domingo, 20 de febrero de 2011

CAPÍTULO 22 - DEDOS DE TERCIOPELO..




- Claro Jessi, seguro que me gustará. - Dijo preocupado.
- Pasa, no te quedes ahí parado. - Dijo mientras le mostraba la puerta de la cocina.
- Muy bien, ahora mueve la mesa hacia aquí muy despacio.
- Voy. - Dijo mientras la miraba perplejo.
Entonces vio una pequeña portezuela escondida en la pared y supo lo que le esperaba.
- Jessi, por favor.. ¿No me irás ha hacer meterme ahí, verdad?.
- Tienes que estar bromeando, ¿Verdad?. No se te ocurrirá meterme en la leñera, ¿verdad?.
- Abre la puerta y no me hagas perder mi valioso tiempo.
- Creo.. creo que prefiero volver a mi coche. - Titubeó asustado.
- Yo creo que no. - Dijo mientras le mostraba su pistola.
- Haré lo que tu quieras, pero por favor, guárdate eso. - Dijo mientras abría la puerta y se sentaba en el suelo.
- Muy bien, así te ahorras tener que agacharte. Ahora túmbate boca abajo muy despacio y no hagas movientos bruscos o lo pagarás.
- No haré nada, te lo prometo. - Dijo temblando.
- Muy bien, me alegra ver que cooperas. - Dijo mientras apoyaba la rodilla en su espalda y le agarraba la muñeca derecha y se la retorcía.
- Jessi, por favor. No hace falta que seas tan brusca. Te juro que no intentaré nada.
- Claro que no.. Sé que no lo harás.
- Y ahora entra ahí.
- Jessi, por favor. Estoy esposado, y no tengo forma de molestarte. No me encierres, por favor. Espósame a la mesa o a donde prefieras. Te juro que no protestaré, ni haré nada que te moleste. - Dijo preocupado.
- Entra ahí. - Dijo mientras le encañonaba con el arma.
- Ya lo hago, pero prométeme que en cuanto haya terminado todo me dejarás salir, por favor.
- Por supuesto, solo estarás ahí el tiempo necesario. Ni un segundo mas.
Jessica cerró la puerta con llave y volvió a poner la mesa en su lugar mientras Doug se sentaba en el suelo preocupado.
"El tiempo necesario.. Gran respuesta, sin duda alguna. Mas ambigua no podía ser. Pero.. El tiempo necesario.. ¿Para hacer que?. Quizás para matarme. Quizás para irse dejándome aquí encerrado durante horas o puede que días. A estas alturas preferiría haberle tratado con menos dureza. Jessica tiene motivos mas que fundados para enfadarse conmigo."
"¿Que se supone que voy a hacer aquí encerrado?. Sin nada que hacer.. Ni siquiera puedo usar el móvil. Solo me queda esperar.. Y odio esperar.. Desearía no haber sido tan duro con el.. Ahora quizás podría estar ayudándola y no aquí encerrado, y muerto de asco en una leñera."
La puerta del cuarto de baño chirrió al abrirse.
- Bailaré, haré lo que me diga. Pero, por favor no me ponga la soga de nuevo, por favor.
Por toda respuesta le abrió las esposas liberando su muñeca izquierda y volviendo a esposar la derecha a la silla.
- ¿Que va ha hacerme?. Por favor.. Dígame algo, lo que sea.
Ella cogió su muñeca y la ató cuidadosamente al apoyabrazos, pasando varias veces la cuerda para inmovilizar totalmente sus dedos, falange a falange, separándolos con cuidado de que no se tocasen entre si.
- Por favor.. Dígame que me va ha hacer.. Por favor, estoy muy asustado.. - Suplicó entre lágrimas.
Jessica cogió el bisturí y lo clavó en el lateral izquierdo de la yema de su dedo índice, recortando la piel, con cuidado de eliminar la huella dactilar.
El ahogó un grito en su garganta mientras se echaba a llorar.
Una a una fue recortando las yemas de sus dedos, salvo del meñique casi inexistente.
- Claro, así no habrá forma de identificarme.. Siempre y cuando mi cara sea irreconocible, pero seguro que en eso también ha pensado, ¿verdad?.
- Tal y como quedaré tan solo me podrán reconocer por el adn, y eso si es que encuentran mis restos..
Ella cogió su muñeca derecha y le quitó las esposas, mientras cogía una cuerda y se disponía a atársela al apoyabrazos.
- Oh, dios mío.. Eres Jessi.. Estoy seguro.. Unas manos tan suaves solo pueden ser las tuyas.. Jessi, por favor.. Deja que te vea.. Tan solo te pido eso, por lo que una vez hubo entre nosotros, déjame verte. - Dijo sollozando.
- Esperarás, no sería demasiado agradable para ti ver como elimino tus huellas.
- Lo sé, Jessi. Pero.. Es lo mismo, lo vea o no, sé que lo harás, por mucho que te suplique sé que no te detendrás.. Tan solo quiero verte, por favor, Jessi. - Suplicó entre lloros.
- Jessi, por favor.. Solo dime una cosa.. ¿Acaso no podrías eliminar mis huellas y todo lo que facilite mi identificación cuando ya haya muerto?. ¿Es necesario que me hagas sufrir tanto?.
- Ahhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor cuando le clavó el bisturí.
- Si, lo es. Además, no tendría sentido que te fueses de este cruel mundo sin enterarte. Sería demasiado fácil.
- Claro, Jessi, sin duda que tu sabes mejor que nadie lo que me conviene. Y sin duda que lo harás.
«Dios, Jessi.. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. Tan solo quería verte.. Ver tus preciosos ojos brillar mientras me.. me torturas. Si, esto será lo que sea, pero me estás torturando o acaso ejecutando todo lo despacio que puedes. No conozco forma mas cruel de matar a una persona. Es curioso, porque siempre había pensado que lo más cruel, era que de improviso llegase alguien y te matase a sangre fría. Sin explicación, sin motivo, sin darte la oportunidad de defenderte, ni de despedirte. Simplemente ocurre, un segundo estás feliz y crees que todo es posible y apenas unos segundos después todo se ha terminado sin darte siquiera cuenta..»
«Dios, que equivocado estaba.. Es terrible que de pronto te asesinen, estoy seguro, pero.. Esto es mil veces peor, ver como se va escapando mi vida poco a poco, mientras intento aguantar, sintiéndome cada vez peor.. Aguantando terribles dolores, deseando que todo se termine, morir. Si, deseando mi muerte sin conseguirlo. Cada vez mas indefenso, cada vez mas asustado, muerto de miedo, para una y otra vez ver como se abre ante mi el abismo de la muerte, para luego minutos después volver a despertarme y que todo vuelva a empezar.. De nuevo, mas dolor..»
«Jamás pensé que nadie pudiese ser tan cruel con otro ser humano.. Y tu menos que nadie.. Y yo que aún siento algo por ti.. Al venir aquí estaba convencido de que teníamos un futuro en común. Estaba seguro de que nos iría bien.. Ni tan siquiera en eso acerté.. Nuestro futuro en común se reduce a unas horas.. El tiempo que necesites para hacer conmigo.. Ni siquiera sé lo que vas ha hacer conmigo. Francamente, ya me da todo igual.. Tan solo espero que cometas un error, un pequeño error de calculo y que esta pesadilla se acabe de una vez para mi..»
- Te has portado bastante bien, apenas si te has movido ni suplicado.
- Muchas gracias, Jessi. Intento complacerte en todo lo que puedo.
- ¿Estás contento?. - Dijo mientras le quitaba la venda que le cubría los ojos.
- Oh, Jessi.
- Muchas gracias por dejarme verte. Significa mucho para mi.
- No sabes las ganas que tenía de verte. Tan solo quería eso, verte y pasar contigo lo que me reste de vida. Dirás que estoy loco, y probablemente tengas razón, pero.. Pese a todo lo que ha pasado, yo sigo enamorado de ti.
- Pues si, en eso estamos de acuerdo, ha debido de faltar sangre a tu cerebro cuando Doug intentó estrangularte. Creo que no piensas con demasiada claridad.
- ¿Como puedes siquiera pensar en el amor después de todo lo que ha ocurrido?.
- No lo se, Jessi. No se porque, pero se que te quiero..
- Me alegro por ti. Pero no pienses que eso va ha hacer que me detenga.
- Y ahora, debo de seguir.. Procura no chillar demasiado o tendré que amordazarte.
- Lo.. lo intentaré, Jessi. - Dijo preocupado.
- Veamos que tal están tus pies.. - Dijo mientras cogía el cuchillo eléctrico.
El palideció mientras la miraba aterrado y se echaba a temblar.
«Dios.. Dios.. Dios.. Pretende desmembrarme en vida.. No podré resistir el dolor.. Será terrible, tan solo de pensarlo ya me encuentro mal.. Mi pobre dedo meñique.. Me dolió horrores cuando me lo cortó.. Cuanto mas si pretende cumplir su amenaza de antes y cortar mis pies..»
«Cielos, mis pobres pies.. Y aún me dice que procure no chillar.. Es imposible que no chille.. Cada vez me sorprende mas su crueldad...»
- Jessi, por favor.. Por favor.. No lo hagas, por favor. Caminaré hasta la cocina, o hasta donde tu me digas.
- Bailaré, haré lo que quieras. Pero, por favor. Por el amor de dios, deja mis pies como están.
- Por favor, por favor, por favor.. Jessi, por favor.. - Suplicó entre lloros.
- Suplica cuanto quieras.
- Ya te lo avisé. Te dije que debías estar en el salón antes de cinco minutos, ¿recuerdas?.
- Si, Jessi. Lo recuerdo, pero.. te juro que intenté por todos los medios llegar rápido al salón, pero mis pies no me sostenían y mis muñecas o están rotas o muy malheridas.
- Por mas que lo intenté no conseguí moverme. Ten un poco de compasión de mi, por favor, Jessi.
- Claro que si, tendré toda la consideración que pueda, no te preocupes. - Dijo mientas encendía el hornillo.
- Dios mío.. No puede ser.. ¿Pretendes además quemarme?.
- Jessi, por favor. Por lo que mas quieras.. Piensa bien lo que vas ha hacer..
- Por favor, Jessi. Tiene que haber una forma menos cruel o si me permites decirlo, mas humana de hacer lo que pretendes hacerme..
- Si, hay muchas formas de hacerlo, estoy segura. Pero lo haré a mi manera, estoy segura de que sabrás apreciarlo. - Dijo mientras le ponía un torniquete en la pierna derecha.
- Jessi, por lo que mas quieras, dame un poco de eter.. Hazme dormir unos minutos, por favor..
- Solo te pido eso, déjame dormir unos minutos mientras lo haces. - Dijo mientras palidecía aún mas y temblaba aterrado.
- Por dios, Jessi. Vas a destrozarme.. las piernas.
- Piénsatelo al menos, ve a buscar el eter, por favor.
- No me hagas esto.. No, por favor.. - Lloró aterrado.
- Trata de relajarte, ni siquiera te he tocado y ya estás histérico..
- Lo siento mucho, Jessi. No pretendía molestarte. Pero es que.. que..
- Yo.. yo.. yo.. - Sollozó aterrado mientras veía el hornillo calentando la hoja del cuchillo.
«Quizás si intento hablar con ella, logre que cambié de idea. O al menos retrasar un poco el momento. Quizás si la distraigo un poco, decida darme eter y déjame inconsciente o puede que incluso venga Doug y la convenza de no hacer semejante salvajada.. Tiene que haber algo que yo pueda hacer.. No puedo quedarme impasible mientras ella.. No quiero ni pensar en lo que pretende hacerme.. Semejante salvajada no la haría nadie.. Ni tan siquiera un animal trataría así a uno de su misma especie..»

No hay comentarios:

Publicar un comentario