. Quizás solo pretenda darme una lección.. Pero estoy asustado. Y el hecho de que ella haya entrado al baño y ni siquiera me haya dirigido la palabra, no hace sino confirmar mis mas aciagos temores. Mierda. Quisiera tanto poder estar equivocado.. Pero no.. Se que no lo estoy. No se muy bien lo que pretende, pero.. Sea lo que sea, se que no me gustará.. Si no hubiese sido tan estúpido..
La habitación estaba toda en penumbra, nada parecía fuera de lugar, una robusta cama de madera, una mesilla de noche y un pequeño armario empotrado completaban la espartana decoración.
Ella llegó y accionó el interruptor, al instante la atmósfera de la habitación cambió, dos potentes focos le iluminaban e irritaban aun mas sus doloridos y resecos ojos.
Sobre la mesilla, estaba situado un hornillo que ella se apresuró a encender, por el suelo estaban diseminadas un sin fin de herramientas.
La habitación ya no parecía acogedora ni mucho menos tranquila, gruesas manchas de sangre cubrían la sabana y abundantes salpicaduras la recorrían.
El se echó a llorar al verla llegar, y tembló asustado.
- Verás como te diviertes.. - Dijo mientras acariciaba sus cabellos y comprobaba que el tubo seguía en su sitio.
“Claro, Jessi. Me divertiré.. No me queda otra que tratar de aguantar el dolor lo mejor que pueda y confiar en que termines pronto con esto.. Realmente divertido..”
Ella cogió la botella de plástico llena de agua y la posó sobre la mesilla.
Después se le acercó lentamente y le acarició los muslos con suavidad, ascendiendo suavemente hacia su dolorida entrepierna, acariciándole con suavidad una y otra vez, hasta conseguir una buena erección.
No entiendo nada.. ¿Que sentido tiene todo esto?. No se que es lo que pretende hacerme, pero estoy aterrado.. No puede haber nada bueno, en que de pronto me trate con tanta delicadeza.. Jessi, por favor.. Por lo que mas quieras, no trates de endulzarme las cosas, tu no eres así. Haz de una maldita vez lo que sea, por favor.
- Te dije que te divertirías. - Dijo riéndose.
- Pero no todo ha de ser diversión. - Dijo mientras empezaba a introducirle el odioso alambre por la uretra, cada vez mas profundo, hasta conseguir que saliese la orina a borbotones.
- No has debido de hacer eso.. - Dijo mientras le miraba con severidad y acercaba el alambre al hornillo encendido.
Dios.. dios.. dios.. Dios mío.. El hornillo.. De nuevo el maldito hornillo. ¿Tanto me odias?. ¿Que te queda aún por hacerme?. Si ya estoy destrozado.. No hay mucho mas que puedas hacer conmigo salvo matarme.. Pero seguro que tu encuentras la forma de torturarme.. Y aún peor, seguro que logras prolongar mis sufrimientos durante horas, o puede que incluso días.. Dios mío.. No puedo aguantar durante días, esta maldita pesadilla tiene que terminar ya.
Tu dirás lo que quieras, pero.. No alcanzo a comprender que puedes querer aun de mi. Apenas me quedan fuerzas para nada.. Ni fuerzas ni esperanzas ni tan siquiera tengo ya ganas de intentar sobrevivir.. Y todo el merito es tuyo..
El alambre adquiría poco a poco un color amarillento mientras se iba calentando. El debía contentarse con permanecer impasible. Su cuerpo estaba fuertemente encadenado, y era incapaz de moverse.
Apenas si podía respirar, el tubo le recordaba una y otra vez que tan solo con que lo moviese unos centímetros mas abajo o lo cerrase dejaría de respirar.
- Trata de relajarte, piensa en algo agradable, respira hondo e imagina que estas muy lejos de aquí. Y ahora deja de llorar.. No querrás salir mal en el vídeo, ¿verdad?.
Gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas, Y sollozó asustado, mientras intentaba en vano apretar los puños.
- Vamos, no exageres tanto, que apenas si te he tocado..
Claro.. ¿Como ibas a tocarme?. No harías nada que pudiera remotamente dañar tus delicadas manitas.. ¿Para que?. Es mucho mas sencillo emplear cualquier herramienta y hacer una salvajada sin apenas mancharte las manos..
El alambre tenía ya un tono rojizo inconfundible y se había puesto al rojo vivo en el extremo en contacto con el hornillo.
- Ahhhhhhhhhhh. - Chilló a través del tubo en un sonido apenas audible.
- Trata de calmarte.. Piensa en lo que opinarán de ti, cuando te vean tus conocidos.. ¿No querrás que piensen que eres muy blandito, verdad?.
Jessi, por Dios.. Nadie en su sano juicio pensaría eso de mi. Y mucho menos si ven todo lo que he tenido que soportar.. Lo extraño es que aún siga con vida..
- Ahhhhhhhhhhhhh. - Chilló a través del tubo, mientras intentaba en vano tratar de golpear su cabeza contra la cama.
Me estás destrozando.. No aguanto mas el dolor.. Jessi. Para, por favor.. No sigas.. Jessi.. Apaga el maldito hornillo, por lo que mas quieras.. Para..
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló antes de perder el sentido.

Una violenta tos le despertó, e hizo que recuperase el sentido al instante, mientras intentaba por todos los medios tratar de respirar.
Y yo que me quejaba de Doug.. Que equivocado estaba.. Tu eres, el verdadero animal que hay aquí. Solo tu, Jessi. Y lo peor es que no lo sabes o no te importa.. Me estás abrasando con el alambre, aun te parece poco sufrimiento para mi, y no contenta con ello, incluso tratas de ahogarme tan solo porque no pude aguantar el dolor y perdí el sentido. Dios mío, Jessi. ¿Como puedes ser tan cruel?..
Un fino hilillo de sangre goteaba de su pene y bajaba entre sus muslos gotita a gotita mojando las sabanas.
- Quizás si haya servido para algo, después de todo.. - Dijo mientras se ponía unos gruesos guantes aislantes y sacaba de su polla el grueso alambre aún al rojo vivo.
- Vaya, aún está caliente.. Tendré que posarlo en alguna parte para que se enfríe. - Dijo mientras lo colocaba entre sus muslos y le obligaba a cerrar las piernas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Aulló de dolor, a través del tubo.
- Cálmate un poco.. Vamos, intenta tranquilizarte. Apenas si está caliente.. - Dijo mientras continuaba apretando sus piernas y el alambre adquiría poco a poco un tono rosado..
¿Que no está caliente?.. Un maldito alambre al rojo vivo quemando mis muslos.. Y aun no le parece caliente.. ¿Es que acaso pretendes quemarme directamente con el hornillo?. Por favor, Jessi. Para ya, por favor.. No sigas..
- Tranquilo.. No será tan terrible como piensas.. Apenas si lo notarás. - Dijo mientras le metía una gruesa sonda empapada en alcohol a través de su quemada uretra.
- Ahora compórtate y no me hagas arrepentirme de ser tan magnánima contigo. - Dijo mientras le sacaba el tubo.
- Lo.. Lo intentaré. - Balbuceó aterrado.
- ¿Como te encuentras?. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le miraba.
- Estoy bien, Jessi. No te preocupes por mi. - Dijo mientras la miraba con tristeza.
¿Como quieres que esté después de lo que me has hecho?. Sin fuerzas para seguir viviendo y deseando que se acabe de una vez esta maldita pesadilla. Tan solo eso. Y aun me preguntas como estoy.. Es increíble que después de todo lo que ha pasado aun tengas el valor de preguntarme si me encuentro bien..
- Si logras sostenerlo entre tus dedos te dejaré enviar tu último tweet. - Dijo mientras le mostraba su móvil y se lo acercaba al alcance de la mano.
- Pero Jessi.. Sabes que tengo las manos rotas.. No me queda ni un solo dedo sano.. Es imposible que lo consiga. Lo único que podré hacer es morirme de dolor al intentar no ya cogerlo, sino mover mis pobres dedos.. Es imposible que logre siquiera rozarlo sin hacerme daño. Y creo que ni haciendo acopio de las escasas fuerzas que me quedan conseguiría nada..
- ¿Acaso no tienes nadie de quien quieras despedirte?. ¿No tienes nada importante que decir?. - Dijo mientras le miraba perpleja.
- Claro que si, Jessi. Lo tengo. Tengo tantas cosas que decir.. Y tanta gente de la que me gustaría poder despedirme.. Pero.. sé que ya nunca podré hacerlo.. Tu nunca me dejarías.. - Dijo mientras se le quebraba la voz.
- Coge el móvil y hazlo. Cuanto antes lo hagas será mejor.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Dijo mientras intentaba en vano coger su móvil.
- No puedo, Jessi. Mis dedos no me responden..
- ¿Tienes algo que decirme?. ¿Alguna ultima voluntad o similar?. A partir de aquí, ya no te garantizo que te vayas a volver a despertar..
- ¿Despertar?.. ¿Vas a volver a drogarme?. ¿Que..?. ¿Que vas a hacerme?. - Dijo mientras la miraba aterrado.
- Por favor, Jessi. Por lo que mas quieras, déjame tratar de permanecer despierto..
- Me aterra dormirme sin saber lo que quieres hacerme.
- ¿Es esa tu ultima voluntad?. - Dijo mientras le miraba perpleja.
- Dios, Jessi.. ¿Como puedes preguntarme algo así y quedarte tan tranquila?.
- No lo se, Jessi. Estoy demasiado aturdido como para tratar de darte una respuesta medianamente coherente.
- En tal caso, no me entretengas.
- Abre bien la boca. - Dijo mientras se le acercaba con el mismo trapo con que casi le ahoga.
- Por favor, Jessi. No me hagas esto.. Otra vez no..
- He dicho que abras la boca. - Dijo mientras le daba un martillazo en su maltrecha rodilla.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló antes de desmayarse.
Minutos después volvió en si, y la miró aterrado.
- Lo siento, Jessi. No pretendía molestarte. Haré lo que me pidas.. - Dijo mientras abría la boca temblando.
- Me parece muy bien. - Dijo mientras le metía el trapo en la boca hasta dejarle casi sin resuello.
- Veamos si me sirve. - Dijo mientras le apretaba las mejillas y le pintaba los labios con el loctite.
- Aprieta bien los labios. - Dijo mientras se los sujetaba.
- ¿Estás seguro de que prefieres continuar despierto?. - Dijo mientras le mostraba el afilado bisturí.
El negó con la cabeza mientras sollozaba aterrado.
Dios.. Jessi. Suelta eso, por favor.. No puedes estar hablando en serio.. Dios mío.. No puede ser posible.. No puedes ser tan sumamente cruel.
El miraba aterrado el instrumental que ella había desplegado sobre la mesilla, incapaz de dar crédito a lo que estaba contemplando.
Por Dios, Jessi.. No lo hagas.. No puedes estar hablando en serio..

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