domingo, 12 de diciembre de 2010

CAPÍTULO 17 - UNA DELICIOSA SOPA..





«Si será tan diferente que de hecho nunca sucederá. Eres mucho mas cruel de lo que estoy dispuesto a admitir. Tengo que hacer como si nada hubiese sucedido, mientras veo sobre la mesa. A tu lado, el cuchillo eléctrico listo para ser usado.»
«Si tan agradable es la velada y te consta que no puedo andar por mucho que lo intente. ¿Porque me has atado por la cintura al sillón?. ¿Acaso crees que podría ir muy lejos tal cual estoy?.»
«Será una agradable velada. No me queda otra, en el momento en que te canses de jugar conmigo a las citas, a las cenas o a lo que sea que estés jugando. Me llevarás de nuevo.. ¿A dónde?. Tanto me da que me lleve a la habitación como al baño. Donde sea es lo mismo, porque será lo último que veré antes de perder la vida..»
- ¿No está buena la sopa?.
- Si, Jessi, está buenísima. - Dijo mientras comía otra cucharada
- Me alegro de que recuerdes que odio las sopas. Todo un detalle por tu parte, el hecho de que lo recuerdes.
- ¿Que te había dicho?. - Dijo mientras le miraba con severidad.
- Perdona, Jessi, me fijaré mas.
- ¿Está buena la sopa?. ¿Quieres repetir?.
- Si, está tan buena que me comería otro plato. - Dijo con lágrimas en los ojos.
- ¿Están buenos tus tacos?.
- Si, si, la verdad es que me han quedado buenisímos.
- ¿Puedo preguntarte una cosa?. ¿Prometes no enfadarte conmigo?.
- Claro que si. Pregúntame lo que quieras.
- Si me termino la sopa. Y lo que hayas preparado para mi. ¿Me dejarás después probar un taco, aunque solo sea un trocito?. Por favor, Jessi.
- Claro que si, siempre y cuando te termines toda tu cena, te dejaré probar los tacos.
- Oh, muchas gracias, Jessi. No sabes las ganas que tengo de probarlos..
- Sabes.. Nunca imaginé que mi última cena fuese así. Pero, estoy contento.
- Me encanta poder charlar un poco contigo y poder mirarte a los ojos.
- Tenía tantas ganas de estar un rato a solas contigo.
- Se que es mucho pedir. Pero.. ¿Me dejarías enviar aunque solo fuese un DM de despedida?.
- Te prometo que no diré donde estoy, ni mucho menos que estoy contigo. O aunque solo fuese un tweet, por favor, Jessi.
- Claro, como no.. ¿No quieres también que te deje avisar a la policía?. ¿O quizás que te lleve hasta la Comisaría y me incrimine yo misma?.
- Perdona, Jessi. No quería molestarte. Es solo que..
- Que me gustaría poder despedirme. O al menos actualizar mi estado.
- No puede ser que mi último tweet sea.. «Buenas noches, ahí se leen».
- No preocupes por eso. Ese no fue tu último tweet.
- ¿No?. Entonces, eso quiere decir que.. ¿Me has suplantado?. ¿Que se supone que he dicho?.
- Una cosa.. ¿No habré contestado menciones, verdad?.
- ¿Podría, al menos leer mis tweets?. Por favor, necesito saber que he dicho.
- Termínate la sopa, no querrás que se te enfrie, ¿verdad?. - Dijo mientras le miraba furiosa
- Claro, Jessi, la sopa está buenisíma. - Dijo mientras sendas lágrimas rodaban por sus mejillas.
- ¿Que otra cosa podría estar haciendo ahora que no fuese disfrutando de una deliciosa sopa?.
«Claro.. Es ya lo único que me queda, esta cena. Apuesto a que en cuento termine de tomar el postre.. Dios, que iluso soy.. Seguro que no habrá ni postre siquiera.. En cuanto me tome la sopa o lo que sea que me haya preparado para después fijo que me llevará.. ¿A donde?. Seguro que al baño. No creo que quiera ensuciar la habitación. Porque ahora que lo pienso, no ha hecho nada excesivamente sangriento en la habitación..»
«Odio la maldita sopa, y ella lo sabe, sabe que jamás tomo sopa.. Pues nada, no podia ser de otro modo, mi última cena y estoy tomando sopa, no uno, sino dos platos..»
- ¿Estás algo pensativo, no?. Mira que llevas tiempo insistiendo para que salgamos y ahora resulta que no tienes nada que decirme.. - Dijo mientras le miraba a los ojos y encendía el cuchillo eléctrico.
- Jessi, perdóname, por favor. Trataré de hacerlo mucho mejor. No pretendía enfadarte. - Dijo mientras miraba aterrado el cuchillo.
- Tranquilo, solo estamos cenando.. Estira el brazo y extiende tu mano izquierda sobre la mesa.
- Jessi, por favor. Por lo que mas quieras, no lo hagas. - Dijo mientras hacia lo que le pedía temblando.
- Haré lo que quieras, Jessi, por favor. - Dijo mientras un sudor frío le recorría de la cabeza a los pies, y la miraba aterrado.
- ¿Se puede saber que te pasa?. - Dijo mientras ponía la barra de pan sobre su mano y se reía.
«Dios.. dios.. dios.. Me va a cortar la muñeca.. Que digo cortar.. Ojalá solo fuese un corte. Pero no, pretende amputarme la muñeca, como el que parte.. Dios.. no lo quiero ni pensar..»
- Nada, Jessi, no te preocupes, estoy bien. - Dijo mientras desviaba la mirada y se apoyaba en el respaldo del sillón.
«El maldito cuchillo.. no quiero ni verlo.. Que haga lo que sea. De todas formas se que lo hará. No tengo forma alguna de impedírselo..»
- Me hace falta un trocito de pan.. - Dijo mientras partía el pan sobre su mano y detenía el cuchillo justo antes de tocar su muñeca.
- Oh, gracias, Jessi. - Dijo mientras respiraba aliviado.
- ¿Quieres pan para acompañar la sopa o no se te apetece?. - Dijo mientras le miraba sonriente.
- No, Jessi, de veras que no. No se me apetece comer pan.
- En tal caso retira tu mano y sigue cenando.
- Claro, Jessi, eso haré. Muchas gracias, eres realmente amable.
- ¿Se te apetece escuchar un poco de música?.
- Claro, Jessi, me encantaría escuchar un poco de música.
- Cierto, la música siempre viene bien. Estoy segura de que te encantará bailar un rato después de la cena.
- Si tu quieres bailaremos, aunque hoy estoy algo cansado de trabajar.
- Creía que solo cenaríamos y pasaríamos un rato agradable.
- Vamos, no me digas que no se te apetece bailar un par de canciones conmigo.
- Pero.. Jessi. Sabes que no puedo ni ponerme en pie, apenas si puedo sostenerme.
- ¿Que te había dicho?. - Dijo mientras le miraba furiosa.
- ¿Es que ni siquiera puedes recordar algo tan sencillo?. - Dijo mientras se levantaba y le daba una ostia.
- Perdóname, Jessi. Debe de ser que se me está subiendo a la cabeza el Whisky. Con tanto brindis, he debido de beber demasiado.
- Claro que si, bailaremos. Nada se me apetecería mas que bailar contigo. - Dijo mientras se frotaba su enrojecida mejilla.
- Eso debe de ser. Por cierto, te veo algo preocupado. ¿Va todo bien en el trabajo?.
- Gracias por preguntar, la verdad es que si, no podría irme mejor. Tengo el despacho repleto de encargos.
«Encargos a cual mas interesante, que jamás haré. Encargos que podrían haber atraído a nuevos clientes. Encargos que jamás llegarán.. Al final todo se reduce a eso. Ya nunca los haré. Ya no hay nada que pueda decidir. Lo único que puedo elegir es comerme esta sopa o no. Y se que en el momento en que ella se canse de jugar conmigo me matará. Lo único que estoy haciendo es retrasando ese momento..»
- Me alegro de que te vayan tan bien, las cosas. Quizás me pase por tu despacho la semana que viene. Podríamos, quizás desayunar juntos.
- Claro, Jessi, puedes venir cuando quieras.
De pronto, sonaron unas campanillas.
- Joder.. Seguro que es ese estúpido otra vez. - Dijo mientras cortaba un trozo de cinta de embalaje y se le acercaba.
- No haré ruido, Jessi, por favor. - Dijo mientras la miraba asustado.
- Claro que no. No harás nada. - Dijo mientras le esposaba la muñeca derecha al apoyabrazos del sillón.
El sollozaba asustado mientras le esposaba la muñeca izquierda al sillón y le movía hasta el pasillo, lejos de la vista de la puerta.
- Mas te vale, estarte quietecito y no decir ni una sola palabra o lo pagarás. - Dijo mientras le ponía el cuchillo a la altura de la sien y se alejaba.
«Ni siquiera puedo tener una cena tranquila. Era demasiado pedir. Sea quién sea, aquí no me verá. ¿Además quién mas puede saber donde está esta puñetera cabaña?. A este lugar tan apartado y oculto solo podría llegar alguno de sus conocidos, y menos en una noche desapacible y en la que no para de nevar.. Nadie en su sano juicio saldría de casa para internarse en la montaña..»
- ¿Se puede saber porque has vuelto?. Creí haberte dicho que ya no tenías nada que hacer aquí.
- Jessi, por favor. Ha nevado mucho, el coche está casi enterrado en la nieve. Apenas me queda ya gasolina y hace mucho frío.
- Dejame quedarme un rato y entrar en calor. Te prometo que no te molestaré.
- Haberlo pensado antes de portarte como un animal. Si no llego a entrar en ese momento le hubieses asesinado.
- Lo siento, Jessi, de veras que no se lo que me pasó.
- Nada de Jessi, para ti, soy Jessica. ¿Está claro?.
- Si, Jessi, Jessica, perdón. ¿Me dejarás quedarme hasta por la mañana o tendré que avisar de que me he perdido en la montaña?.
- No son ganas de molestar, pero no puedo gastar la poca gasolina que me queda usando la calefacción, o no tendré combustible para regresar.
- Está bien, te dejaré quedarte. Pero no creas que te vas a dedicar a descansar..
- No, claro que no, Jessica. Te ayudaré en lo que quieras.
- Ve a recoger la habitación, tienes ropa de cama limpia en el armario. Quiero que quede como si no se hubiese usado. ¿Sabrás hacerlo?.
- Claro que si. Te prometo que la dejaré perfecta.
- Y otra cosa..
- ¿Si?. ¿Que mas quieres que haga?.
- Ve al pasillo y traeme el sillón del ordenador.
- Claro, ahora mismo te lo acerco.
Doug se alejó por el pasillo, y no se sorprendió al verle sentado en el sillón.
- Mas te vale no molestarme o lo pagarás caro. - Dijo mientras le cogía por el cuello y le cuchicheaba al oído.
- Y no pongas esa cara.. Ni te he tocado. - Dijo mientras le daba un puñetazo en el estomago y le guiñaba un ojo.
- Creo que se alegra de verme. ¿Quieres que le acerque a la mesa?.
- Si, déjale ahí y ponte ha hacer lo que te he dicho.
- Claro, Jessica, descuida, ahora mismo lo hago.
- Bueno, nosotros seguiremos con nuestra agradable cena. - Dijo mientras se le acercaba y le quitaba las esposas dejándolas enganchadas a los apoyabrazos.
El la miró preocupado y señaló la cinta de embalaje que cubría su boca.
- Claro, quitate eso. Sino como ibas a poder terminarte la sopa. - Dijo riéndose.

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