lunes, 15 de abril de 2013

CAPÍTULO 76 - CAPULLITO DE ALHELÍ..





Joder..
Ahora mismo preferiría beber agua jabonosa.  Se me ocurren pocos líquidos que sean mas desagradables que este. 
Y mira que he llegado a ofrecer líquidos realmente sabrosos. 
Pero.. 
Esto ya es demasiado..

Una cosa es obligar a alguien a beber un líquido sea el que sea, siempre, por supuesto, por algún loable motivo.
Pero..
Tener que beber un líquido asqueroso no creo que sea plato de gusto de nadie. Y mucho menos para mi.
Si al menos no supiese lo que pueden llegar a hacer determinados líquidos, estaría al menos resignado.
Pero..
El problema es que lo se. Preferiría no saber nada. No conocer nada. 
Ojalá no tuviese estos condenados gustos. ¿Gustos?. 
Si. Quizás se pueden considerar así. 
Ojalá yo no fuese así.  
Ojalá me gustase hacer otras cosas. 
Ojalá nunca hubiese ganado esa maldita apuesta.
Joder. ¿Porque he tenido que hacer una puja tan elevada?. ¿Para que darle mas vueltas?. Si total al final siempre llego a la misma conclusión. El problema soy yo. Siempre soy yo. 
Quizás si yo no hubiese intentado asesinarle. 
Quizás si me hubiese ceñido al guión. 
Quizás si me hubiese ido cuando tuve la oportunidad de hacerlo. Quizás.. Quizás.. Quizás..
Mierda de líquido. Ahora mismo lo último que deseo es padecer sus malditos efectos. Me da igual lo que quiera hacerme. 
Solo espero que sea rápido. Cada vez me quedan menos fuerzas. Cada vez estoy mas agotado. Y no puedo hacer absolutamente nada para impedirle que lleve a cabo sus propósitos.
No cuento con la menor posibilidad de oponerme. Todo está en mi contra. O quizás siempre haya sido así y yo simplemente no me daba cuenta.
Maldita sea mi suerte. Ahí sigue el, tan feliz sosteniendo el vaso de los cojones.
Un vaso de agua turbia y sanguinolenta. 
Eso, suponiendo que soy afortunado, cosa que dudo, y que previamente solo fuese  agua.
¿Agua?. Y una leche. Este liquido  puede parecer cualquier cosa. Pero yo se que no es agua.
Y además, aunque lo pareciese.. 
Eso, que más daría. ¿Acaso tendría la menor importancia?. Como sí no hubiese pocos líquidos totalmente inodoros e insípidos que son potencialmente letales.
Mierda. Por mas que intento estar tranquilo y pensar en otra cosa no lo consigo.
Y lo peor es que por mucho que lo pienso no se me ocurre ningún motivo por el que deba estar tranquilo. ¿Como voy a estarlo si estoy en manos de un jodido psicópata?. En cualquier momento se le pueden cruzar los cables mas de lo que ya lo están y decidir darme un buen tajo en la garganta. Y ahí si que ya se acabaron de golpe todos mis problemas..
- Por favor. Por favor. - Suplicó Doug entre toses mientras le miraba con pavor.
- ¿Que te pasa muñequito?. - Dijo Dennis mientras le miraba y acariciaba con delicadeza las tijeras de podar.
- Lo siento mucho. Perdóneme, por favor. - Suplicó Doug entre sollozos.
- Por supuesto, muñequito. Verás lo bien que te voy a cuidar yo. - Dijo Dennis mientras soltaba una sonora carcajada.
Ostia puta. Miedo me da lo que tenga pensado hacerme este descerebrado.
¿Porque cojones me habré quejado?. Si solo se trataba de beber un líquido nauseabundo. A fin de cuentas no era tan terrible..
Dios mío.. ¿Que pretende hacer con eso?.
No. No puede ser cierto. No hay nadie tan animal..
- No, por favor. No lo haga, por favor. - Suplicó Doug entre lloros mientras temblaba sin parar.
- Tranquilo. Vamos, tranquilo. - Dijo Dennis con dulzura mientras introducía un tubo de metal a través de su uretra y las primeras gotitas de sangre resbalaban entre sus muslos abiertos.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras golpeaba su cabeza con todas sus fuerzas contra el acolchado del ataúd.
- Intenta comportarte. No quisiera tener que explicarte las cosas con mas contundencia. - Dijo Dennis mientras señalaba sus huevos con las tijeras de podar.
Dios mío. Esta vez no lo cuento.. ¿Que coño hago ahora con este animal?.
- Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de llorar.
- Por favor, eso no. Amordaceme o haga lo que desee. Pero por favor, suelte esas tijeras. Por favor. Por favor. Por favor.. - Sollozó Doug.
- Eres un muñequito muy delicado. Pareces un capullito de alhelí. Si ni te he tocado. - Dijo Dennis mientras se le acercaba con las tijeras abiertas.
- Por favor. Por favor. Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de sollozar.
Jodido psicópata. Como salga de esta ya te diré yo a ti, quién es aquí el capullo. Cuando te ponga las manos encima desearás no haber nacido..
- Para que veas lo que yo me preocupo de ti. Te daré a elegir: Tus huevos o tu lengua. Tu decides. - Dijo Dennis mientras le sonreía.
Doug intentó cerrar las piernas con todas sus fuerzas, pero seguían convertidas en un bloque de espuma, dura como el cemento, y no logró mover ni un músculo.
No me queda otra. Elija o que elija, mi vida se acaba aquí. 
O no vuelvo a hablar en mi puta vida, eso suponiendo que tenga suerte y no me desangre aquí mismo. 
O me desangro y además me capa este jodido animal. Elija lo que elija estoy jodido..
Muy jodido..
¿Quién podría poner en una balanza su hombría y en otra la facultad de comunicarse y renunciaría voluntariamente a cualquiera de ellas?. Yo desde luego no. Ni yo ni nadie.
No creo que haya ninguna persona que esté dispuesta a afrontar semejante decisión.
Soy incapaz de decidir sí ahogarme entre mi propia sangre mientras mi lengua cae al suelo inerte. O sí dejar que corte mis pobres testículos de un solo tajo.
Me desangraría. Eso no hay nadie que lo resista.
- Por favor, un tiro al corazón y luego haga conmigo lo que guste. Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de sollozar.
- ¿Y qué ganaría yo sí terminase con tu patética vida?. - Dijo Denis mientras blandía las tijeras frente a sus ojos.
- Por favor. Tenga un poco de compasión. Un poco de humanidad. Tan sólo tiene que apretar el gatillo. Por favor. Es sencillo. Solo tiene que apretar el gatillo y se acabaron las complicaciones. Por favor. -Suplicó Doug mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.
- Tu vida no merece la pena. Sería un gran desperdicio que yo malgastase una sola de mis balas en terminar con tu patética vida. - Dijo Dennis mientras le sonreía con sorna.
- Vamos. No hay tiempo que perder. ¿Qué decides?. - Dijo Dennis mientras abría y cerraba las tijeras de podar de forma deliberadamente lenta.
- Por favor. - Suplicó Doug sin dejar de sollozar.
Mierda. Mierda. Mierda...
Esto no me puede estar sucediendo a mi.
- No. No. Noooooooo. - Chilló histérico mientras temblaba sin poder controlar sus músculos.
- Ya veo. - Dijo Dennis mientras le dedicaba una amplia sonrisa.
- Te está haciendo falta un pequeño incentivo que te ayude a decidir lo que mas te conviene. - Dijo Dennis mientras acariciaba el afilado filo de las tijeras de podar.
- No. No. No. Noooooo. - Chilló Doug aterrado mientras veía como las tijeras de podar se aproximaban lentamente a sus muslos.
- Tranquilo muñequito. No dejaré que nada malo te suceda. - Dijo Dennis mientras le guiñaba un ojo y aproximaba las afiladas tijeras hasta tocar con la punta del metal sus muslos desnudos.
Dennis clavó suavemente la punta de las tijeras en sus muslos lo justo para conseguir una pequeña hemorragia.
- Nooooooooooooo. - Chilló Doug completamente histérico.
- Nooooooooooooooo. - Chilló aun mas asustado.
- ¿Que te ha parecido el incentivo?. ¿Crees que será suficiente para ayudarte a decidir o necesitas aun mas ayuda?. - Dijo Dennis mientras le sonreía satisfecho.
- Por favor. Por favor. - Suplicó Doug casi sin aliento.
- Creo haberte hecho una pregunta con educación, ¿verdad?. - Dijo Dennis mientras le daba una sonora bofetada.
Doug le miró aterrado antes de responder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario