lunes, 6 de septiembre de 2010

CAPÍTULO 8 - UN DULCE SOPOR..




Ella se le acercó y le acarició con suavidad los cabellos justo antes de darle un fuerte tirón, y obligarle a levantar la cabeza..
El chilló completamente aterrado.
No puede ser.. Dios, no, por favor.. Noooo.
- mmmmmmmmmmmmmmmm - Chilló
Diossss, noooo.. No puede querer volverme a echar el puñetero colirio.. Y sin embargo, me ha colocado la cabeza exactamente igual que la otra vez, me tira del pelo como si quisiese arrancármelo de cuajo como la otra vez, y tiene.. Mierda.. ¿Que coño es eso que tiene en la mano?. No es el colirio..
Joder.. parece Loctite.. Parece y lo es, maldita sea.. Pretende dejarme ciego para siempre.. No, no puede ser tan cruel. Eso quemaría mis retinas para siempre, y como ella no les iba a echar agua en el momento para mitigar el dolor y los daños, estos serían permanentes..
Noooooooooooooooooooo - Chilló de nuevo, completamente aterrado mientras la veía desenroscar el tapón.
Cerró los ojos con fuerza intentando evitar lo inevitable.
- Vamos, no pongas las cosas mas difíciles de lo que son. No querrás darme problemas, ¿Verdad?. - Dijo mientras acariciaba con la punta afilada del dardo sus huevos a través del ajustado boxer.
El abrió los ojos aterrado
Lo que tenga que ser será, no tengo otra alternativa que abrir los ojos, y hacer lo que me diga. La perspectiva de que use mis huevos como si de un alfiletero se tratase, me aterra. No quiero ni pensar en un puñetero dardo atravesando mis huevos con saña. Me dolerá horrores, lo sé, pero no me queda mas remedio que dejarle que me deje ciego.
- Muy bien, me agrada ver que eres un poco mas razonable. - Dijo mientras se ponía unos finos guantes de latex.
- Y ahora cierra los ojos tranquilo y relajado, como si fueses a dormir. Y cuando te avise los abres. ¿De acuerdo?.
El asintió con la cabeza, mientras se echaba a llorar.
Notó como le secaba los ojos con un pañuelo de papel y luego vertía un líquido en sus párpados.
Mierda.. No solo pretende cegarme, sino que también para asegurarse de que no la vuelva a molestar pretende pegarme los párpados para que no pueda volver a cerrar los ojos.. ¿Como puede ser tan cruel conmigo?. ¿Es que acaso su crueldad no tiene limites?.
- Abre los ojos todo lo que puedas y no parpadees en un rato. - Dijo mientras sonréia.
Claro que no parpadearé.. Ni ahora ni nunca.. Pero eso era lo que pretendías, ¿Verdad?, Jessi.
- Y ahora, cierra los ojos. - Dijo sonriente.
El intentó cerrar los ojos, pero naturalmente sus párpados no hicieron el menor movimiento.
- Probemoslo. - Dijo mientras enchufaba un potente foco y se lo acercaba a los ojos.
El se echó a llorar aterrado mientras la miraba con ojos suplicantes.
El foco estaba situado a escasos centímetros de sus ojos, el calor le quemaba la piel y quería alejar su cabeza, pero su mano le mantenía sujeto, y sin la menor posibilidad de movimiento.
¿Pretende quemarme con una lampara o que está haciendo?. ¿No podría llegarle una mención, un dm, o aunque fuese un sms?. Lo que fuera.. algo tiene que suceder que la interrumpa..
Grandes gotas de sudor resbalaban por su frente, sudaba copiosamente y los ojos le escocían, cuando de pronto, apagó la lampara, la posó en el suelo y cogió la botella de alcohol.
- Abre bien la boca y traga rápido, o usaré el alcohol para algo mucho mas divertido.
El abrió la boca todo lo que le permitía el trapo de su boca, mientras ella vertía el resto de la botella en su boca.
Las nauseas no se hicieron esperar, el alcohol bajaba por su garganta irritándola, le quemaba la traquea y llegaba hasta su estomago, el penetrante olor hacia que le llorasen los ojos y tosiese por el vapor, pero ella no se detuvo hasta terminarla.
- Y ahora descansa un rato mientras voy a buscar un par de cosas. ¿O creías que me había olvidado de los dardos?.
- Cierra bien la boca, estás babeando. - Dijo mientras le daba una ostia partiéndole de nuevo el labio.
- Ciérrala. - Dijo dándole otra ostia que hizo que le pitasen los oídos.
- Claro, el trapo no te deja mover la mandíbula, quizás si lo meto un poco mas adentro puedas cerrarla.. - Dijo mientras empujaba el trapo, y se lo introducía mas en la boca.
El lloraba aterrado, mientras notaba que cada vez podía tomar menos aire, y el extremo del trapo iba poco a poco cerrando su garganta.
Ya está.. Esto es el fin, no encontró otra forma de matarme mas que asfixiándome con un trapo empapado en alcohol. Si no lo logra el trapo, cuando el alcohol llegue a mis pulmones dejaré de respirar.
El forcejeaba aterrado, intentando moverse, sabía que era inútil, pero no por ello debía dejar de intentarlo.
El se agitaba frenéticamente intentando tomar aire, mientras ella empujaba el trapo mas y mas profundo.
De pronto se desmayó al borde de la asfixia, ella le acercó un espejo a la nariz y observó que apenas tenía aire para poder empañar el espejo, y su piel adquiría un tono violáceo.
Entonces le sacó el trapo de la boca, de pronto sus pulmones se hincharon y recuperó un poco el color, ella abandonó la habitación cerrando la puerta a sus espaldas.
El despertó sobresaltado al pasar la lengua por sus labios hinchados, y notar el resquemor del alcohol.
Dios.. Casi no lo cuento, lo último que recuerdo es que trataba por todos los medios y con todas mis fuerzas de tomar aire sin conseguirlo. Intenté hacerle señas de que parase, avisarla de que no podía respirar. Pero.. Ella solo seguía empujando el jodido trapo. Debí de desmayarme y eso la hizo detenerse.
Los labios partidos, la boca con ampollas de las quemaduras del alcohol del trapo apretando mi piel, lo aspero que parecía el puñetero trapo, parecía papel de lija.. Y la cara hinchada, aun debo de tener su mano marcada en la cara. Y sin poder cerrar los ojos, nunca los había tenido tan secos, rojos e irritados.
Dios.. veo mi imagen en el espejo y casi no me reconozco. Que mal aspecto tengo.. O quizás me equivoco y tengo buena cara, para haber estado a punto de palmarla, estoy hasta saludable..
Oh, no.. Aquí viene de nuevo. ¿Quién sino ella podría abrir la puerta?.
El bajó la cabeza asustado al verla llegar, traía de nuevo una bolsa en la mano, y la posó sobre el lavabo.
- Es cierto.. si no tienes puesto el trapo.. Vaya despiste el mío.. - Dijo mirandole.
- Jessi, por favor.. El trapo, no. No me vuelvas a poner el trapo en la boca, por favor, Jessi.
- Te hace falta, pero no te preocupes si no me das problemas no te lo meteré tan adentro.
- ¿Darte problemas?. Jamás haría a sabiendas nada que te perjudicase. Solo dime que hice mal, y trataré de no repetirlo, por favor, Jessi.
- ¿Harías eso por mí?. Tan solo dime que hice mal, por favor.
- No colaboraste lo sufiente conmigo e incluso trataste de oponerte. ¿Te parece poco?.
- Lo siento mucho, Jessi. Trataré de no defraudarte. Te lo prometo, pero comprendeme tu un poco, por favor.
- Se que quieres matarme. Pero.. ¿Es necesario hacerme sufrir tanto antes de que lo hagas?.
- ¿Tienes que..
- Abre la boca
- Si - Dijo abriendola, mientras veía como metía de nuevo el odioso trapo en su boca.
- Muy bien, traga todo lo que puedas. - Dijo mientras seguía empujando el trapo.
El temblaba asustado, mientras veía como iba metiendo el trapo cada vez mas en su boca.
De pronto se detuvo y le miró, el respiraba de forma trabajosa, hinchaba una y otra vez los pulmones tratando de conseguir mas aire, jadeando para conseguir respirar un poco.
- Muy bien, si te portas bien, dejaré el trapo tal cual está. En caso contrario lo empujaré a fondo. ¿Has comprendido?.
El asintió con la cabeza, mientras la miraba aterrado.
- Muy bien, y ahora me aseguraré de que no tires los dardos al suelo. -Dijo mientras abría la bolsa y sacaba un rollo de film.
- Empecemos por tu muslo. - Dijo mientras lo vendaba con el film ajustandolo hasta casi cortarle la circulación.
«Oh no, esto no me suena nada bien.. El puñetero dardo se me clava mas de lo que estaba, y el film no me deja hacer ningún movimiento, por no hablar del calor que debe de dar, hace un rato estaba completamente helado, pero sin duda que ella conseguirá que me ase de calor.»
«Mierda.. ha cogido el martillo de nuevo.. No, no puede ser.. «
- Mmmmmmmmmmmmmmm Nooooooooooo. - Chilló aterrado
Mientras ella daba un martillazo a su muslo, justo sobre el dardo.
El se pusó blanco y casi perdió la respiración del todo antes de desmayarse.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh
« Dios.. me ha destrozado la pierna.. El dardo se ha partido de nuevo, los trocitos han atravesado mi piel, y la punta del dardo ha entrado aún mas en mi piel.. Dios.. no quisiera por nada del mundo tener que ponerme en pie ahora, no lograría dar ni un paso, eso si puedo sostener el peso de mi propio cuerpo..»
El aullaba de dolor y giró la cabeza para otro lado, cuando la vió coger de nuevo el martillo.
De pronto, el sonido de su móvil rompió el silencio.
Ella abandonó el cuarto de baño a toda prisa, sin molestarse en cerrar la puerta, mientras el bajaba la cabeza y se echaba a llorar.
«Por favor.. por favor.. Que sea una llamada urgente y tenga que irse. Tan solo pido eso, unas horas tranquilo. O eso, o que me pegué un tiro de una maldita vez. Algo tiene que suceder que la haga recapacitar. Quizás si se aleja de aquí unas horas, cuando vuelva se de cuenta de la salvajada que está haciendo y decida poner fin a esto.. «
- Ya estoy de vuelta, se te ve en la cara que te alegras de verme. - Dijo bromeando.
- Lo he estado pensando.. y creo que un martillazo no es lo mas adecuado para tus costillas, corremos el riesgo de romperte alguna y perforar el pulmón, y tampoco es cuestión de que te ahoges en pocos minutos.
El sollozaba aterrado.
De pronto la vio coger otro dardo y chilló..
- Mmmmmmmmmmmmmmmm
El dardo se clavó entre sus costillas con fuerza, y cuando aún no se había repuesto del primero, ya le estaba clavando el siguiente.
- Abre bien la boca. - Dijo mientras le apretaba la mandibula con fuerza.
- Este trapo ya no sirve, está muy seco y se me ha terminado el alcohol, o al menos el desinfectante. - Dijo riéndose, mientras se lo sacaba de un tirón.
- Me estás estropeando el vídeo, te desmayas a cada momento.. Eso no puede ser. - Dijo mirandole con severidad.
- Yo .. yo.. Lo siento mucho.. Pero, no puedo.. no puedo evitarlo. - Dijo sollozando
- No te preocupes, se que no es culpa tuya, pero asi no podemos seguir, las apuestas hace rato que se han estancado y eso no puede ser.
- ¿Las apuestas?. Por Dios, Jessi.. ¿De que apuestas estás hablando?. No entiendo nada..
- En un rato hasta me lo agradecerás, estoy segura. - Dijo mirandole con malicia.
- ¿El que te agradeceré?. ¿Que.. que vas a hacerme?. Jessi, por dios, dime algo.
- Tranquilo y trata de respirar todo lo profundamente que puedas, o te será aún mas desagradable. - Dijo mientras se ponía una mascarilla, y empapaba un trapo en eter.
- Jessi, no lo hagas, por favor. Por lo que mas quieras, no me hagas esto.
- Sea lo que sea que quieras hacerme prefiero estar consciente, por favor, Jessi.
- Vamos no dramatices, podría haberlo vertido en el trapo de tu boca..
- Así solo te hará dormir un rato. - Dijo mientras metía el trapo en otra mascarilla y se la ponía, oprimiendo su boca y su nariz contra la máscarilla.
- Noooooooooooooo. Noooooooooooooooo - Dijo entre toses, mientras intentaba con todas sus fuerzas mover la cabeza.
- Noooooooooooo. Noooooooooooooooo - Dijo mientras la miraba aterrado
- Noooooooooo. Noooooo. - Dijo con ojos vidriosos
- Mmmmmm.. - Se quejó ya medio dormido
En cuanto se quedó dormido, ella le vendó los ojos y abandonó la habitación.
El sonido lejano del timbre resonó en la habitación, pero el ya no pudo escucharlo.

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