- Perdón. Perdóneme, por favor. - Balbuceó Doug preocupado.
- No solo eres patético, sino que encima eres insolente. ¿Que crees que debería de hacer contigo para que aprendieses a comportarte?. - Dijo Dennis mientras le daba otra bofetada.
- Perdón. - Balbuceó Doug entre sollozos.
- Perdón. Perdón. ¿Te crees que eso lo soluciona todo?. Pues te lo voy a decir. No soluciona nada. Porque para pedir perdón hay que pedirlo con educación y respeto. Y esa palabra ni siquiera existe en tu exiguo vocabulario. - Dijo Dennis mientras le daba otra fuerte bofetada.
- Lo siento mucho. Lo siento mucho. -Balbuceó Doug entre sollozos.
- Si he sido maleducado o le he faltado al respeto de alguna forma. No pretendía hacer nada de eso. - Se disculpó Doug mientras temblaba de pies a cabeza.
- ¿Y bien?. ¿Que has decidido?. ¿A que parte de tu anatomía quieres que le de un bonito tajo?. ¿Que va a ser tu lengua o tus huevos?. - Dijo Dennis mientras le sonreía.
- Por favor. Por favor. - Suplicó Doug aterrado sin poder dejar de temblar.
Por toda respuesta Dennis blandió las tijeras mientras le guiñaba un ojo.
- Elegiré yo. - Dijo sonriendo mientras acercaba las afiladas tijeras a sus testículos.
- Mi lengua. - Chilló Doug aterrado.
- Elijo mi lengua. - Dijo Doug mientras sollozaba y abría la boca hasta casi desencajar su mandíbula.
- Buena elección. Eres un muñequito muy listo. - Dijo Dennis mientras le sonreía y acercaba las tijeras a su lengua.
Doug le miró con los ojos desorbitados mientras sollozaba aterrado.
Maldito bastardo sin sentimientos. Ojalá te pudras en el infierno.
Te juro que como me quede aunque solo sea un soplo de vida, lo pagarás.
Te juro que te mato. Un animal como tú no merece ni siquiera el aire que respira.
Ostia. Ostia..
Lo va a hacer..
Y mientras tanto, yo con la boca abierta como si fuese gilipollas. ¿Que digo?. ¿Como si lo fuese?. El problema es que lo soy.
No hay nadie que sea mas imbécil que yo. Cualquier otra persona hubiese tenido un minímo de cabeza y no estaría metida en semejante atolladero.
Yo no. Yo siempre espero al último segundo. Siempre quiero disfrutar hasta el último segundo.
Aquí tengo mi recompensa.
Ya no habrá mas malditos segundos.
Seguro que justo aquí se termina mi patética vida.
Una vida de mierda, todo hay que decirlo.
Pero una vida que tenía muchas posibilidades de convertirse en una vida corriente.
Ni siquiera tenía porqué ser maravillosa. Con vivirla en libertad hubiese bastado.
Pero no..
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras le miraba con ojos vidriosos antes de perder el sentido.
Lo último que escuchó antes de cerrar los ojos fueron las sonoras carcajadas de Dennis.
Seguro que justo aquí se termina mi patética vida.
Hay que ver que muñequito mas delicado tengo.
Apenas si le toqué y ya se desmayó.
Parece mentira lo bien que conoce Jessica mis gustos.
Apenas si le toqué y ya se desmayó.
Parece mentira lo bien que conoce Jessica mis gustos.
De lo que no me cabe la menor duda, es de que va a tener un despertar muy, pero que muy dulce.
No quisiera por nada del mundo estar en su lugar cuando recrteobre el sentido.
Con los miles terminaciones nerviosas que existen en la lengua. No lo quiero ni pensar.
En cuanto abra los ojos deseará no haber nacido. Estoy seguro de ello.
Sin duda que el dolor que sentirá le servirá de eficaz recordatorio para que sepa que debe o no hacer a partir de ahora.
Y si aun así, no lo ha aprendido. Peor para el. Porque en ese caso se que jamás lo hará.
Un buen rato después.
Mientras Dennis bebía sorbo a sorbo una Coca Cola helada, disfrutando de cada sorbo mas que del anterior.
Un dolorido Doug comenzó a gimotear mientras intentaba una y otra vez abrir su boca.
Hasta que, por fin, abrió los ojos como platos y dió un grito de terror.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló Doug aterrado mientras intentaba abrir su boca sin resultado.
- Vaya. Ya se ha despertado el bello durmiente. - Dijo Dennis mientras se reía de el.
- ¿Como está mi muñequito?. ¿Cansado?. ¿Quizás dolorido?. ¿Sediento?. - Dijo Dennis sin dejar de reírse de el.
- Mmmmmmmmmmmmmmmm. - Chilló de nuevo Doug incapaz de articular palabra alguna.
- Creí haberte dicho que no toleraría ni la menor falta de respeto hacia mi persona. ¿Acaso no ha quedado claro?. - Dijo Dennis mientras le daba una sonora bofetada y le hacía aullar de dolor.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló Doug de dolor mientras le miraba de nuevo con ojos vidriosos antes de perder el sentido.
Ciertamente delicado mi muñequito..
Es una pena que aún no haya aprendido a comportarse.
Pero. No hay problema.
Tarde o temprano lo aprenderá. No le queda otra.
Y mira que es fácil. Lo único que debe de hacer es estar tranquilo y colaborar con lo que se le pide.
Cualquier idiota sabría hacerlo. Por eso no se, porque aún sigue sin entenderlo.
Hay que ser rematadamente imbécil para no entender algo tan sencillo..
Aunque, pensándolo bien. En realidad no tiene, precisamente, motivos para estar tranquilo.
A poco que piense. Estoy seguro de que sabrá sumar dos y dos.
Y sino lo sabe. Peor para el.
Tarde o temprano se estrellará contra la fría realidad.
Tarde o temprano se estrellará contra la fría realidad.
Jessi, joder. ¿Cuánto tiempo más piensas tardar en regresar?. ¿Acaso no te das cuenta de en la difícil situación que me has dejado?. ¿Qué crees que voy ha hacer yo?.
Es muchísima responsabilidad para mi.
Yo, aunque he hecho cosas. Y cuento, que duda cabe, con la debida experiencia.
Jamás he hecho algo así. Y mucho menos en circunstancias semejantes.
Jamás he hecho algo así. Y mucho menos en circunstancias semejantes.
Joder, Jessi. Cuanto más lo pienso más miedo tengo de joderlo todo.
Y así, es imposible hacer nada. Siempre estoy con miedo. Ya sea a fastidiarlo todo por extralimitarme.
Ya sea a no llegar a cumplir tus supuestos objetivos.
Y, mientras tanto, aguantando a este gilipollas.
Cuando lo último que desearía sería mirarle a la cara.
No después de lo que hizo.
Este maldito cabrón casi consigue joderlo todo.
Y lo que es peor. Te podría haber metido en un buen lío. ¿Y total, por qué?. Por no tener no tiene ni una pizca de decencia.
Cualquier otro se habría disculpado.
Habría reconocido sus errores y se hubiese ido sin dar problemas.
Pero.. El no.
El se creyó el rey del mundo.
Como sí contase con más derechos que nadie y lo único que importase fuese hacer su santa voluntad.
Como sí su opinión fuese la única acertada.
Como sí contase con más derechos que nadie y lo único que importase fuese hacer su santa voluntad.
Como sí su opinión fuese la única acertada.
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