- Hola. ¿Te costó trabajo dar con la cabaña?.
- Hola, no, la encontré fácil. Gracias por pasarme las coordenadas para el gps.
- No hay de que.
- Sino seguro que todavía estaría dando vueltas por ahí.
- Y ahora vamos a lo importante.
- Tu siempre vas directa al grano. Caramba, no creo que haya tanta prisa, ¿verdad?.
- Aquí tienes: 15.000 €, ¿verdad?.
- Si, esa es la cantidad. Y claro, antes tienes que firmar el contrato de confidencialidad.
- Claro, lo firmaré. Pero el primero en querer que jamás se me relacione con esto soy yo. Y menos si como dices lo grabarás en vídeo.
- Si, lo grabaré, pero esta grabación jamás verá la luz del día, salvo que me des motivos para ello.
- Piénsatelo bien, todavía estás a tiempo de irte. Y aquí no ha pasado nada.
- Ni hablar, estoy deseando empezar.
- Todo tuyo, pero recuerda nada de golpes ni en la cara ni en sus genitales. Tienes dos horas para divertirte con el. Procura no dejármelo demasiado maltrecho, y sobre todo que no se te vaya la mano y te lo cargues..
- Descuida Jessi, sé lo que hago. ¿Solo dos horas?.
- Si, solo dos horas, luego según como le hayas tratado me lo pienso y quizás te permita jugar un rato mas con el.
- Se me olvidaba.. Aquí tienes la llave de sus esposas, la necesitarás. Por lo demás yo creo que tienes lo suficiente para divertirte.
- Claro que si. No dudes que lo haré.
- Primera puerta a la derecha, y justo enfrente hay un dormitorio por si quieres usarlo.
- Claro, lo usaré.
- Ah, se me olvidaba. Tiene los párpados pegados, le vendé los ojos por si no quieres que te vea. Aunque ahora mismo está inconsciente tal y como tu querías.
- Gracias por avisarme. Te veo luego.
Douglas entró en el baño y comenzó a desatarle.
«Se ve bastante maltrecho, se debe de haber empleado a fondo con el. Y mucho peor aspecto tendrá luego...»
«Estas puntas me estorbarán. Será mejor que las quite. - Pensó mientras cortaba el extremo de las puntas que penetraba en la tabla, dejándolas puestas.»
Un rato mas tarde
El yacía inconsciente atado fuertemente a la cama, cuando de pronto algo le despertó.
«Me duelen las plantas de los pies y estoy de nuevo acostado. ¿Que habrá ocurrido?. Un momento.. algo me está quemando. Si, eso es.. parece una quemadura..»
- Jessi, por favor, detente un momento, por favor. Solo un momento.
Por toda respuesta notó como le acercaban de nuevo lo que parecía una cigarrillo y le quemaban nuevamente la palma del pie.
- Jessi, para por favor. - Dijo sollozando.
- Me alegra ver que te has despertado por fin, ya creí que tenía que terminar todo el paquete de cigarrillos para conseguirlo.
- ¿Quién?. ¿Quién?. ¿Quién es usted?. Y.. y.. ¿Que ha hecho con Jessi?. Suélteme inmediatamente. - Titubeó aterrado
- No te importa, pero te lo diré de todas formas. Eres mi juguete las próximas dos horas, preparate a disfrutar como nunca lo has hecho hasta ahora. - Dijo mientras apagaba un cigarrillo en su muslo y lo volvía a encender.
- Pero.. pero.. - Dijo sollozando.
- Será mejor que deje de perder el tiempo con tonterías. - Dijo mientras le cortaba los boxers con un cuter dejándole totalmente expuesto.
- ¿Que va ha hacerme?. Por favor, sea lo que sea no lo haga. Le daré dinero, le daré lo que sea, pero no lo haga, por favor. - Suplicó entre lloros.
Por toda respuesta se sentó sobre sus muslos.
- Tranquilo.. Es solo un pepino, eso si el mas grande que he sido capaz de encontrar. - Dijo riéndose
- Noooooooooooooooo. - Chilló completamente aterrado
- Suponía que me ibas a molestar. Pero no te preocupes que he pensado en todo.
- Abre bien la boca.
El la mantenía cerrada obstinadamente.
- La abrirás quieras o no. - Dijo mientras le apretaba el cuello con una mano.
No pronto abrió la boca buscando aire se encontró con que le metía otro pepino hasta la garganta, produciéndole unas intensas arcadas.
El sollozó aterrado, mientras intentaba tomar aire.
Por fin, cuando ya tenía la cara amoratada soltó su cuello.
- ¿Ves lo que pasa si tratas de oponerte?.
El asintió con la cabeza, mientras intentaba apretar los puños.
- Y ahora voy a divertirme, trata de moverte. - Dijo socarronamente.
- Jejeje. Se me olvidaba que por mucho que quieras no puedes mover ni un músculo. - Dijo riéndose a carcajadas.
Cogió el pepino y comenzó a violarle con el.
- Vaya, al parecer nunca te habían follado. Justo como a mi me gusta, así será mucho mas divertido desgarrarte, estás completamente cerrado.
«Pero quién será esta mala bestia. No le basta con torturarme, aún le parece poco y quiere violarme. Si en algún momento me va a dar un infarto, este sería sin duda el momento elegido. Lo que sea para huir de aquí. Lo que sea, para no sentir nada.. Maldita sea, ni siquiera en eso tendré suerte.. «
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló fuera de si, el pepino apenas dejó que escapase un susurro de su garganta.
Mientras tanto con el otro pepino le iba penetrando y desgarrando cada vez mas, poco a poco empezó a gotear sangre de su recto.
- Lo estás poniendo todo perdido.. Tienes suerte de que haya puesto un plástico para proteger la cama, sino te daría una paliza por guarro.
- Intenta relajarte tiene que entrar entero, sino iré a buscar un cuchillo y eso fijo que te desgarrará.
- Noooooooooooooo - Chilló una y otra vez aterrado, mientras intentaba en vano forcejear.
- Está visto que no entiendes las cosas o te gusta complicarlo todo. No hay problema. - Dijo mientras cogía el mechero encendido y se lo pasaba por la parte externa de los muslos quemandole.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló fuera de sí.
- Creo que ahora lo has entendido, ¿verdad?.
Asintió con la cabeza mientras intentaba abrir aún mas la piernas para que pudiese desgarrarle con mas facilidad, y lloraba aterrado.
- Miralo por el lado bueno, ya no sangras en absoluto, el pepino hace de tapón, con lo que pronto se taponará la hemorragia.
- Ahora voy a quitarte el pepino de la boca y espero que me agradezcas el tiempo que he perdido contigo.
«Uffffffffffffffff. ¿Acaso Jessica pagó a esta mala bestia para que me liquidase?. Porque sino, no entiendo nada. ¿Agradecerle que me haya destrozado?. ¿Que me haya violado?. ¿Quizás que me haya quemado?. Pero.. ¿Quién en su sano juicio agradecería esta salvajada?. El problema es que quizás yo ya no esté en mis cabales. Mi vida ha dado un giro de 360º y a estas alturas, haría lo que fuese para tratar de no enfadar a este animal.»
- Gracias - Musitó asustado.
- No te he oído. ¿Que has dicho?.
- Muchas gracias. - Dijo temblando de miedo.
- Abre bien la boca. - Dijo mientras posaba una mano en su cuello.
- Lo que suponía, tienes la boca asquerosa. Has debido de vomitar mientras te enculaba.
- Si, no he podido evitarlo, lo siento. - Farfulló asustado.
- No hay problema, eso tiene fácil solución.
- Mantén la boca abierta, si sabes lo que te conviene. - Dijo mientras posaba el mechero cerrado sobre sus huevos.
- Chupa esta esponja, hasta que quede completamente seca, ¿estamos?. - Dijo mientras le metía una esponja empapada en jabón en la boca.
Le dieron aún mas nauseas que con el pepino, pero no intentó escupirla.
« Por Dios, que me pegué un tiro de una maldita vez y que termine con esto. Voy a vomitar hasta la primera papilla. ¿Como puedo tener aún ganas de vomitar?. Si hace bastantes horas que no pruebo bocado. No lo entiendo.. «
- Suficiente, ahora beberas un poco. - Dijo mientras le obligaba a beber un vaso de agua jabonosa templada.
Se lo bebió entre toses y nauseas constantes.
- Muy bien, y ahora te daré un regalo especial que le encantará a Jessica, estoy seguro. Abre bien la boca. Si, justo así. - Dijo mientras le ponía una mordaza de aro, que le obligaba a tener la boca muy abierta.
- Procura estarte quietecito, ya sabes donde está posado el mechero. Seguro que no te apetece que lo encienda. - Dijo mientras se sentaba a horcajadas sobre su pecho y se masturbaba a través del aro.
« Dios.. dios.. no puede haber nada peor que esto. Quisiera morirme, lo que sea antes de seguir aguantando esto..»
- Sigue así sin moverte, lo estás haciendo muy bien. - Dijo mientras le apretaba los huevos con fuerza.
« Joder que daño, parece querer arrancarmelos. Y mientras casi me ahoga con su polla. Ni siquiera en esto tendré suerte y se le irá la mano matandome...»
- Muy muy bien.. Sigue así.. - Dijo mientras le agarraba del cuello con ambas manos.
«Ya está, aquí se termina todo. Me extrangulará mientras se corre. Bonita forma de morir..»
- Así así.. a.. sí. Si.. si.. - Dijo mientras se corría y le apretaba el cuello hasta dejarle sin respiración, de tal forma que mientras Doug se corría, el se iba poniendo cianotico y se agitaba en vano intentando conseguir aire al borde de la asfixia.
De pronto, se corrió y se tumbó sobre el, soltando su cuello. Poco a poco recuperó la respiración.
- Te queda solo media hora. - Dijo Jessica a través de la puerta cerrada.
- Muchas gracias por avisarme, eres un encanto, Jessi.
- Será mejor que aproveche el tiempo.. Me has salido muy caro.. - Dijo mientras cogía la jarra de agua jabonosa y servía otro vaso.
- Bebe, te sentará bien. - Dijo riéndose.
- Aún tienes bastante sed. - Dijo mientras le hacia beberse el resto de la jarra.
- He dejado lo mejor para el final.. Le prometí a Jessi no hacerte ningún daño visible en tus genitales.. Pero nada se habló de daños internos..
- Lo siento por ti, yo no tengo idea de sondar.. Nunca lo he hecho, pero no por ello voy a dejar de divertirme. - Dijo mientras cogía una punta y metía el extremo por su polla.
Un fino hilito de sangre goteó de su polla
- Otra cosa.. Como se te ocurra mearte te quemaré, y esta vez no me limitaré a acariciarte con el mechero como lo hice antes. ¿Has entendido?. - Dijo mirandole con severidad
Forcejeó asustado intentando evitar lo inevitable.
- Nooooooooooooo - Chilló aterrado
- Vamos no exageres, que no es para tanto.. -Dijo socarronamente
- Ves, ya está dentro y ni la has notado.. - Dijo levantandose mientras cogía el mechero y encendía un cigarrillo.
- ¿Sabes que es lo más simpatico?. Yo nunca he fumado, pero siempre llevo varias cajas de cigarrillos encima.. - Dijo mientras le apagaba el cigarrillo en la planta del pie.
- Ahhhhhhhh - Chilló asustado.
- Cierto, se me había olvidado.. Abre bien la boca. - Dijo mientras le obligaba a chupar de nuevo la esponja impregnada de jabón.
- Que rápido pasa el tiempo.. Tan solo me quedan diez minutos contigo. Y los aprovecharé al máximo. - Dijo riéndose.
- Veamos a ver que tal estás. - Dijo mientras sacaba el pepino de su recto.
- Bien, ya no sangras. Mejor para ti. - Dijo mientras le follaba con el pepino enculandole con fuerza una y otra vez.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmm
- Vaya.. que pena. Creo que vuelves a sangrar..
- Eres un guarro, lo estás poniendo todo perdido. - Dijo mientras le apretaba el cuello hasta dejarle sin sentido.
- Mmmmmmmmmmmmmmmm - Chilló al notar la quemadura del mechero en su muslo.
« ¿De donde habrá salido este pedazo de animal?. Oh, Jessi.. ¿Como has permitido que semejante animal me ponga la mano encima?. Debes odiarme mucho para permitir que me traten así sin mover ni un dedo para ayudarme.»
- Y no creas que me he olvidado de tu polla. - Dijo mientras metía y sacaba el clavo de su uretra una y otra vez.
- Mmmmmmmmmmmmmmm
- Se me terminó el tiempo y quizás también el tuyo. Tu que dices, ¿volverás a despertar o estarás respirando por última vez?. - Dijo mientras le apretaba el cuello con fuerza hasta hacerle perder el sentido.
- Hola, no, la encontré fácil. Gracias por pasarme las coordenadas para el gps.
- No hay de que.
- Sino seguro que todavía estaría dando vueltas por ahí.
- Y ahora vamos a lo importante.
- Tu siempre vas directa al grano. Caramba, no creo que haya tanta prisa, ¿verdad?.
- Aquí tienes: 15.000 €, ¿verdad?.
- Si, esa es la cantidad. Y claro, antes tienes que firmar el contrato de confidencialidad.
- Claro, lo firmaré. Pero el primero en querer que jamás se me relacione con esto soy yo. Y menos si como dices lo grabarás en vídeo.
- Si, lo grabaré, pero esta grabación jamás verá la luz del día, salvo que me des motivos para ello.
- Piénsatelo bien, todavía estás a tiempo de irte. Y aquí no ha pasado nada.
- Ni hablar, estoy deseando empezar.
- Todo tuyo, pero recuerda nada de golpes ni en la cara ni en sus genitales. Tienes dos horas para divertirte con el. Procura no dejármelo demasiado maltrecho, y sobre todo que no se te vaya la mano y te lo cargues..
- Descuida Jessi, sé lo que hago. ¿Solo dos horas?.
- Si, solo dos horas, luego según como le hayas tratado me lo pienso y quizás te permita jugar un rato mas con el.
- Se me olvidaba.. Aquí tienes la llave de sus esposas, la necesitarás. Por lo demás yo creo que tienes lo suficiente para divertirte.
- Claro que si. No dudes que lo haré.
- Primera puerta a la derecha, y justo enfrente hay un dormitorio por si quieres usarlo.
- Claro, lo usaré.
- Ah, se me olvidaba. Tiene los párpados pegados, le vendé los ojos por si no quieres que te vea. Aunque ahora mismo está inconsciente tal y como tu querías.
- Gracias por avisarme. Te veo luego.
Douglas entró en el baño y comenzó a desatarle.
«Se ve bastante maltrecho, se debe de haber empleado a fondo con el. Y mucho peor aspecto tendrá luego...»
«Estas puntas me estorbarán. Será mejor que las quite. - Pensó mientras cortaba el extremo de las puntas que penetraba en la tabla, dejándolas puestas.»
Un rato mas tarde
El yacía inconsciente atado fuertemente a la cama, cuando de pronto algo le despertó.
«Me duelen las plantas de los pies y estoy de nuevo acostado. ¿Que habrá ocurrido?. Un momento.. algo me está quemando. Si, eso es.. parece una quemadura..»
- Jessi, por favor, detente un momento, por favor. Solo un momento.
Por toda respuesta notó como le acercaban de nuevo lo que parecía una cigarrillo y le quemaban nuevamente la palma del pie.
- Jessi, para por favor. - Dijo sollozando.
- Me alegra ver que te has despertado por fin, ya creí que tenía que terminar todo el paquete de cigarrillos para conseguirlo.
- ¿Quién?. ¿Quién?. ¿Quién es usted?. Y.. y.. ¿Que ha hecho con Jessi?. Suélteme inmediatamente. - Titubeó aterrado
- No te importa, pero te lo diré de todas formas. Eres mi juguete las próximas dos horas, preparate a disfrutar como nunca lo has hecho hasta ahora. - Dijo mientras apagaba un cigarrillo en su muslo y lo volvía a encender.
- Pero.. pero.. - Dijo sollozando.
- Será mejor que deje de perder el tiempo con tonterías. - Dijo mientras le cortaba los boxers con un cuter dejándole totalmente expuesto.
- ¿Que va ha hacerme?. Por favor, sea lo que sea no lo haga. Le daré dinero, le daré lo que sea, pero no lo haga, por favor. - Suplicó entre lloros.
Por toda respuesta se sentó sobre sus muslos.
- Tranquilo.. Es solo un pepino, eso si el mas grande que he sido capaz de encontrar. - Dijo riéndose
- Noooooooooooooooo. - Chilló completamente aterrado
- Suponía que me ibas a molestar. Pero no te preocupes que he pensado en todo.
- Abre bien la boca.
El la mantenía cerrada obstinadamente.
- La abrirás quieras o no. - Dijo mientras le apretaba el cuello con una mano.
No pronto abrió la boca buscando aire se encontró con que le metía otro pepino hasta la garganta, produciéndole unas intensas arcadas.
El sollozó aterrado, mientras intentaba tomar aire.
Por fin, cuando ya tenía la cara amoratada soltó su cuello.
- ¿Ves lo que pasa si tratas de oponerte?.
El asintió con la cabeza, mientras intentaba apretar los puños.
- Y ahora voy a divertirme, trata de moverte. - Dijo socarronamente.
- Jejeje. Se me olvidaba que por mucho que quieras no puedes mover ni un músculo. - Dijo riéndose a carcajadas.
Cogió el pepino y comenzó a violarle con el.
- Vaya, al parecer nunca te habían follado. Justo como a mi me gusta, así será mucho mas divertido desgarrarte, estás completamente cerrado.
«Pero quién será esta mala bestia. No le basta con torturarme, aún le parece poco y quiere violarme. Si en algún momento me va a dar un infarto, este sería sin duda el momento elegido. Lo que sea para huir de aquí. Lo que sea, para no sentir nada.. Maldita sea, ni siquiera en eso tendré suerte.. «
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló fuera de si, el pepino apenas dejó que escapase un susurro de su garganta.
Mientras tanto con el otro pepino le iba penetrando y desgarrando cada vez mas, poco a poco empezó a gotear sangre de su recto.
- Lo estás poniendo todo perdido.. Tienes suerte de que haya puesto un plástico para proteger la cama, sino te daría una paliza por guarro.
- Intenta relajarte tiene que entrar entero, sino iré a buscar un cuchillo y eso fijo que te desgarrará.
- Noooooooooooooo - Chilló una y otra vez aterrado, mientras intentaba en vano forcejear.
- Está visto que no entiendes las cosas o te gusta complicarlo todo. No hay problema. - Dijo mientras cogía el mechero encendido y se lo pasaba por la parte externa de los muslos quemandole.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló fuera de sí.
- Creo que ahora lo has entendido, ¿verdad?.
Asintió con la cabeza mientras intentaba abrir aún mas la piernas para que pudiese desgarrarle con mas facilidad, y lloraba aterrado.
- Miralo por el lado bueno, ya no sangras en absoluto, el pepino hace de tapón, con lo que pronto se taponará la hemorragia.
- Ahora voy a quitarte el pepino de la boca y espero que me agradezcas el tiempo que he perdido contigo.
«Uffffffffffffffff. ¿Acaso Jessica pagó a esta mala bestia para que me liquidase?. Porque sino, no entiendo nada. ¿Agradecerle que me haya destrozado?. ¿Que me haya violado?. ¿Quizás que me haya quemado?. Pero.. ¿Quién en su sano juicio agradecería esta salvajada?. El problema es que quizás yo ya no esté en mis cabales. Mi vida ha dado un giro de 360º y a estas alturas, haría lo que fuese para tratar de no enfadar a este animal.»
- Gracias - Musitó asustado.
- No te he oído. ¿Que has dicho?.
- Muchas gracias. - Dijo temblando de miedo.
- Abre bien la boca. - Dijo mientras posaba una mano en su cuello.
- Lo que suponía, tienes la boca asquerosa. Has debido de vomitar mientras te enculaba.
- Si, no he podido evitarlo, lo siento. - Farfulló asustado.
- No hay problema, eso tiene fácil solución.
- Mantén la boca abierta, si sabes lo que te conviene. - Dijo mientras posaba el mechero cerrado sobre sus huevos.
- Chupa esta esponja, hasta que quede completamente seca, ¿estamos?. - Dijo mientras le metía una esponja empapada en jabón en la boca.
Le dieron aún mas nauseas que con el pepino, pero no intentó escupirla.
« Por Dios, que me pegué un tiro de una maldita vez y que termine con esto. Voy a vomitar hasta la primera papilla. ¿Como puedo tener aún ganas de vomitar?. Si hace bastantes horas que no pruebo bocado. No lo entiendo.. «
- Suficiente, ahora beberas un poco. - Dijo mientras le obligaba a beber un vaso de agua jabonosa templada.
Se lo bebió entre toses y nauseas constantes.
- Muy bien, y ahora te daré un regalo especial que le encantará a Jessica, estoy seguro. Abre bien la boca. Si, justo así. - Dijo mientras le ponía una mordaza de aro, que le obligaba a tener la boca muy abierta.
- Procura estarte quietecito, ya sabes donde está posado el mechero. Seguro que no te apetece que lo encienda. - Dijo mientras se sentaba a horcajadas sobre su pecho y se masturbaba a través del aro.
« Dios.. dios.. no puede haber nada peor que esto. Quisiera morirme, lo que sea antes de seguir aguantando esto..»
- Sigue así sin moverte, lo estás haciendo muy bien. - Dijo mientras le apretaba los huevos con fuerza.
« Joder que daño, parece querer arrancarmelos. Y mientras casi me ahoga con su polla. Ni siquiera en esto tendré suerte y se le irá la mano matandome...»
- Muy muy bien.. Sigue así.. - Dijo mientras le agarraba del cuello con ambas manos.
«Ya está, aquí se termina todo. Me extrangulará mientras se corre. Bonita forma de morir..»
- Así así.. a.. sí. Si.. si.. - Dijo mientras se corría y le apretaba el cuello hasta dejarle sin respiración, de tal forma que mientras Doug se corría, el se iba poniendo cianotico y se agitaba en vano intentando conseguir aire al borde de la asfixia.
De pronto, se corrió y se tumbó sobre el, soltando su cuello. Poco a poco recuperó la respiración.
- Te queda solo media hora. - Dijo Jessica a través de la puerta cerrada.
- Muchas gracias por avisarme, eres un encanto, Jessi.
- Será mejor que aproveche el tiempo.. Me has salido muy caro.. - Dijo mientras cogía la jarra de agua jabonosa y servía otro vaso.
- Bebe, te sentará bien. - Dijo riéndose.
- Aún tienes bastante sed. - Dijo mientras le hacia beberse el resto de la jarra.
- He dejado lo mejor para el final.. Le prometí a Jessi no hacerte ningún daño visible en tus genitales.. Pero nada se habló de daños internos..
- Lo siento por ti, yo no tengo idea de sondar.. Nunca lo he hecho, pero no por ello voy a dejar de divertirme. - Dijo mientras cogía una punta y metía el extremo por su polla.
Un fino hilito de sangre goteó de su polla
- Otra cosa.. Como se te ocurra mearte te quemaré, y esta vez no me limitaré a acariciarte con el mechero como lo hice antes. ¿Has entendido?. - Dijo mirandole con severidad
Forcejeó asustado intentando evitar lo inevitable.
- Nooooooooooooo - Chilló aterrado
- Vamos no exageres, que no es para tanto.. -Dijo socarronamente
- Ves, ya está dentro y ni la has notado.. - Dijo levantandose mientras cogía el mechero y encendía un cigarrillo.
- ¿Sabes que es lo más simpatico?. Yo nunca he fumado, pero siempre llevo varias cajas de cigarrillos encima.. - Dijo mientras le apagaba el cigarrillo en la planta del pie.
- Ahhhhhhhh - Chilló asustado.
- Cierto, se me había olvidado.. Abre bien la boca. - Dijo mientras le obligaba a chupar de nuevo la esponja impregnada de jabón.
- Que rápido pasa el tiempo.. Tan solo me quedan diez minutos contigo. Y los aprovecharé al máximo. - Dijo riéndose.
- Veamos a ver que tal estás. - Dijo mientras sacaba el pepino de su recto.
- Bien, ya no sangras. Mejor para ti. - Dijo mientras le follaba con el pepino enculandole con fuerza una y otra vez.
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmm
- Vaya.. que pena. Creo que vuelves a sangrar..
- Eres un guarro, lo estás poniendo todo perdido. - Dijo mientras le apretaba el cuello hasta dejarle sin sentido.
- Mmmmmmmmmmmmmmmm - Chilló al notar la quemadura del mechero en su muslo.
« ¿De donde habrá salido este pedazo de animal?. Oh, Jessi.. ¿Como has permitido que semejante animal me ponga la mano encima?. Debes odiarme mucho para permitir que me traten así sin mover ni un dedo para ayudarme.»
- Y no creas que me he olvidado de tu polla. - Dijo mientras metía y sacaba el clavo de su uretra una y otra vez.
- Mmmmmmmmmmmmmmm
- Se me terminó el tiempo y quizás también el tuyo. Tu que dices, ¿volverás a despertar o estarás respirando por última vez?. - Dijo mientras le apretaba el cuello con fuerza hasta hacerle perder el sentido.
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