lunes, 30 de agosto de 2010

CAPÍTULO 7 - SUAVES CARICIAS..



- Jessi, por favor, por favor. ¿Que has querido decir con eso?. Díme algo por favor, Jessi.
- Jessi, por favor. No te vayas. - Chilló asustado
Ella se fue cerrando la puerta a sus espaldas sin molestarse en responderle ni mucho menos en volver la vista atrás para mirarle, mientras le oía chillar histérico.
El lloró mientras intentaba forcejear con sus muñecas.
Nada.. Por mas que intenté forcejear, no lograré nada. Mi muñeca izquierda está fuertemente esposada, ni siquiera puedo moverla dentro de las esposas. ¿Porqué me la habrá esposado con tanta fuerza?.
Y la muñeca derecha mejor ni la muevo, los dedos o mucho me equivoco o están rotos y la muñeca con ese dardo clavado me duele horrores.. Pero.. ¿Porque tiene que ser tan cruel conmigo?.
Si salgo de esta jamás volveré a jugar a los dardos, todos esos puñeteros dardos atravesando mi piel.. Joder con los dardos, me duele todo el cuerpo y debo de tener un aspecto horrible con los dardos clavados. Y no solo no le importa, sino que además pretendía que pusiese buena cara en las fotos.
Aún lloraba cuando escuchó abrirse la puerta y la vio, su imagen seguía borrosa, y los ojos aún le escocían, pero desde cerca casi veía perfectamente.
- Jessi, por favor, solo díme que pretendes.
- Vamos a divertirnos un poco.
- Se me apetece jugar otra partida a los dardos. Pero antes te echaré un buen vistazo. - Dijo mientras cogía el martillo y se le acercaba.
- Nooooooooooooooo. Por favor, por lo que mas quieras.
- Suelta eso, Jessi, te lo ruego.
- Me alegra ver que vas recuperando la vista poco a poco, eso lo hará mas divertido.
- Jessi, no lo hagas. Sea lo que sea no lo hagas, por favor.
Ella cogió el martillo y dio un fuerte martillazo sobre el dardo de su muslo, estallando el plástico.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló antes de desmayarse.
- Si serás desconsiderado.. Me has roto el dardo. ¿Como pretendes que juguemos otra partida si vas por ahí rompiendo los dardos?.
- Yo yo.. lo siento mucho, Jessi. Perdóname, por favor. - Titubeó aterrado.
Ostias, pedazo de golpe. No solo ha roto el dardo de mierda, sino que incluso en eso tengo mala suerte. Joder.. no podía haberse roto y caer al suelo los trocitos.. Pues no.. ni siquiera eso, el jodido dardo se ha roto y se me han clavado varios trocitos.. Eso sin contar la ostia que me acaba de dar con el martillo..
No me entra en la cabeza por más que lo pienso que alguien pueda ser tan bestia con otro ser humano.. No, no lo entiendo.. Por Dios. ¿Porque coño no aprieta el gatillo de una maldita vez si es que eso es lo que quiere?. ¿A que fin seguir haciéndome sufrir inútilmente?. Me está destrozando los nervios, escucho cualquier ruido y doy un salto, la veo venir y tiemblo.. No dejo de llorar y suplicarle sin el menor resultado.. Pero, vamos a ver.. ¿Que quiere aun de mí?. Nada hay que pueda hacer o decir para complacerla. Entonces que sentido tiene todo esto..
- Espérame aquí, ahora mismo vengo, necesitas algo para que no se rompan los dardos..
- Pero.. pero.. Jessi. - Dijo llorando mientras se derrumbaba en la silla.
Ella salió y ni se molestó en cerrar la puerta, la escuchó hacer ruidos, como si rebuscase, el solo podía llorar e hipar, estaba aterrado.
Mierda.. ¿Que habrá ido a buscar?. Espero que se trate del revolver.. No podría soportar otro martillazo. No, no puede ser tan cruel. Tiene que quedar algo de humanidad escondida en lo más profundo de su alma. Algo de lo que tuvimos. Algo ha de haber en ella. Algo que haya que me trate un poco mejor, un atisbo de humanidad. Un poco de compasión, algo ha de seguir ahí.. No puede odiarme tanto. Debo de intentar una vez mas hacerla entrar en razón, me consta que es buena persona..
La vio entrar con la caja de herramientas en la mano y supo que algo iba mal, actuaba con precipitación, y la posó en el suelo casi de golpe, el gres de suelo resonó en la habitación, mientras el lloraba.
- Jessi, te veo preocupada. ¿Que te ocurre?. ¿Puedo ayudarte en algo?.
- Todo está tal cual debería, salvo que he recibido malas noticias.
- Tendré que darme un poco mas de prisa, pero no te preocupes, tengo tiempo de sobra para ocuparme de ti. - Dijo con frialdad.
- ¿Puedo preguntarte que te ha ocurrido?. Quizás pueda ayudarte o darte algún consejo.
- Nada hay que pudieras hacer. Limítate a poner la mejor cara posible. Con que queden bien los vídeos y fotos será suficiente.
- Pero.. pero.. Jessi.
- Háblame por favor, por lo que una vez hubo entre nosotros.
- Tu mismo lo has dicho.. Lo hubo, pero ya no lo habrá jamás. Nada hay, pues, de que hablar.
- Y ahora, basta de perder el tiempo.. - Dijo mientras cogía un trapo y lo empapaba en alcohol.
- ¿Que vas a hacer con eso?. Jessi, por favor.. Háblame, díme lo que me vas ha hacer, por lo que mas quieras. Jessiiiiiiiiii. - Chilló aterrado
- Abre la boca o te será mucho peor.
- Nooooooooooooooooo - Chilló aterrado y completamente fuera de si, mientras no le quitaba ojo a la caja de herramientas.
- Estás teniendo un ataque de pánico. Trata de calmarte. - Dijo mientras le daba una fuerte bofetada.
- Noooooooooooooooooooo - Chilló histérico.
- Cállate, no pienso repetirtelo más. - Dijo mientras le daba una ostia.
- Noooooooooooo, noooooooooooooooo. - Chilló
- Está bien, tu lo has querido.. - Dijo mirándole furiosa.
El seguía sin reaccionar, cuando ella le dio una fuerte patada en sus huevos. El intentó encoger sus piernas, y les dio un fuerte tirón a sus pies, desmayandose del dolor.
Cuando despertó, le estaba mojando con el agua helada procedente del teléfono de la ducha.
- Bueno, ya era hora de que volvieses en si, tampoco tengo toda la tarde.
- Perdoname, por favor. No pretendía molestarte.
- ¿No te habrás enfadado conmigo, verdad que no?.
- Abre la boca todo lo que puedas.
- No me hagas mas daño, por favor, Jessi. - Dijo mientras la obedecia y abría la boca temblando.
Será mejor que haga lo que me diga. Nada gano con llevarle la contraria. Aún me duelen los huevos, la próxima patada que me de asi de bestia y a la que se descuide me envia al otro barrio. Dios.. Jamás habría imaginado que una persona pudiese llegar a ser tan bestia con otras. Y mucho menos, ella. Jamás la creí capaz de semejante brutalidad.
Aún no sé porque me asusté tanto, jamás me había pasado nada parecido, perdí completamente el control sobre mis actos, fue algo horrible. Sabía que se iba a cabrear y que me las haría pasar canutas, pero.. no pude detenerme..
Mierda, ahora seguro que me las hará pasar aun mas putas que antes, por contrariarla, igual creyó que intentaba desafiarla, ya ni sé lo que habrá pensado, ni siquiera se porque me importa aún tratar de no contrariarla. Como si eso, fuese a servir para nada o a cambiar nada.. Pero, que se le va a hacer.. Ella me importa..
Y sin embargo, por mas que lo intenté, fui incapaz de reaccionar de otro modo. Me quedé como bloqueado. Solo espero que no vuelva a sucederme nunca, jamás había pasado peor rato en toda mi vida. Creo que fue aún peor que cuando me dió el martillazo.. Horrible..
Y ahora ese trapo empapado en alcohol.. Mierda, no se que pretende, pero si me quiere asfixiar, tiene que haber mejores de hacerlo. Que se yo lo que pretende.. Dios, ojalá lo supiera.
- Como se te ocurra morderme será lo último que hagas. - Dijo mientras empujaba una y otra vez el trapo, introduciendoselo poco a poco en la boca.
Le daban arcadas y temblaba asustado, mientras continuaba empujando el trapo hacia su garganta.
De pronto se detuvo y le miró.
- ¿Puedes respirar, verdad?. - Dijo mientras le miraba curiosa.
El asintió con la cabeza, tenía la mandibula casi desencajada y lloraba de nuevo.
Oh, Jessi, si al menos pudiera decirte algo.. Me duele la mandibula, y las nauseas son continuas, y luego ese sabor que me quema la boca.. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo?.
Ella cogió la botella de alcohol y empapó de nuevo el trapo, sin sacarlo de su boca.
El tosió asustado mientras la miraba con ojos suplicantes.
- Después me agradecerás que haya sido tan magnánima contigo, ya lo verás. - Dijo mientras le sonreía.
¿Magnánima?. ¿Acaso se ha vuelto completamente loca?. Casi me ahoga con el puñetero trapo, me obliga a beber alcohol puro y.. ¿Se cree magnánima?. Si esto es tener compasión, espero no tener que averiguar jamás a que se referira con no tenerla. Dios, hasta en eso tengo mala suerte.. Tanta gente que se ahoga hasta con una simple miga de pan, y yo que me mete esa cosa por la garganta y no me pasa absolutamente nada..
Tanta gente que le dan una patada fuerte en los huevos y no lo cuenta y yo aquí estoy, como si no hubiese ocurrido nada.. Joder.. ¿Porque?. ¿No tendré suerte ni tan siquiera en eso?. ¿No me podrá dar un ataque al corazón?. Algo, lo que sea, ya que ella no se decide a terminar conmigo.. ¿No tendré siquiera suerte en eso?. Ya he perdido las escasas esperanzas con que contaba, ahora mismo solo estoy cansado.. Estoy tan cansado de todo.. Ya solo pienso en que termine lo que coño quiera hacer y yo pueda descansar.. Algo tiene que haber.. Algo tiene que suceder para que yo pueda al fin descansar.. Tan solo eso, solo deseo que termine con esto de una vez por todas..
Ella abrió la caja de herramientas, y la colocó con cuidado sobre el labavo, el la miró y un escalofrio recorrió su espalda.
- Voy a soltar tu muñeca derecha, aprovecha para moverla un rato, porque será la última vez que la muevas tal cual está ahora. - Dijo mientras le soltaba.
La improvisada mordaza cumplió a la perfección su labor y ahogó sus gritos de terror, mientras veía como ataba su muñeca a un listón de madera que colocó sobre el apoyabrazos de la silla.
No puede ser.. Noooooo. Debo estar equivocado. No puede pretender volver a golpearme con el martillo. No puede ser tan cruel. No hay nadie que sea tan cruel. Mierda.. Que esté equivocado, por favor.. Tengo que estarlo.. Pero no. No lo estoy. Maldita sea..
No puede ser.. Está cogiendo el maldito martillo... Joder, el martillo otra vez.. Y no solo eso.. ¿Que coño tiene en la otra mano?. ¿Una punta?. Dios.. dios.. dios.. No puede pretender clavarme una punta. ¿O si?.
El corazón me va a mil, esté sería un momento perfecto para que se parase, o al menos para que me desmayase.. Lo que sea, necesito algo que me haga evadirme de aquí aunque sea unos minutos.. Tan solo eso..
El se agitó en la silla e intentó forcejear, sabía que no tenía la menor oporturnidad de lograr evitar el martillazo, pero no podía evitar moverse e intentar escapar con las escasas fuerzas de que disponía.
- Mmmmmmmmmmm - Chilló aterrado
El martillo dió un golpe secó a la punta que se clavó con fuerza en el listón, no sin antes atravesar su dedo indice.
El se quedó completamente blanco, y la miró con ojos desorbitados, sin poder dar crédito a lo que veía.
Dios.. diosss, lo ha hecho.. Maldita sea.. ¿Acaso su crueldad no tiene limites?. ¿Porque?... Joder... ¿Porque?..
El estaba empapado de sudor y la miraba con ojos suplicantes, esperando ver en sus ojos verdes algún rastro de compasión, algún atisbo de bondad, alguna señal de que se detendría.
Temblaba asustado, y fuera de si cuando la vió acercarse.
- mmmmmmmmmmmm - Resonó su grito aterrado a través de la mordaza.

viernes, 20 de agosto de 2010

CAPÍTULO 6 - PARTIDA DE DARDOS..



- Pero.. Jessi.. Yo tan solo quería hablar un poco contigo.
- No pretendía molestarte.. Por favor, Jessi. Dime que no he sido tan imbecil de enfadarte.
- No estoy enfadada.. No te preocupes, y vamos a jugar..
- ¿Jugar?. ¿Has dicho jugar?.
- Oh.. cielos.. Miedo me dan tus juegos..
- Me estás asustando mucho..
- Vamos, no exageres.. Seguro que hasta te acaba gustando..
- El juego será muy divertido, fijo que nunca has jugado ni lo harás, a nada mas emocionante..
- Lo malo es que dudo que ganes.. - Dijo riéndose.
- Pero.. pero, Jessi..
- Por favor, sea lo que sea no lo hagas.
- Venga, te daré ventaja, para que luego no digas que no te doy oportunidades.. - Dijo mientras le posaba un dardo afilado en la mano libre.
- ¿Qué quieres que haga ahora con un esto?. ¿Es un dardo, no?. - Dijo perplejo.
- Si, es un dardo, te voy a dar diez oportunidades para que hagas diana, pero..
- ¿Diana?. ¿Como podría jugar si ni siquiera veo la diana?.
- Schusssssss. No me interrumpas.
- Perdón. - Replicó asustado.
- Pero.. decia, cada vez que falles recibirás tu merecido.
- ¿Mi merecido?. ¿A que te refieres?.
- Cada vez me asustas más.. Por favor, Jessi. No lo hagas.. - Dijo temblando.
- ¿Y si no quiero jugar?. ¿O seguir jugando? ¿O no jugase, que harías?.
- Mas te vale no tener que averiguarlo nunca.. No te gustaría.
- Y ahora coge el dardo y mas te vale hacer diana.
- ¿Por eso me dejaste la mano libre?. - Dijo asustado.
- Lanza.. - Dijo con impaciencia.
El lanzó el dardo, que fue a estrellarse contra los azulejos y cayó al suelo con gran estruendo.
- Lo.. lo siento mucho. - Dijo preocupado
- Bueno, ahora es mi turno.. - Dijo mientras cogía un dardo y lo lanzaba con fuerza contra su estómago.
- Ahhhhhhhhhh - Chilló de dolor.
- Pero.. pero.. ¿Que has hecho?. ¿Acaso te has vuelto loca?.
- Coge el dardo y lanza. - Dijo poniendole otro dardo en la mano.
El se echó a llorar asustado.
- Por favor, para.
- Jessi, por favor.
- Continua. - Dijo con severidad.
El lanzó, el dardo de nuevo se estrelló conta los azulejos.
Ella disparó con fuerza otro dardo contra su estómago, a escasos centímetros del primero.
- Ahhhhhhhh, dejalo ya, por favor. - Dijo asustado.
- Toma. - Dijo dandole otro dardo.
- Por lo que mas quieras, Jessi, permiteme que me detenga.
- No me obligues a jugar más, por favor.
- Lanza. - Dijo mientras le daba una fuerte bofetada.
El dardo se le cayó al suelo del susto.
- Has vuelto a fallar..
- Y no solo eso, se te ha caído, no prestas atención al juego, y eso no está nada bien. - Dijo mientras cogía un dardo y se lo clavaba con fuerza en el muslo.
- Ahhhhhhhhhhhhhh - Chilló asustado.
- Sigamos. - Dijo mientras le daba otro dardo.
- Por favor, Jessi. Por lo que mas quieras, no sigas.
- Lanza - Dijo mientras daba un puntapie a la pata de la silla, justo al lado de su pie.
- Lanzaré.. Lanzaré, pero, por favor, no toques mis pies.
Su dardo se estrelló contra el lavabo
Casi instantaneamente el suyo se clavó unos centímetros por encima del ombligo.
- Ahhhhhhhhhhh. No sigas, por favor. - Dijo llorando.
- Vamos, hay que terminar la partida.. - Dijo mientras le daba otro dardo.
- No, por favor.. He perdido, sabes que no tengo ninguna posibilidad de ganar.
- Permiteme que me rinda, por favor.
- ¿A que esperas?. - Dijo mientras le daba otra sonora bofetada.
- No me pegues mas, por favor. Lanzaré.. - Dijo apesadumbrado, mientras lanzaba el dardo y este se escapaba del cuarto de baño, estrellandose contra la pared del pasillo.
Justo en ese instante, le clavó un dardo en su rodilla con un golpe seco.
. Ahhhhhhhhhhhhhh.
- Quitamelo, por favor. Quitame el dardo de ahí.
El hizo ademán de tocar su rodilla.
- Si sabes lo que te conviene dejarás el brazo en su sitio hasta que necesites lanzar.
- Perdóname, lo hice sin pensar.
- He terminado los dardos.. Creo que iré a por mas. - Dijo mientras le esposaba la muñeca.
- No, por favor. No mas dardos.. - Dijo entre lloros.
- Jessi, contestame, por favor. - Lloriqueó.
Escuchó cerrarse la pueta y dejó caer su cabeza abatido.
« Maldita sea, debería haber muerto el primer día. Y nada de esto habría pasado.. Habría sido una muerte tan dulce.. Creyendo que ella aún me amaba, y durmiendome con la esperanza de una hermosa velada a la luz de las velas y al calor de la chimenea.»
« Maldita sea mi suerte.. ¿Y ahora..?. ¿Que coño tengo ahora?. Mierda, nada puedo hacer. Salvo jugar una partida macabra, que se que perderé, contra la muerte. ¿A dónde me conducirá esta escalada de violencia sin sentido?.. Se que moriré, pero.. Cuanto tiempo mas me hará sufrir antes de terminar con mi vida?. ¿Cuanto tiempo mas aguantaré?. ¿Y como pretendará mantenerme con vida?. «
Un rato después, escuchó la puerta y tembló asustado.
- Bueno.. Tu y yo tenemos una partida pendiente. ¿Listo para jugar?. - Dijo mientras soltaba su muñeca.
- Jessi, por favor. Para el juego, no me obligues a seguir.
- Toma. - Dijo mientras le ponía un dardo en la mano.
- Por favor, por favor, por favor.. Sabes que has ganado.. ¿Para que seguir jugando?. - Dijo preocupado.
- Lanza de una vez. - Dijo mientras le daba una bofetada, que le pilló desprevenido e hizo que tirase el dardo al suelo.
- Bueno, ya sabes lo que esto significa, ¿verdad?.
- Nooooooooooo.. Noooooooooooo. - Dijo aterrado
Ella le clavó el dardo con fuerza en la otra rodilla.
- Es solo un dardo, no exageres..
- Pero.. Jessi.. ¿Como puedes ser tan sumamente cruel conmigo?. ¿Que te he hecho yo, para que me trates así?.
- Juguemos.. - Dijo mientras le ponía de nuevo un dardo en la mano.
- Por favor, no me hagas esto..
- Lanza. - Dijo mientras con una mano sostenía su cara para que no la moviese y con la otra le daba una ostia.
- Jessi, por favor.. ¿Como puedes ser tan bestia?.
- Muy bien.. tú sigue sin lanzar y verás lo bestia que puedo llegar a ser.. - Dijo mientras le daba otra ostia partiendole el labio.
- Lan.. lanzaré pero sé que jamás haré diana. Es imposible.. - Dijo mientras lanzaba el dardo directamente contra la puerta.
- Has fallado.. Lo siento por ti. - Dijo mientras le clavaba un dardo entre las costillas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhh.
- No sigas, por favor.. Paraaa.
- Es peligroso clavar algo en esa zona. ¿Que pasa si llegas hasta el pulmón?.
- Toma. - Dijo mientras le alcanzaba otro dardo.
- Ya lanzo, no te preocupes.. - Dijo mientras lanzaba el dardo con todas sus fuerzas contra los azulejos.
- Has vuelto a fallar.. - Dijo mientras le clavaba otro dardo entre las costillas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhh
- Jessi, para por favor, para. - Chilló aterrado
- Lanza. - Dijo mientras le ponía otro dardo en la mano.
- Lanzaré, no te preocupes.. - Dijo mientras lanzaba el dardo, que se estrelló contra el rodapies.
- Sigues sin acertar.. Los dardos no son lo tuyo.
- No, ni lo mío, ni lo de nadie que trate de jugar en estas circunstancias.
- Eso es cierto. - Dijo mientras le clavaba el dardo entre las costillas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh
- Jessi.. No sigas, por favor.
- Aún no hemos terminado..
- No se puede dejar la partida a medias.
- Toma. - Dijo dandole otro dardo.
- Voy.. - Dijo mientras se apresuraba a lanzar el dardo, que chocó contra el espejo haciendo un gran estruendo.
- Deberás jugar mejor.. - Dijo mientras le clavaba el dardo en su muñeca derecha.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
- No mas, por favor. No más. - Chilló aterrado.
El sonido del móvil le sobresaltó
- Ahí tienes. - Dijo mientras le daba otro dardo.
- ¿Y el móvil?. ¿No piensas cogerlo?.
- Después llamaré, no hay prisa.. ¿No pretenderás que deje la partida por contestar, verdad?. Sería el colmo.. La partida debe continuar.
El lanzó y bajó la cabeza apesadumbrado.
- Muy bien.. Por fin te has dado cuenta de que debes lanzar quieras o no.. - Dijo mientras le clavaba un dardo en el muslo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, y su cara se congestionó pero no chilló.
- Si, sé lo suficiente, como para procurar no enfadarte.
- Sé que te diga lo que te diga, no te molestarás en escucharme.
- Terminemos la partida. - Dijo mientras le daba otro dardo.
- Voy. - Dijo lanzando el dardo contra la pared del pasillo.
- Has vuelto a fallar.. - Dijo mientras le clavaba el dardo entre las costillas.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor.
- Ahora descansa un rato.. - Dijo mientras cogía el móvil y cerraba la puerta a sus espaldas.
« Joder.. joder.. ¿Como puede ser tan bruta?. ¿Que le he hecho yo para que ni tan siquiera quiera escucharme?. Es como tratar de hablar con una pared. Nada de lo que digo le sirve. «
« ¿Porque?. ¿Porque me trata así?. ¿Que le he hecho que sea tan terrible?. Cielos.. no alcanzo a enterder que sea tan bestia conmigo. Joder.. Si por lo menos me atiborrase a pastillas o algo, y me quedase dormido. Oh, sería un sueño. Ahora mismo, ya no confio en que me deje libre, ni mucho menos que alguien logre salvarme.. Ya ni me preocupa encontrarme mal. Ni tan siquiera las grabaciones.. «
« Lo único que verdaderamente me preocupa, es saber lo que pretende hacerme. Si, por lo menos me lo dijese. Si al menos supiese a que atenerme.. »
« No entiendo nada.. Si de verás quiere matarme. ¿Porque coño no lo ha hecho ya?. ¿A que viene alargarlo tanto?. ¿De dónde saca tanta sangre fría?. ¿Quién en su sano juicio le clavaría un dardo a otra persona sin mediar provocación?. ¿Y aún mediandola, quién va por ahí clavando cosas a los demás?. No entiendo nada.. «
« ¿Dónde está la chica dulce y atenta de quién me enamore?. ¿Dónde está la amiga que siempre estaba ahí para ayudarme o comprenderme?. Oh, Jessi, por más que lo intento yo sigo viendote a ti, la chica de quién me enamore. Y sin embargo.. ¿En que te has convertido?. ¿Que ha podido ocurrir para que te hayas convertido en..? ¿En que, vamos a ver?. ¿Que eres ahora, Jessi?. «
Escuchó abrirse la puerta, y parpadeó asustado.
« Mierda.. no se que leches me ha echado en los ojos, pero por más que he llorado, parpadeado e incluso frotado los ojos mientras ella recuperaba los dardos.. No logro ver nada que no sean sombras. Tiene cojones la cosa.. No le basta con tratarme a lo bestia, y que no tenga forma de defenderme.. Ni tan siquiera puedo ver lo que pretende hacerme.. «
« Joder, no puede ser que lo último que vean mis ojos, es a ella cegandolos con un puñetero colirio. ¿De?. Mierda. ¿De qué?. ¿Que coño llevaba el puñetero colirio?. No se el tiempo que habrá pasado, pero la partida, por llamarla de alguna forma fijo que duró al menos una hora.. Y yo sigo viendo igual que antes.. O sea, sigo sin ver nada.. «
- Bien, me alegra ver que sigues despierto. No quedarían tan bonitas las fotos si estuvieses dormido.. - Dijo mientras le sacaba una foto.
- ¿Bonitas?. No se quién verá esas fotos, pero te aseguro que le parecerán cualquier otra cosa excepto bonitas.. - Dijo con amargura.
- Levanta bien la cabeza, no pongas la mirada tan taciturna que me vas a estropear las fotos.
- ¿La mirada?. Pero, Jessi, si ni siquiera puedo ver lo que tengo delante..
- No pongo ninguna mirada, por la sencilla razón de que no veo absolutamente nada, gracias a ti.
- Ni tan siquiera se si estás usando o no, el flash.. ¿Podré volver a ver?. ¿Verdad que si, Jessi?.
- Claro que si, y ahora mismo si quieres. Tan solo tienes que usar tu imaginación y podrás ver todo y cuando gustes..
- Dios, Jessi.. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. - Dijo casi a punto de echarse a llorar.
- ¿Cruel?.
- Que equivocado estás..
- Te he tratado hasta con un poco de cariño.. Pero no te preocupes, no tengo ningún problema en ser cruel contigo.
- Al contrario, eso me ahorraría bastante tiempo..
- Aunque bueno, tampoco es que dispongas de excesivo tiempo..
- No, no.. Perdoname, Jessi, por favor, no sabía lo que decia.
- ¿A que te refieres con eso?. ¿Porque no tengo tiempo?.
- ¿Porque va a ser?. Antes o después empezarán a buscarte..
- Y para cuando lo hagan ya no estarás aquí. Ni en la cabaña ni mucho menos con vida.
- Tic tac.. Tic tac.. Tic tac.. Tic tac..
- Ya no te queda tiempo..
- Tic tac.. Tic tac..
- Tu tiempo ya casi se terminó..
- Piensa en ello, y disfruta de cada soplo de aire que llene tus pulmones, porque nunca sabrás cual será el último..

miércoles, 11 de agosto de 2010

CAPÍTULO 5 - EL ESPEJO..




La cámara capturó una imagen de un chico pálido, ojeroso e intentado disimular una mueca de dolor.
Sus ojos estaban anegados de lágrimas, mientras miraba la pared del cuarto de baño y veía su reflejo en el espejo.
Levantó la vista hacia el techo y vió sus muñecas, las esposas le habían hecho herida, y le dolían.
Sus pies se habían empezado a hinchar y tenían un color violáceo.
« Cielos.. mis pies están fatal. Nunca había visto unos pies tan hinchados y con peor aspecto que los míos. Joder.. joder.. «
- Jessica, por favor. Hace rato que me grabas. ¿Me darás algo para el dolor?.
- Shusss
- Pero.. Jessica. Tu dijiste..
- He dicho silencio. - Dijo mientras le daba una fuerte bofetada.
El bajó la cabeza y se echó a llorar asustado.
Ella mientras tanto le grababa, totalmente ajena a su presencia.
- Por favor, dame algo para el dolor, por lo que mas quieras
Por toda respuesta ella le dió otra bofetada dejandole los dedos marcados en la mejilla.
El encogió los hombros asustado y lloró.
- Se ve que aún no has aprendido nada. - Dijo mientras le miraba furiosa
- Lo siento mucho, perdóname, por favor. - Dijo aterrado al verla abandonar la habitación.
« Cielos.. ¿Que he hecho, para que me trate así?. Dios.. tengo que estar equivocado.. Oh, por favor, que solo haya salido a por algo de beber. O quizás a buscarme algo. Pero.. que no haga ninguna salvajada.. No, debo de estar equivocado. Seguro que tan solo pretende asustarme... Joder.. no. No soy tan estúpido; por poco que me guste ya no hay vuelta atrás. Es imposible que se planteé dejarme libre despues de: secuestrame, envenenarme, amenazarme, apalearme y abofetearme.. Tan solo le hace falta apretar el gatillo y adiós.. «
De pronto, la puerta se abrió y la vió entrar y se echó a temblar, en la mano llevaba de nuevo una bolsa.
- Por favor, Jessica. Te juro que no te molestaré, sea lo que sea que haya en la bolsa no hace falta que lo uses, por favor, no. No quiero saberlo.
- No la uses, por favor. Dime que al menos lo pensarás, por favor. - Suplicó compungido.
- Estás algo nervioso.. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos.
- Muchas gracias, Jessica. Sabia que podías ser amable.
- Tranquilo. - Dijo mientras le daba un fuerte tirón de pelo, obligandole a levantar la cabeza hacia atrás.
- Jessica, por favor, no hace falta que seas tan ruda conmigo. Solo dime lo que quieres que haga y lo haré.
- Por favor, me haces daño. Sueltame, me quedaré así si quieres, pero por favor. No me tires mas del pelo. - Dijo sollozando.
- Trata de no moverte. Será solo un momento.. - Dijo mientras cogía algo de la bolsa
- ¿Que..?. ¿Que vas.. a hacer.. me?. - Dijo aterrado
Ella acercó la mano a su ojo izquierdo y lo mantuvo todo lo abierto que se podía, echandole parte de un colirio, y sujetando el ojo sin dejarle parpadear.
- Ahhhhhhhhh - Chilló de dolor.
- ¿Que me has dado?. Echame un poco de agua en el ojo, por favor. Me escuece mucho.
- Por favor, Jessica. Tan solo un poco de agua. - Suplicó asustado
- Un par de minutos y estará.. Procura no moverte o lo pagarás. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos con la otra mano.
El sollozaba, mientras la miraba aterrado y completamente inmóvil.
- Muy bien, yo creo que está, parpadea un poco. - Dijo mientras quitaba la mano de su ojo.
El parpadeó preocupado mientras la miraba.
De pronto, ella le tapó el ojo derecho y se dió cuenta.
- Diosssssssss. ¿Que me has dado?. No veo apenas nada con ese ojo. Contestame, Jessica, por favor.
El mantenía los ojos cerrados asustado.
- No, por favor, Jessica. Deja mi otro ojo como está, por favor. Vendamelos o haz lo que sea, pero no me des eso, por favor.
Ella le obligó a abrir el ojo y lo sujetó, echando el resto del colirio en su ojo derecho.
- Noooooooooooooooooo. No lo hagas... - Chilló aterrado
- Ahhhhhhhhhhhhh - Chilló de dolor.
Ella le mantenía el ojo abierto, cuando de pronto sonó el móvil.
- Si sabes lo que te conviene, ni siquiera respirarás.. Porque como hagas el menor ruido, será el último que hagas. ¿Te ha quedado claro?.
- No haré nada, te lo prometo.
Ella cogió el móvil con la mano libre y lo descolgó.
- Hola, si acabo de despertarme hace un momento.
- Si, me duele un poco, pero bueno, apenas si tengo resaca.
- Que va, estoy bien.
- ¿Y tu?. ¿Que tal estás?.
- Claro, es que fue una gran fiesta, pero..
- ¿Hoy?. No, no imposible, tengo mil cosas que hacer.
- Bueno, ya hablamos luego, ahora me pillas un poco liada.
- Claro que sí. Venga, hasta luego.
El mientras tanto se mordía los labios asustado, intentado no chillar..
« Quizás soy un gilipollas.. Si chillase me oirían y quizás consiguiese ayuda.. Pero.. de todas formas, seguro que cuando llegase la ayuda, si es que llega. Ya no estaría con vida.. Y no quiero ni pensar en verla enfadada de nuevo.. No, cuando se cabrea puede hacerme cualquier salvajada.. Tengo miedo.. Si, a que negarlo.. Jamás imaginé que alguien pudiese hacer semejante barbaridad sin motivo.. Y mucho menos ella.. Nunca pensé.. «
« No lo entiendo.. ¿Como puede estar hablando tranquilamente después de lo que me ha hecho?. Ni tan siquiera le tembló el pulso antes de verterme el colirio en el ojo.. ¿De dónde saca tanta sangre fría para hacer lo que hace?. Dios, y yo que creía que la conocía.. Que equivocado estaba.. Jamás lo hubiese pensado.. Si lo hubiese sabido.. Ella, siempre tan dulce y amable conmigo.. Y ahora.. «
« Mierda.. Si hubiese rectificado a tiempo.. Ahora ya es tarde.. Ahora ya no puedo cambiar nada.. No, tenía que haberlo hecho en su momento.. Pero.. sigo creyendo que su reacción es totalmente desproporcionada.. Lo que hice estuvo mal, eso no hay duda.. Pero.. ¿Tanto como para pretender asesinarme?. «
Ella colgó y se guardó el móvil en el bolsillo, mientras soltaba su ojo.
El parpadeó varias veces con rapidez, intentado ver mejor.
« Mierda no veo absolutamente nada.. Todo está gris.. gris y sombras.. Maldita sea mi suerte.. Ahora mismo preferiría que me atropellase un autobús, sin duda que sería una muerte mucho más rápida, y estoy por asegurar que sufriría menos.. «
- Jessica, por favor. Me duele el cuello. ¿Puedo volver a ponerlo normal sin que te enfades?.
- Si, descansa un rato.. Puedes ponerte como quieras hasta que vuelva. Ni un minuto más. ¿Entendido?.
- Si, eso haré. Muchas gracias, Jessi.
- ¿Me darás ahora algo para el dolor?. Por favor, Jessi.
- No, no te hará falta..
- Pero.. pero.. ¿Porque me tratas tan mal?. - Dijo echandose a llorar..
Ella cerró la puerta a sus espaldas y se fue sin molestarse en responderle.
« Mierda.. Ruidos y mas ruidos.. ¿Que coño estará haciendo?. ¿Y porque ha tenido que cegarme?. Joder.. espero que lo último que vea en mi vida no sea a ella echandome eso en el ojo.. «
« Aquí llega, oigo sus pasos. Ojalá pudierá irme. Me gustaría estar muy lejos de aquí. Si tan siquiera me escuchase. Pero no.. Sé que no le importo.. «
- Jessica, por favor. ¿Me darás algo para el dolor?. - Dijo al oír abrirse la puerta
- Claro que si, te daré algo en que pensar..
- No, por favor. No me des nada.
- Y ahora tranquilo, será solo un momento. Casi ni lo notarás..
- Nooooooooooooooooooooooo - Chilló histérico
- Nooooooooooooooooo.
- ¿Se puede saber porque chillas?. Aún ni te he tocado. - Dijo enfadada.
- Pero.. pero.. lo vas ha hacer ahora, ¿verdad?. - Dijo entre hipidos
- Si, te está haciendo falta. - Dijo mientras le soltaba la mano derecha y dejaba la izquiera esposada a la barra..
- ¿El que?. ¿Porque coges mi muñeca?.
- Te juro que aunque me dejes suelto no haré nada.
- No necesitas hacerme nada. Por favor, Jessi.
- No lo hagas.
- Tranquilo.. - Dijo mientras le ataba la muñeca y el codo al reposabrazos, hasta casi cortarle la circulación.
- No lo hagas, por favor.
- No necesitas hacer nada, tal cual estoy no puedo hacer nada con la muñeca. - Dijo temblando de miedo.
- Voy a intentar hacerlo rápido. Si te mueves, tendré que repetirlo. - Dijo mientras sujetaba una tabla sobre sus dedos con cinta aislante.
- No, por favor.. Noooooooooo.
Ella golpeó la tabla con fuerza con el martillo.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló antes de desmallarse.
« No estoy segura de haberselos roto todos.. Mejor me aseguro.. «
Dio otro golpe a la tabla, el gimió sin llegar a recuperar la conciencia.
Cuando volvió en si, ella estaba fotografiando su mano.
- Te alegrará saber que ha quedado muy bien y no me hace falta repertirlo, o al menos no en esta mano.
- Jessica por favor, para.. Por favor.. - Dijo llorando..
- Sabes.. Tenías razón en una cosa.. Hace falta que te quite las esposas.. - Dijo mientras le acariciaba la mano izquierda.
- No, por favor.. Yo soy imbecil, olvida mis palabras. Por favor, deja mi muñeca esposada.
- Jessica por lo que mas quieras. No lo hagas.
- Es necesario. - Dijo mientras soltaba su muñeca.
- ¿Puedo mover mi muñeca un momento, por favor?. - Dijo el totalmente cortado al ver que le dejaba la muñeca totalmente libre.
- Si, puedes moverte, eso lo hará mas divertido.
- Pero.. Jessica, por favor. ¿Me dejas moverla un par de minutos o si lo hago me la romperás?. - Dijo aterrado.
- Hagas lo que hagas, tu muñeca nunca volverá a estar como está ahora.
- Gracias.. - Dijo temblando.
El acercó la mano a sus ojos tratando de verla.
- Diossssss, no veo ni mi propia mano.. ¿Como has podido hacerme esto?.. - Dijo asustado.
Después acarició con cuidado su muñeca derecha, la herida aún sangraba un poco y no podía mover los dedos.
- Por favor, Jessi. No lo hagas, por favor. - Dijo mientras se tapaba la boca asustado.
- Ya la he movido, muchas gracias por permitirmelo. Significa mucho para mi. - Dijo mientras acercaba la muñeca a las esposas.
- Dime que lo pensarás, aunque sea mentira.
- Tan solo te pido eso, mienteme un rato. Por lo que mas quieras. No me digas la verdad desnuda.
- Sé que vas a matarte, y no tengo forma de impedirtelo. Pero.. - Dijo mientras se le quebraba la voz.
- Eso es cierto, saldrás de esta cabaña con los pies por delante.
- Jessica, por favor. ¿Acaso tienes que ser siempre tan ruda?.
- ¿Ruda?. Si apenas te he tocado..
- Pero.. ¿Porque tienes que hacerlo todo de este modo?. ¿Porqué?. - Dijo sollozando.
- Tan solo te pido eso. No me pongas las cosas tan dificiles.
- No te preocupes, las cosas no estarán siempre así, cambiaran y antes de lo que piensas.
- Por favor, por lo que hubo entre nosotros, tratame un poco mejor. - Dijo con los ojos anegados de lagrimas.
- Claro, como no.. Te trataré justo como mereces. - Dijo con ironía.
- Pero antes, jugaremos un rato.
- Te garantizo que no te aburrirás ni un minuto.