viernes, 10 de junio de 2011

Capítulo 28 - EL SOUVENIR..





- Lo ves.. Sabía que preferirías dormir un rato. Es lo mejor para ti. Podrías hacer algún movimiento brusco y hacerte daño sin querer. Y tu no querrás moverte y que el bisturí se clave en tu corazón, ¿verdad?.
Ni lo sé, Jessi. A veces creo que hasta sería una ventaja para mí, el hecho de que te equivocases o que debido a un movimiento fortuito acabases con mi vida.
Hazlo de una maldita vez.. Se que lo harás. No hay nada ni mucho menos nadie que te haga detenerte. Lo se.
Ella mojó un trapo en Éter y se le acercó. El sollozó asustado y acercó la cabeza dócilmente al trapo empapado mientras la miraba.
No te preocupes, Jessi. No me moveré, entre la perspectiva de estar despierto mientras me cortas con el bisturí y un hermoso sueño del que con un poco de suerte no volver a despertarme, prefiero dormir..
No te guardo rencor.. No entiendo porque lo has hecho, pero.. Probablemente nadie lo entienda. Sea por una apuesta, contra unos animales.. Si, no puedo considerarles personas. De ninguna manera.. Alguien que apuesta la vida de otra persona, y no solo eso, se permite incrementar la apuesta cada día que el desgraciado logre sobrevivir, no puede ser de ninguna forma una persona.. Ni hablar, por mas que lo pienso sigue sin entrarme en la cabeza que hayan hecho o bueno, pagado a alguien para que haga esto.. Ni lo concibo ni creo que nadie que esté en sus cabales concebiría una cosa así..
Sea porque te has vuelto completamente loca, sea por lo que yo te hice.. No lo se, y francamente. Ya me da igual. El resultado al final, será el mismo.. Es imposible que logre sobrevivir, pero a la vez tampoco me permites morir, simplemente te propones alargar mis sufrimientos hasta.. Maldita sea.. ¿Hasta cuando?.
Oh, Jessi.. Si por lo menos hablases conmigo y me explicases las cosas..
Su respiración se fue haciendo lenta y pausada, mientras sus ojos vidriosos se quedaban mirando a la nada y perdía el sentido.
Ella le destapó e hizo una pequeña incisión por encima de su ombligo que prolongó unos centímetros hacia arriba, separando con cuidado las capas de piel que le cubrían.
El gemía entre sueños sin llegar a recuperar la consciencia.
Ella taponó la pequeña hemorragia con un trapo, mientras presionaba la herida con fuerza.
Poco a poco dejó de sangrar y recuperó el color.
Ella continuó la incisión con cuidado, sin prestarle atención, el se agitaba una y otra vez sin llegar a recuperar la conciencia.
De pronto se agitó violentamente, recuperó la conciencia y chilló.
- Ahhhhhhhhhhhhh. - Chilló en un sonido apenas audible mientras la miraba horrorizado e intentaba por todos los medios despegar sus labios sellados.
- Tienes que intentar estarte muy quieto, o por lo menos hasta que te haya cosido.
El levantó la cabeza de la almohada con las escasas fuerzas con que contaba y la miró sin poder dar crédito a lo que veía.
Dios.. dios.. Dios mío, Jessi.. ¿Como has podido hacerme esto?.. Dios mío.. ¿Es que acaso..?... ¿Acaso tu crueldad no conoce límites?..
- Cálmate y procura no mover tu cabeza o me veré obligada a atarte.. No puedo consentir que intentes golpearte. ¿No querrás hacerte daño, verdad?.
El la miró con ojos desorbitados y palideció.
Como si te importase.. No entiendo como puede molestarte el hecho de que me auto-golpeé. Cuando tu llevas probablemente días, o puede que tan solo durante horas maltratándome.. Ni siquiera se cuanto tiempo ha pasado desde aquel maldito día. Probablemente días.. puede que tan solo horas o inclusive semanas, aunque lo veo poco probable, porque no recuerdo haber comido nada consistente y cada vez me noto mas débil.. ¿Te crees que trato de golpear mi cabeza por pura diversión?. Si al menos me ayudases y pusieses algo rígido bajo mi cabeza.. Lo que sea.. Si tan siquiera pudiera perder el sentido durante unos minutos.. Sería tan dulce.. Y si por infinita suerte pudiese entrar en coma, ya sería el no va mas de la eficacia.. Pero ni tan siquiera quieres dejar a mi alcance esa misera posibilidad..
No. Harías lo que fuese con tal de que no te molestase. Es lo único que te importa..
Jessi.. Por lo que mas quieras.. No sigas, por favor.. Noooooooooooo. - Chilló, mientras contraía su cuerpo en una gran mueca de dolor.
- Será mejor que bebas algo, seguro que así te tranquilizas un poco.. - Dijo mientras cogía la botella y comenzaba a empapar el trapo que ocluía su boca.
El intentó por todos los medios impedírselo de la única forma en que podía, moviendo la cabeza e intentando ladearla..
Jessi, por lo que mas quieras.. No sigas, por favor.. Lograrás que me asfixie. No lo hagas, por dios, Jessi..
El se agitó en vano intentando tomar aire sin conseguirlo, mientras su piel adquiría un suave tono morado.
- Bebe un poco mas, te hará bien, estoy segura.. - Dijo mientras le acercaba de nuevo la botella a los labios.
El puso los ojos en blanco antes de desmayarse al borde la asfixia.
Ella cogió de nuevo el bisturí y siguió con la incisión abriendo poco a poco su abdomen.
Un buen rato después el abrió los ojos, contrajó el rostro en una gran mueca de dolor y se echó a llorar.
Dios mío.. Se ha vuelto completamente loca.. Eso es, ha perdido totalmente la razón. Dios.. dios.. dios.. ¿Como ha podido hacerme esto?. ¿Que sentido tiene que me hayas hecho semejante salvajada?.
Ella le acercó el bisturí a los labios y le sacó el trapo.
Claro, no podía ser de otro modo.. ¿Para que usar el quita-pegamento?. Donde va a parar.. Es mucho mas práctico usar un bisturí. A fin de cuentas, que importa un corte mas o un corte menos. Tan solo es mi piel..
- Jessi, por favor.. ¿Te puedo preguntar una cosa?. - Dijo temblando asustado.
- Claro que si. ¿Que quieres saber?.
- ¿Podrías decirme si lo que está sobre el plato..? - Titubeó asustado.
- ¿Lo que hay en el plato no serán..?. No pueden ser mis intestinos, ¿verdad que no?.
- En realidad es justo lo que son. He tenido que extraerlos.. A ti ya no te servirán para nada, y a mi me estorbarían para lo que voy a hacer.
- Pero.. pero, Jessi. ¿Como puedes decir una cosa así y quedarte tan tranquila. Dios mio, Jessi.. ¿Acaso te has vuelto completamente loca?.
- Vamos no exageres, si hasta te he puesto un calmante. Luego dirás que no me preocupo por ti.. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le obligaba a inclinar la cabeza hacia atrás.
¿Un calmante?. Ahora si que estoy realmente preocupado.. Si me ha dado un calmante no puede ser para nada bueno. Ni tan siquiera cuando me amputó los pies me dio un calmante. Por mas que se lo supliqué no logré que me diese nada. Y ahora de pronto, y sin ningún motivo, me lo ha dado. Aquí tiene que haber gato encerrado. Es imposible que me lo de, sin motivo.
- Mucho mejor, así estás un poco mas cómodo. - Dijo mientras fijaba su cabeza a la tabla con cinta de embalar. Dando varias vueltas, de forma que le impedía realizar movimiento alguno.
- Si, Jessi. Así estoy mucho mejor. Aunque sería todo un detalle si me dijeses para que has atado mi cabeza. Tan solo eso, por favor..
- Por favor, Jessi. Solo te pido eso. Díme al menos que piensas hacer conmigo. ¿Para que me has atado la cabeza?.
- Está bien, si eso te tranquiliza un poco, vendrá bien..
- Acaban de encargarme un souvenir.. No entraba en mis planes vender souvenirs, pero.. La oferta es ciertamente tentadora, es una suma muy elevada. Total que no he podido negarme..
- ¿Un souvenir?. ¿De que clase de souvenir estamos hablando?. - Titubeó aterrado.
- ¿No serás capaz de..?. Jessi, por lo que mas quieras. Dime que eso no tiene nada que ver con que me hayas atado la cabeza. Por favor, Jessi.
- Oh, vamos. No te preocupes.. Te he dado un calmante. Deja de gimotear y pórtate como un hombre. - Dijo mientras cogía el bisturí y se le acercaba.
- Jessi, por dios. No lo hagas, por favor. No. Te pagaré lo que sea, pero no lo hagas por favor..
- Quizas mi dinero no alcance para salvar mi triste vida, pero.. Seguro que si alcanza para pagarte por el souvenir. Piénsalo, por favor..
- De esta forma cobrarías dos veces, una por conservarlo unas horas o días mas, y la otra por venderlo..
Una vez que haya muerto, puedes hacer conmigo lo que quieras. Pero, por favor, por lo que mas quieras. No lo hagas..
Ella le cogió la oreja cuidadosamente con una mano, mientras con la otra blandía el bisturí y la iba extirpando poco a poco.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor, mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.
- Calma, ya casi está.. No exageres que apenas si lo has notado.
Claro, Jessi. Lo que tu digas.. Como soy de hierro, ya no noto nada.. Tu sigue a lo tuyo y no te preocupes. Yo de todas formas no me iré a ninguna parte.. Hagas lo que hagas, nada puedo hacer. Pero.. ¿Como has podido hacerme semejante mostruosidad?. ¿Souvenir?. Dios mio.. ¿Quién puede estar tan loco como para llamar a esto un souvenir?. No les basta con el streaming, las fotos, los videos de los momentos mas fuertes. Aun les pareció poco y pretenden comprarme como si yo tan solo fuese un triste pedazo de carne. Una mercancía desechable, a la venta al mejor postor.. Un trofeo que les recuerde una y otra vez lo que vieron, quizás lo que sintieron, quizás lo que disfrutaron..
- Piensa en algo agradable y deja de gimotear que casi he acabado. - Dijo mientras continuaba cortando su oreja.
- Jessi, por favor. Por lo que mas quieras, no me hagas esto.. - Lloraba aterrado
- Jessi.. Jessi. No.. - Chillaba asustado.
- Tranquilo, casi he acabado.. No podía hacer una chapuza, debía de recortarla perfecta, para que quedase redondeada y bonita. ¿No querrías que se estropease y tuviese que recortar la otra, verdad?. - Dijo mientras presionaba la herida para detener la hemorragia.
- Jessi, por favor.. ¿Podrías prometerme algo?. Se que no tengo derecho a pedirte nada, pero.. Significaría mucho para mi. No te pido mucho. Por favor, Jessi. Dime que al menos te lo pensarás.
- Está bien.. Lo pensaré.. ¿Que quieres?. - Dijo mientras le miraba con cara de fastidio.
- Se que no tengo ningún derecho a proponerte algo, y que probablemente no me tengas en cuenta, pero.. Déjame que cuanto menos lo intente. Al menos, déjame tratar de hacer algo. No es mucho, pero.. Dadas las circunstancias. Me tendré que conformar con lo que tengo a mi alcance..
- ¿Piensas decirlo o acaso no te atreves?.
- Jessi, por favor.. Pónte aunque sea un solo un segundo en mi lugar y trata de no atosigarme. Estoy intentando elegir las palabras para decirte como me encuentro.. Pero.. Si ni siquiera puedo dejar de temblar, como pretendes que te diga lo que sea sin pararme a pensarlo.
- Jessi, por dios.. Concédeme tan solo unos minutos, por favor.. Por favor. Tan solo eso..
- Está bien, unos minutos. Pero procura no entretenerte en exceso.

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