viernes, 13 de enero de 2012

CAPÍTULO 55 - CASI 7 MINUTOS..







Dios mío, Jessi. 
Ya vuelves de nuevo. Oigo tus pasos acercarse. 
Por una vez hubiese preferido que tardases un poco mas de tiempo en regresar.
Necesitaba descansar tan solo unos minutos para intentar recuperar la compostura. 
Odio presentarme ante ti como si fuese.. 
¿Como me llamó aquel maldito animal?. 
Ah, si. Ya recuerdo: un muñequito llorón..
Dios.. Cada vez estás mas cerca..
Te acercas ya a la puerta.. 
De un momento a otro la abrirás y después.. 
Tengo miedo, Jessi. 
No se lo que querrás hacer conmigo pero estoy aterrado.. 
Apenas si puedo respirar, debo aguantar un dolor atroz. 
Y tu aun no te conformas con eso y pretendes hacerme mas daño..
Dios mío.. 
Ya estás aquí de nuevo.
Dios.. Dios.. Dios..
Tu maldita sonrisa de hielo sigue ahí. Siempre está ahí.
Por Dios, Jessi. 
Por lo que mas quieras no vuelvas a coger el taladro. 
No lo soportaría, por favor.
Haz lo que sea menos eso. Déjalo posado, por lo que mas quieras..
- Mmmmmmmmm. - Dijo entre sollozos.
Es inútil por mucho que lo intente este maldito trapo no dejará salir de mi boca ni siquiera un susurro, un murmullo o nada medianamente inteligible. 
No hay nada que pueda hacer o decir para intentar convencerte..
- ¿Aun sigues llorando?. Hay que ver lo que te gusta montar el número. - Dijo entre risas.
- Mmmmmmm. Mmmmmmm. - Chilló aterrado mientras la miraba con las mejillas llenas de lágrimas.
- Tiemblas sin parar. Aun no se porqué, pero no deja de ser una suerte para ti. Porqué justo ahora vas a entrar un poco en calor.. - Dijo entre risas.
Jessi.. Dios mío.. ¿Es que acaso no puedo ni temblar de miedo sin darte mas motivos para que me tortures?. 
Dios mío, Jessi. Eres un monstruo..
Quítame el trapo de la boca, por favor, Jessi.
Hay tantas cosas que quisiera poder decirte mientras aún tenga fuerzas para poder hacerlo.
- Y ya no te hago esperar mas.. - Dijo mientras se ponía de nuevo los guantes ignífugos y cogía el soplete.
No.. No.. No.. Otra vez los malditos guantes ignífugos..
No puede ser cierto.. 
Dios mío, Jessi. Dime que no lo harás. Por favor. Por favor.. 
No puedes ser tan cruel..
Dios.. Dios.. Dios.. 
¿Que vas a hacer ahora conmigo?. No puede ser cierto. Dime que estoy equivocado. Por favor.. 
Tengo que estar equivocado..
- Mmmmmmmmmmmm. - Chilló fuera de si mientras temblaba aún mas aterrado.
- No dejas de hacer ruido con las cadenas. Creo que un poco de música te ayudará a relajarte. - Dijo riéndose mientras seleccionaba: Fire de Hans Zimmer en su iPod y la reproducía en los bafles.
- Y ahora sigue el ritmo de la música y trata de divertirte tanto como yo.. - Dijo entre risas.
- Serán 6 minutos con cincuenta y tres segundos de diversión.. - Dijo sin poder contener una carcajada.
- Y creéme si te digo que serán irrepetibles, subiré o bajaré de intensidad al ritmo de la canción.. - Dijo entre carcajadas mientras le veía palidecer.
- Y ahora comencemos. - Dijo sin poder dejar de reír mientras volvía al principio de la canción.
Dios mío.. 
¿Como puedes ser tan cruel?.. 
Dios mío..
- Mmmmmmmmmm. - Chilló aterrado cuando las primeras gotas de cera derretida por el soplete empezaban a caer sobre su recto lentamente.
- Y ahora fíjate bien en la canción que llegamos a la parte divertida. - Dijo entre risas.
- Estamos en el minuto dos con cincuenta y tres segundos.. Figúrate cuanta diversión te aguarda.. - Dijo entre carcajadas.
Dios.. Dios.. Dios.. 
No puede haber nadie mas cruel que tu. Me estás abrasando con la cera.. 
Cada vez mas caliente. Cada vez la derrites mas deprisa.. 
Dios mío, Jessi..
Quítame el maldito trapo de la boca y te suplicaré que me mates.. Haré lo que quieras. Lo que sea antes de seguir aguantando esto.. Por Dios, Jessi.. 
Por Dios..
- Mmmmmmmmmm. - Chilló aterrado.
- Calma.. No seas impaciente que aún falta la mejor parte de la canción.. - Dijo entre risas.
- Realmente divertida esta canción como muy bien recordarás.. - Dijo mientras le guiñaba un ojo.
Claro, Jessi. ¿Quién podría olvidar esta maldita canción?.. 
Siempre que suena me torturas sin la menor piedad.. 
Pero ya nada me importa.. 
Cada vez me encuentro peor.. 
Siempre peor, y a ti no te importa lo mas mínimo..
No tengo ninguna salida. Lo se.
- Lástima, ya se ha terminado la canción y casi la vela.. - Dijo entre risas. 
- Pero no vamos a desperdiciar este fragmento.. - Dijo riéndose mientras lo derretía de un solo click y lo dejaba caer en su recto.
- Mmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló de dolor mientras temblaba aterrado.
- Vamos.. Vamos.. No exageres.. Si ni siquiera te he puesto una mano encima. - Dijo riéndose mientras manipulaba con rapidez el pulsador y le hacia cambiar de postura bruscamente.
El se mareó, a punto estuvo de desmayarse, y la miró con ojos vidriosos tratando de fijar en sus retinas la imagen, mientras se sentía como si flotase.
De pronto, le quitó la cinta de embalaje y el trapo de la boca. El aprovechó para tomar una gran bocanada de aire.
- Muchas gracias, Jessi. - Dijo entre sollozos.
- Vamos.. Deja ya de llorar que no es para tanto. - Dijo entre risas.
Claro que no.. 
¿Que motivos iba a tener para llorar?. Me torturas sin parar, cada vez de forma mas cruel. Y aún pretendes que esté tranquilo y relajado.. 
¿Quién podría estarlo?. No, Jessi. No tengo motivos para quejarme. Porqué como se me ocurra hacerlo, se que me tratarás aún peor que hasta ahora.. 
Y yo no lo soportaría..
Debo intentar ser fuerte, y tratar de complacerte en todo lo que pueda..
No me queda otra.
No quiero ni pensar en lo que me harías si te vuelvo a enfadar. Y no tengo ganas de comprobarlo. 
Si, cuando estás de buen humor me haces estas salvajadas.. 
Que no harías conmigo si me guardases rencor y además te cabreo..
Dios mío.. 
No lo quiero ni pensar..
- Si, Jessi, tienes razón. Debo intentar tranquilizarme. Lo último que quisiera hacer sería molestarte. - Dijo con tristeza.
- Pareces un poco cansado. ¿Que tal te encuentras?. - Dijo entre risas.
- Si, estoy un poco cansado y dolorido, pero aguantaré. Gracias por preocuparte por mí.
Estoy jodido.. 
Muy jodido.. 
Apenas puedo ya aguantar el dolor. Pero eso tu ya lo sabes.. 
Y no te importa lo mas mínimo, puesto que tu eres la causante de todos mis sufrimientos. Aun no se para que me lo preguntas.. 
Lo que menos te importa es mi respuesta.
- Por supuesto que aguantarás. ¿Porqué no habrías de hacerlo?. Con lo bien que te trato yo.. - Dijo riéndose mientras acariciaba sus cabellos.
- Jessi. Por favor. Por favor. ¿Podrías decirme que sucede?. Te noto muy rara. Estás como distante. Se que estás preparando algo. Actúas de forma extraña, como si tuvieses prisa o algo te preocupase. ¿Acaso va a volver Doug?. - Preguntó preocupado mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.
- No, Doug no te volverá a poner las manos encima. - Dijo entre risas mientras hacia una pausa..
- Gracias, Jessi. Gracias. - Dijo mientras resoplaba de alivio.
Dios mío.. No puedo creerlo.. 
Al menos me he librado de volver a ver a ese maldito animal. No se lo que habrá ocurrido, pero nada me hace mas feliz que tu promesa de que jamás me tocará..
- Vamos, deja ya de gimotear e intenta sonreír. No querrás que vuelva a coger el taladro. ¿verdad?. - Dijo entre risas.
- No.. Por favor, Jessi. Por favor. No lo hagas. No. - Sollozó aterrado.
- Te prometo que intentaré sonreír. Haré lo que quieras, pero no uses el taladro. Por favor. Por favor. - Suplicó aterrado.
- Calma.. Vamos deja ya de llorar. - Dijo mientras le sonreía con dulzura y acariciaba sus cabellos.
- Intenta estar tranquilo. No hay nada de lo que debas preocuparte. Todo está tal y como debería. Lo único que tienes que hacer es tratar de estar lo mas relajado posible. - Dijo Jessi mientras le sonreía con dulzura.
Dios mío. Es cierto.. Algo horrible está a punto de suceder. Nunca te había visto sonreír así.
Tu falsa sonrisa es aun peor que tu sonrisa de hielo..
Años deseando volver a ver tu sonrisa. Y cuando por fin lo consigo. Lo último que desearía sería ver tu sonrisa.
Me tratas con tanta dulzura, tanta amabilidad.. Que no puedo dejar de asustarme. Se que tu no eres así. O al menos no conmigo..
Si ahora estás sonriente y amable, eso solo puede significar que estás tratando de tranquilizarme.
Quizás lo único que busques sea mi sonrisa, quizás solo intentas que esté un poco mas a gusto y relajado..
Pero tu no eres así. Yo no te importo lo mas mínimo, como bien me lo has demostrado infinidad de veces..
Me estás dorando la píldora por algún motivo que desconozco. Y eso me aterra, Jessi.
Estaré sufriendo, estaré casi al limite de mis fuerzas, estaré agotado.. 
Si, pero no soy estúpido..
Se que tratas de ocultar tus verdaderas intenciones, de hacer que me calme una y otra vez con sonrisas y palabras dulces.
Pero estás logrando justo lo contrario de lo que te proponías.. 
Cada vez que te veo sonreír así no puedo dejar de temblar. Y de pensar en lo que harás conmigo cuando te canses de jugar.. 
Ya no importa nada lo que hagas. Yo solo soy un triste juguete roto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario