viernes, 17 de junio de 2011

CAPÍTULO 29 - RECUERDOS LEJANOS..






- Claro, Jessi, intentaré darme prisa.. Discúlpame, por favor. Intento poner orden en mis pensamientos..
- Jessi, por favor. Por favor, por favor.. Por lo que mas quieras. ¿Podrías reservar el resto de los souvenirs para cuando yo haya muerto?. Y si acaso es mucho pedir.. ¿Podrías al menos tratarme un poco mejor?. No te pido mucho, tan solo que me expliques las cosas. Puedes hacerlo como gustes, o no hacerlo.. Yo no te lo impediré, ni protestaré. Ya lo sabes.. Pero significaría mucho para mi, y no creo que sea mucho pedir, el hecho de que me digas: “Ahora te dormiré un rato y cuando despiertes tu intestino no será mas que un recuerdo..” o bien: “Lo siento, pero acabo de vender tu oreja, trata de no moverte mientras te la corto..”.
- Dicho asi parece un poco fuerte. Si hasta te di un calmante.. Tampoco es plan de que se crean que soy un monstruo sin sentimientos..
- Perdóname, Jessi. Ni se lo que digo.. No pretendía molestarte.. Lo siento mucho. Lo ves.. Te dije que me estaba costando trabajo dar con las palabras.. Apenas si puedo pensar con claridad.. Y se ve que aun menos expresar correctamente mis ideas. No se lo que habré dicho que haya podido molestarte. Pero, perdóname, por favor.
- ¿No te habrás enfadado conmigo, verdad?.
- No, claro que no. No tengo mas motivos que los que tenía en un principio para estar enfadada contigo.. Pero de eso ya hace mucho tiempo y los dos sabemos demasiado bien lo que sucedió.
- Lo se, Jessi. Créeme si te digo que me arrepiento cada segundo que me quede de vida de lo que sucedió.. Nunca debí hacer eso.. Perdóname, por favor.
- Tan solo recuerda quién dio el primer paso para que las cosas no siguieran en el vacío del olvido. Justo de donde nunca debieron volver.
- Fui yo, lo sé.. Yo y mi estúpida insistencia.. Me equivoque, ahora lo se.
- ¿Insistencia?. Dejémoslo mas bien en acoso.. Hay que llamar a las cosas por su nombre y tratar de hablar siempre con propiedad.
- Tienes razón, Jessi. Una vez mas erré el camino a seguir.
- Jessi. ¿Sería mucho pedir que me dieses otro calmante?. Me está empezando a doler bastante fuerte el vientre, apenas si puedo ya soportarlo.
- No te hará falta de momento. Debes estar consciente y lo mas despierto posible para los vídeos. ¿No querrás salir amodorrado en las grabaciones, verdad?.
- No, Jessi. Claro que no. Es mejor que esté despierto. Si tu lo dices, así será. Será como tu quieras, Jessi. - Dijo mientras palidecía.
- Voy a buscar un par de cosas que necesitarás, trata de no moverte en exceso. - Dijo sonriendo.
- Lo intentaré, Jessi. Muchas gracias por decírmelo. - Dijo mientras bajaba los ojos asustado.
Tiene gracia que me mandes no moverme. Pero vamos a ver.. ¿Hay alguna parte de mi cuerpo que pueda mover aún sin tu ayuda?. Como no sea la mandíbula.. O quizás pretendes que vuelva a mover mis dedos fracturados. Dios mío, Jessi. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. Recordarme una y otra vez que no tengo salida. Que nada puedo hacer.. Que nada puedo exigir. Que en realidad ya no soy nadie.. Y cada vez soy menos yo.. Ya soy una triste caricatura de lo que fui, y pronto no quedará de mi ni eso.. Pronto seré un triste recuerdo.
Me asustas, Jessi.. Cada vez que te veo que me tratas con amabilidad, me echo a temblar, porque se que detrás de tus sonrisas y palabras amables se esconde siempre la cruel verdad. La aterradora verdad, cuanto mas amable pareces será peor.. Siempre es peor.. No se lo que pretendes, pero.
Daría lo que fuese porque te detuvieses. Si tan siquiera sucediese algo que te hiciese detenerte. Ya no concibo la menor oportunidad de sobrevivir, pero si te detuvieses quizás podrías dejarme morir en paz, o al menos sin tener que soportar tantos dolores..
Un rato después la vio entrar en la habitación y tuvo que contenerse para evitar chillar.
No puede ser.. Dios mío, tengo que estar equivocado.. Y sin embargo, para que otra cosa iba a necesitar una tabla.. Maldita sea mi suerte. Ya tiene la tabla, el martillo ensangrentado sigue en el suelo.. Ya no le hace falta nada. No se que hueso pretende romperme, pero se que lo hará. Y no solo eso, piensa asegurarse de que no tenga la menor oportunidad de resistir el golpe.
- Está haciendo falta un poco de música, cuanto menos se escuchen tus gritos será mejor.
- Claro, Jessi. La música que no nos falte. - Dijo mientras temblaba de los muñones a la cabeza.
- Sigamos con el disco de Era, justo ahora creo que es lo que necesitamos. - Dijo mientras soltaba sus piernas de las cadenas que las retenían.
- Jessi, por favor.. Dime antes de que subas mas el volumen, lo que piensas hacerme, por favor.
- Necesitas que te ate mejor, tal cual estas no me sirve.
- Pero.. Jessi. Si estaba encadenado, no podía mover ni un músculo. Que puedes necesitar aun de mi. - Dijo aterrado mientras la veía disponer un sin fin de objetos sobre la mesilla.
- ¿Que vas..?. ¿Que vas a hacer con todo eso?. Díme que vas ha hacerme, por favor, Jessi. Por favor, por favor..
- No seas impaciente, ahora mismo lo verás. - Dijo mientras colocaba la tabla bajo sus riñones.
- Que contrariedad, es demasiado extrecha. Me hará falta también usar la otra.
- ¿Para que?. ¿Que vas a hacer conmigo?. Por terrible que sea, preferiría saberlo. Tan solo eso, por favor. Por favor..
Un rato después, Jessica colocaba la tabla bajo sus muslos, y la empujaba hasta unirla a la otra.
El mientras tanto lloraba en silencio sin poder dejar de temblar.
- Hora de subir el volumen. - Dijo sonriente mientras en su pc sonaba The Mass a pleno volumen.
Perfecto, Jessi.. Así por mucho que chille apenas me oirás..
Ella cogió su muslo derecho y lo encadenó con fuerza, obligándole a abrir sus piernas, hasta que no podía mas. Solo entonces se detuvo y clavo sendas puntas en la tabla, a las que enganchó la cadena para impedirle moverse.
El lloraba aterrado mientras veía como sus preciosos ojos verdes no perdían el menor detalle en lo que hacia.
Oh, Jessi.. Daría lo que fuese porque tus ojos no me mirasen con furia. Si te dieses cuenta de lo que estás haciendo estoy seguro de que te detendrías.. Tu no puedes ser la misma chica de la que un día estuve enamorado. No puede ser..
De un último tirón, encadenó su otra pierna y fijó su muslo con puntas, enganchando de nuevo la cadena.
Entonces subió el volumen aún mas. Y le acarició los cabellos..
- Apenas si lo notarás, ya lo verás.. - Dijo mientras tensaba aún mas las cadenas, y le obligaba a abrir las piernas como nunca en toda su vida lo había hecho, hasta casi dislocarlas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras la miraba.
Ella seguía tensando las cadenas con la ayuda de sendas poleas, cada vez mas tirantes, cada vez mas abiertas, cada vez mas destrozadas..
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Para por Dios, para.. Por lo que mas quieras, no sigas. Por favor. Por favor.. Por favor..
Entonces la canción volvió a empezar por enésima vez, y ella siguió traccionando las cadenas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chillaba sin parar, cada vez mas asustado.
Dios mío.. Esto no puede estar sucediendo. No me puede estar ocurriendo esto. ¿Porque?. ¿Porque?.. ¿Porque a mi?. Si hace días que no puedo moverme.. ¿Que sentido tiene todo esto?. Aunque no estuviese encadenado, jamás lograría llegar hasta la puerta. Nunca podría escapar.. ¿Que sentido tiene todo esto?. Dios mío.. Ya vuelve a empezar.. Dios, no lo soportaré mucho mas tiempo.. No puedo mas..
- Jessi, para.. Para, por favor. Para.. - Chilló aterrado.
- Trata de calmarte un poco, apenas si estoy empezando. - Dijo mientras bajaba el volumen.
- Intento estar tranquilo, Jessi. De veras que nada me gustaría mas que poder estar tranquilo durante un rato. Pero no puedo, me estás haciendo mucho daño.
- Dios mío, Jessi. ¿Que quieres decir con que estás empezando?. ¿Que vas a hacerme?. Jessi, por lo que mas quieras. Para, por favor. Para ya. No sigas, por favor. Por favor, te lo suplico, para ya. - Sollozó aterrado.
- No te preocupes mas y deja de llorar. Estás quedando fatal en la grabación, apenas empecé y ya lloras como si te estuviese matando..
- ¿Que pretendes hacerme?. - Dijo con los ojos llenos de lágrimas y una mueca de dolor dibujada en su rostro.
- ¿Que es lo que no has empezado?. Tan solo eso, Jessi. Dímelo a tu modo, como prefieras, pero díme algo, por favor.
- Estas cosas llevan su tiempo, y no se pueden apresurar hay que hacerlas paso a paso para que todo salga bien. Ya sabes que me gusta tomarme mi tiempo y poner atención en los pequeños detalles, ¿verdad?.
- Si, Jessi, lo se. Pero sigo sin entender a donde quieres ir a parar o que es lo que pretendes hacerme.
- Probablemente podría hacerlo mucho mas deprisa haciendo un par de cortes. Pero tu no puedes permitirte sangrar mas en unos días. Estás muy débil.
- Ya, y yo ya no tengo un par de días, ¿verdad?. ¿Es eso?. ¿No?. Ya no me queda tiempo e intentas que te dure el mayor tiempo posible.. ¿O acaso estoy equivocado?.
- Vamos, no dramatices.. ¿Dónde ibas a estar mejor que aquí conmigo?.
- Dios mío.. Esas fueron mis palabras.. Dios mío.. Te dije que donde mejor estabas era a mi lado.. Dios mío.. ¿Aun lo recuerdas?.
- Oh, Jessi. No sabes cuanto lo siento.. - Dijo mientras se ponía colorado por la vergüenza.
- Basta de palabrería inútil. - Dijo mientras subía el volumen y daba un fuerte tirón a la cuerda de la polea.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor antes de desmayarse.
Cuando volvió en si, ella continuaba tirando de la cuerda haciendo toda la fuerza que podía.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló mientras su piel adquiría un color marmóleo.
Volvió a perder el sentido una y otra vez, pero ella no se detuvo.
Un rato después abrió los ojos y la miró.
- Jessi, perdóname, por favor. - Dijo en un hilo de voz, mientras intentaba no chillar de dolor.
- ¿Te crees que a estas alturas va a cambiar algo entre nosotros, el hecho de que me pidas perdón?.
- Es que ya no se que mas decirte, Jessi. Me creas o no, estoy hablando en serio. Me gustaría que me perdonases.
- Y yo ya no se como decirte que no insistas de forma que lo entiendas.. - Dijo mientras cogía unas tenazas y se le acercaba.
- No te preocupes, lo acabarás entendiendo. Sea por las buenas o por las malas, es lo de menos. Lo importante es que entiendas las cosas la primera vez que te las explico y no me hagas perder el tiempo en tonterías.
- Dios mío.. Dios.. No lo hagas, por favor. No diré nada, por favor. Por favor.. - Suplicó aterrado.
Ella situó su dedo corazón entre los bordes afilados de las tenazas y apretó con fuerza. Su pobre dedo ya con los huesos fracturados no opuso la menor resistencia y se partió cual si fuese mantequilla.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras se ponía aun mas pálido.
Ella lo envolvió en un trapo y presionó la herida con fuerza para detener la pequeña hemorragia.
- Jessi.. Jessi.. Me siento muy raro, no me encuentro nada bien. - Dijo mientras intentaba por todos los medios seguir consciente.
De pronto, ella le dio dos fuertes bofetadas que hicieron que le pitasen los oídos.
- Trata de no dormirte o será peor para ti. ¿Has comprendido?.
- Lo intentaré, Jessi. Pero estoy un poco mareado.. - Dijo en un hilo de voz.
- No hay problema, si te quedas dormido te despertaré con el hornillo.
El tembló aterrado y con las escasas fuerzas de que disponía esbozó una sonrisa y dijo: - Esta es mi Jessi, hace lo que sea para ganar.
- Creo que esto te sentará muy bien. Te está haciendo falta. - Dijo mientras le clavaba la ahuja y le mostraba la jeringuilla.
- Seguro que si. Peor ya no me puedo encontrar.. - Dijo mientras la miraba.
- ¿Que es eso?. Para, por favor.. Para.. - Dijo llorando.
El líquido seguía entrando poco a poco.. Cada gota le dolía mas que la anterior, y le abrasaba las entrañas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor.
- Para por favor, por favor, por favor, por favor.. - Suplicó entre lloros.
- Mira que eres blandito.. No haces nada mas que llorar a cada momento..
- Lo siento mucho, Jessi. Se que te molesta, pero me duele mucho. No sigas, por favor, por favor.. Suplicó entre sollozos.
- Es necesario. Se te ve un poco débil.
- No.. No.. No.. Mas no, por favor.. - Suplicó asustado.
El líquido seguía entrando gotita a gotita, mientras el se retorcía de dolor.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló.
El líquido entraba gotita a gotita en su maltrecho cuerpo, el lloraba sin parar mientras su cuerpo se contraía intentando escapar de la ahuja.
Pero era en vano, la jeringilla apenas estaba mediada y el líquido continuaba entrando muy despacio.
- Por favor, por favor.. Por favor, no me hagas esto.. - Suplicó entre sollozos.
- Trata de estar tranquilo, o tendré que darte otra. - Dijo mientras señalaba una caja repleta de viales idénticos al que acaba de usar.
- Por favor, por favor.. Por favor.. - Dijo llorando en un hilo de voz.
Cuando el líquido se terminó, el temblaba asustado y no dejaba de llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario