sábado, 22 de octubre de 2011

CAPÍTULO 45 - ROZANDO LOS LABIOS..







- Mmmmmmmmmmmm. - Chilló de dolor.
No puedo mas, Jessi. Ven, por favor.. Ven ya y mátame de una maldita vez..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. 
Tic-tac.. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Dios mio, otra vez no.. No puede ser.. 
No soportaré otra vez ese calor infernal..
Cada vez mas calor.. Y tu sigues sin venir..
Maldita sea, Jessi. ¿Cuando piensas venir a verme?. 
Se que cuando vengas me harás sufrir y rabiar de dolor, pero al menos estarás aquí.
Por Dios, Jessi, ven. Tienes que venir ya.
No puedes hacerme esto y desaparecer.. Dios.. Jessi. ¿Dónde estás?..
Dios mío, Jessi. Me muero de sed. ¿Hasta cuando me piensas seguir achicharrando?. 
Calor y mas calor. Cada vez mas calor.. Si al menos pudiese beber aunque solo fuese un triste sorbo de agua. Me muero de sed. Tengo la garganta tan seca que de haber llevado el tubo seguro que se me habría quedado pegado.
Este calor es infernal, me abrasa una y otra vez casi sin descanso. Y esa odiosa sábana que no me deja ni siquiera moverla un milímetro para intentar destaparme.
Sudo sin parar, y no solo no puedo destaparme, sino que una y otra vez este artilugio maldito hace que tenga cada vez mas calor..
Click. Click. - Sonó el mecanismo antes de detenerse.
Ven ya, por favor. Jessi, ven.. 
Tienes que venir.. No puedes hacerme esto y dejarme así.
Jessi.. Por lo que mas quieras, ven de una vez.. No aguanto mas este dolor atroz que me abrasa las entrañas.
¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. Hacerme esto y dejarme solo sin que te importe lo que me suceda. Dios. Jessi. ¿Tanto me odias?..
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.. 
Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac.. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac. Tic-tac..
Dios. Dios. Dios.. Otra vez no. No puede ser.. No..
No aguantaré mas el calor.. ¿Es que ni siquiera merezco un triste segundo de respiro?. ¿Es acaso mucho pedir que se detenga un rato este artilugio del demonio?. ¿Porque me haces esto?. 
Jessi, por lo que mas quieras.. Ven y apágalo. 
No puedo mas.. Me estoy abrasando. 
Esta puñetera máquina da siempre calor en las mismas zonas. ¿Es que no comprendes que si no puedo cambiar de postura ni moverme lo mas mínimo y el calor es casi constante, me acabará produciendo quemaduras importantes?. 
Jessi, vuelve por Dios. Vuelve y apaga esta puñetera maquina o al menos dame de beber. Aunque sea un sorbo de agua.
Dios mío.. No recuerdo haber tenido nunca tanta sed. Daría lo que fuese por poder beber.
No tengo ni siquiera un minuto de respiro. Me estoy abrasando de calor.. Me estoy quemando cada vez mas. 
A estas alturas preferiría que me quemases con el mechero.. Duele mas en el momento, pero luego siempre te pones a hacer otra cosa, y das tiempo a que mi pobre cuerpo se enfríe.
Ven por favor. Ven..
Jessi.. Me encuentro muy mal. Tienes que venir ya. Ven, por favor. Ven. - Sollozó agotado
El se desmayó de dolor..
Bip.. Bip.. Bip. Sonó la alarma en su habitación, pero el no llegó a oírla.
Jessica se despertó sobresaltada con el sonido de la alarma, que estaba conectada a su monitor. La desconectó y observó el monitor con atención.
Maldita sea.. En mala hora se me ocurrió instalar este maldito altavoz.. 
Las cuatro de la mañana y esta puñetera alarma va y suena.. 
Joder, y luego seguro que será un fallo del software, o algún cable que estará flojo. 
Todo parece estar en orden. Va a ser una perdida de tiempo.. Aunque creo que será mejor que vaya a ver que le ocurre, no puedo permitirme dejar la plancha desconectada el resto de la noche. Le hace falta un poco mas de calor..
Jessica se levantó y echó a andar hacia la escalera de caracol.
Si que hace frío, será mejor que me ponga el abrigo. Al menos hasta que llegue al sótano.
Bajó las escaleras, giró la llave en la cerradura y escuchó con atención.
Está todo tranquilo, y no se escucha ni el menor ruido. Quizás este excesivamente tranquilo, y eso quiere decir que algo va realmente mal. Pero.. ¿El que?.
Luego se dirigió sin darse excesiva prisa hacia la primera y mas grande de las habitaciones, en la que el se encontraba.
Abrió la puerta procurando no hacer ruido. Mientras no le quitaba ojo.
El seguía inconsciente e inmóvil, atado fuertemente a la camilla, cuando ella le quitó las ahujas que tenía clavadas en sus córneas y le vendó los ojos.
Tenía mucha fiebre y apenas si reaccionaba. 
Le elevó unos centímetros sobre la camilla, extrajo la plancha de acero y la miró asombrada.
La plancha ha hecho un trabajo impecable. Quizás demasiado.. 
Con razón sonó la alarma, tiene unas buenas quemaduras. Casi como si se hubiese asado a fuego lento. No tengo ni idea de a cuantos grados ha podido llegar con la plancha a tope, y la sábana térmica sin dejarle transpirar, pero han tenido que ser muchos para que salte la alarma y la plancha se desconecte.
Lo que se dice una buena sauna.. 
Y lo que le queda por aguantar..
Será mejor que le quite la mordaza.. 
No me perdería por nada del mundo sus suplicas, sus ruegos, y sus lloros cuando comprenda que apenas si estoy empezando a torturarle y que lo peor aún está por llegar
Pero ya va siendo hora de que se despierte. 
Será muy divertido, quizás demasiado..
Cogió una botella de agua helada y se la acercó a los labios sin abrirla. Mientras con otra botella le iba mojando poco a poco hasta empaparle.
- Oh, Jessi. Por fin has venido.. Tenía tantas ganas de verte.. Aunque me hayas vendado los ojos es lo mismo, tus razones tendrás. Estás aquí.. - Resopló preocupado.
- Lo que importa es que estás aquí. Por fin has venido.. Jessi.. - Suspiró preocupado.
- Me encuentro muy mal, el bajo vientre hace horas que me duele, apenas si lo soporto. ¿Podrías ayudarme un poco a calmar el dolor?. - Suplicó preocupado.
- Tendrás que aguantar un rato el dolor. Es lo único que puedes hacer hasta que estés preparado.
- ¿Que esté preparado?. - Inquirió asustado.
- Por Dios, Jessi. ¿Para que tendría estar preparado con lo mal que me encuentro ya?. -Preguntó aún mas asustado.
- Jessi, te agradezco muchísimo que me hayas refrescado un poco. Lo necesitaba y mucho, pero.. ¿Podrías darme por favor aunque solo fuese un sorbo de agua?. - Preguntó preocupado.
- Me muero de sed, Jessi. Tan solo un sorbo, por favor. Por favor, dame un poco de agua. Déjame beber un poco y luego ya haces conmigo lo que quieras. Dime que lo harás, por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- Por favor, Jessi. Aunque sea un sorbito. Por Dios, Jessi. No me hagas esto.. No puedes poner una botella de deliciosa agua fría al alcance de mi boca y no darme ni tan siquiera un sorbo. - Suplicó entre sollozos.
- Por favor, Jessi. Por lo que mas quieras, dame un poco de agua. Tan solo eso, por favor, Jessi. - Dijo entre lloros.
- Esperarás un rato. Si bebieses ahora, lo mas probable sería que te sentase mal. ¿No ves que estás demasiado acalorado como para beber?. - Dijo mientras le acariciaba las mejillas con suavidad.
- Si, Jessi. Tienes razón. Tengo demasiado calor como para beber y que me siente bien. - Dijo con tristeza.
- Pero.. ¿Y si me mojas tan solo los labios?. Eso no podría sentarme mal, ¿verdad que no?. - Dijo preocupado.
- Esperarás un ratito, en cuanto te vea un poco mejor, te daré de beber.  - Dijo mientras rozaba sus labios resecos con una gota de agua.
- Si, Jessi. Esperaré todo lo que tu digas. No hay problema. - Dijo mientras pasaba la lengua por sus labios resecos e intentaba coger la pequeña gotita de agua que ella había posado sobre sus labios.
- Es cierto, debes de tener un poco de sed.. - Dijo mientras secaba la gotita de agua con los dedos y sonreía.
- Si, Jessi, la tengo. Tengo muchísima sed. Dime que tengo ya mejor cara, por favor. -Dijo preocupado.
- Aún no. No seas impaciente. En cuanto puedas beber, te acercaré un vaso. - Dijo mientras acariciaba sus labios resecos con un dedo mojado y hacía que las gotitas de agua resbalasen por su barbilla.
Dios mío, Jessi. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. Me engañas una y otra vez poniendo al alcance de mis labios una triste gota de agua, que sabes que estoy desesperado por beber. Para justo cuando estoy a punto de alcanzarla. Dejarme con las ganas.. Eres tan cruel..
- Has debido de pasar mucho calor.. Y sin poderte mover, ni destapar.. Has debido de pasarlo realmente mal.. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le miraba.
- Si, Jessi. Fue horrible, con lo que me dolía, y aun me duele, el bajo vientre que apenas si lo soportaba y cuando intentaba dormir. Sonaba el temporizador y me empezaba a quemar, cada vez mas calor, cada vez mas dolor.. - Dijo asustado.
- Entonces, será mejor que le eche un buen vistazo a ver como te encuentras. - Dijo mientras le destapaba y acariciaba su vientre con suavidad. Antes de presionarlo con fuerza.
- Ahhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor.
- No, por favor. Por favor, Jessi. Ya no me duele nada. Todo está bien. Por favor, no me hagas esto. Por favor. - Dijo aterrado.
- Calma, necesitaba ver como te encuentras. No tienes de que preocuparte. - Dijo mientras le tapaba de nuevo.
- Muchas gracias por preocuparte de mi, Jessi. Eres un encanto. - Dijo asustado.
- Y aparte del dolor de vientre. ¿Que tal te fue el resto de la noche?. - Dijo mientras acariciaba sus cabellos con suavidad.
- Dios.. Jessi.. Fue insufrible.. Ese calor infernal y cuando por fin se paraba el motor, apenas un par de minutos después todo volvía a comenzar, en un bucle infinito.. - Dijo entre sollozos.
- Oh, has debido de pasarlo realmente mal. Y sin nadie que te acompañase, te ayudase o te consolase. Has debido de encontrarte muy solo..
- Dios mío, Jessi.. Es lo peor que me podría haber sucedido.. Estaba aterrado, el calor me abrasaba, el dolor insufrible no me dejaba descansar y ni siquiera podía destaparme.. Fue horrible.. - Dijo entre sollozos..
- Te creo, tienes aún muy mala cara.. Has debido de encontrarte fatal..  Y aún te encuentras mal, ¿verdad?. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le miraba.
- Si, Jessi. Me duele todo el cuerpo.. Estoy todavía fatal. ¿Podrías darme algo para el dolor?. O al menos un poco de agua. Por favor, Jessi. Por favor.. - Suplicó preocupado.
- Si, se te ve en la cara.. Estás pálido y demacrado.. Y aun pareces acalorado y dolorido.. No te tendría que haber dejado solo durante tanto rato.. Pero, estaba cansada y necesitaba dormir.. ¿Lo comprendes, verdad?. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y le hablaba con dulzura.
- Claro que si, Jessi. Debes de estar cansadísima. Te estoy dando mucho trabajo, y ahora ni siquiera está aquí Doug para echarte una mano. - Dijo preocupado.
- Siento darte tanto trabajo. Si te puedo ayudar en algo me lo dices. Lo que sea, Jessi. Solo tienes que pedírmelo. - Dijo entre sollozos.
¿En que podría ayudarte?. No hay nada que pueda hacer, ni ahora ni nunca.. Apenas me debe de quedar un soplo de vida. Aun no se como sigo resistiendo.. Cuando lo único que quisiera hacer es rendirme ante la evidencia de que nunca saldré de aquí. 
Se que es absurdo que intente aguantar el dolor. Nada gano con ello.. 
Simplemente debería de rendirme, y la próxima vez que alguien intente estrangularme o asfixiarme, simplemente intentaré relajarme y dejarme ir, con la esperanza de que no lo noten y crean que aún albergo en mis pulmones el aire suficiente para sobrevivir.. Dios.. Ojalá pudiera hacerlo.. Pero no puedo.. No quiero morir.. 
Mi maldito instinto de supervivencia se empeña una y otra vez en que forcejeé.. 
Pese a que sé que lo único que conseguiré serán nuevos sufrimientos, y mas dolor.. Siempre dolor, cada vez mas dolor..
Dios mío, Jessi. Tan solo quiero un triste sorbo de agua. 
Tan solo poder mojar los labios. Pero se que tu no me dejarás. 
Tan solo juegas conmigo una y otra vez. 
Me engañas y me haces creer que me dejarás beber un sorbito de agua. 
Y cuando ya estoy saboreando una deliciosa gota de agua y estoy a punto de chuparla. Me la quitas y me dejas con las ganas. Una y otra vez.
Dios.. Dios.. Dios..  Dios mío, Jessi. ¿Como puede ser tan cruel tu frío corazón?..

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