viernes, 3 de febrero de 2012

CAPÍTULO 58 - CALMA CHICHA..







- Jessi, por favor. Por favor. - Suplicó preocupado.
- ¿Que te ocurre?. - Dijo mientras le sonreía con dulzura.
Como si no lo supiese, E
stás aterrado.. 
Cada vez tienes mas miedo, cada vez te encuentras peor  y para colmo, yo hago como si fuese lo mas normal del mundo que te encontrases así. Y no hubiese ningún motivo para preocuparse..
Lo raro es que tus escasas fuerzas no te hayan abandonado aún.
- No me engañes mas. Por favor. Por favor, Jessi. - Suplicó entre lloros.
- Por favor. Dime algo. Jessi, por favor. - Suplicó entre sollozos.
- Vaya, de nuevo te está subiendo la fiebre.. - Dijo mientras le guiñaba un ojo.
- Y yo tengo justo lo que necesitas ahora. - Dijo mientras le sonreía con dulzura.
El la miró con ojos horrorizados mientras no dejaba de temblar.Y mas que te va a subir..
Pero eso está bien. Quiere decir que tu cuerpo todavía no se ha rendido y que está luchando con todas sus fuerzas para salvar tu patética vida.
- No, por favor. Jessi, por favor. - Suplicó sin dejar de llorar.
- Por favor. Tan solo necesito unos minutos y me encontraré mejor. Por favor, Jessi. No hagas nada.. - Suplicó entre lloros.
- Claro que si. Te dejaré descansar unos minutos. No te preocupes. - Dijo mientras le sonreía dulcemente.
Dios mío.. Es cierto. Algo terrible está a punto de sucederme.
Sonríes una y otra vez, mientras me hablas casi como si fuese un niño pequeño.
Y logras justo lo contrario de lo que pretendías. Cada vez que te veo sonreír de esa manera. No puedo evitar pensar en que de un momento a otro me pegarás un tiro y ahí se acabará todo.
Ojalá, pero no..
Es imposible que después de lo que ha sucedido entre nosotros te conformes con un simple disparo.
- Oh, muchas gracias, Jessi. - Dijo preocupado mientras un escalofrío le recorría el cuerpo y le hacía estremecerse de miedo.
- Es solo para evitar que puedas caerte. - Dijo mientras le sonreía dulcemente y le ataba al respaldo de la silla, procurando que sus muñecas quedasen completamente inmóviles, sin molestarse en quitarle las esposas.
- Claro, Jessi. Tienes razón. Lo último que querría hacer sería caerme de la silla y hacerme daño. - Dijo mientras la miraba con tristeza.
- Tranquilo. Vamos, no llores mas. - Dijo mientras le acariciaba las mejillas suavemente y le sonreía.
- Todo está bien. Vamos, intenta estar un poco mas tranquilo. Tranquilo.. - Dijo mientras le sonreía con dulzura y le hablaba lentamente.
Jessica le acarició los cabellos con dulzura mientras le miraba.
- Estoy bien, Jessi. No te preocupes por mí. - Dijo mientras los sollozos anegaban su garganta.
- Solo tienes un poco de fiebre. Intenta estar tranquilo. Volveré ahora mismo. - Dijo con dulzura mientras acariciaba sus mejillas.
- No, por favor. Jessi. No me dejes solo, por favor. - Suplicó aterrado.
- Tranquilo.. Vamos. No te asustes. No me iré a ninguna parte. - Dijo mientras le hablaba lenta y pausadamente.
- Solo voy a buscar un poco de agua. Te hará bien, ya lo verás. - Dijo mientras le sonreía con dulzura.
- Si tu lo dices seguro que así será. Claro, Jessi. Ve a por mi bebida. Yo te esperaré aquí. - Dijo con tristeza mientras intentaba contener las lágrimas.
Un rato después.Dios mío.. Ahí viene con otro vaso lleno de.. ¿De qué?. Dios.. Dios.. ¿Que puede tener ese color?.
Me aterra saber que no tengo otra alternativa que beberme eso. Pero tengo tanta sed que me bebería cualquier cosa. Estoy desesperado por poder beber algo..
Ojalá no seas demasiado cruel conmigo. A fin de cuentas. ¿Que mas puedes querer hacer conmigo si apenas me debe de quedar ya un soplo de vida?. Dios mío.. Tiene un color terrible..
A estas alturas me conformaría con que fuese simplemente agua de un barrizal. Pero no. Tu no eres así.
Cada cosa que haces. Casi cada palabra e inclusive cada gesto tiene siempre una intención oculta y yo sería un necio si no la percibiese.
- Bebe rápido. ¿No querrás que pierda las vitaminas, verdad?. - Dijo mientras le guiñaba un ojo sin dejar de remover el agua turbia del vaso con energía.
- Si, Jessi. Haré lo que me dices. - Dijo mientras miraba el vaso con ojos horrorizados.
Dios mío..
Es aún peor de lo que recordaba. No solo parece barro, sino que sabe realmente mal.
¿Agua?. Esto será lo que tu quieras pero nunca será agua. Ni aunque bebiese directamente el contenido de un charco sabría peor..
Y luego tu insistencia en que beba deprisa..
Dios mío, Jessi. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo..?.
Este vaso parece enorme.. No se si me lo podré terminar. Dios..
- Vamos bebe mas deprisa. Estás tardando demasiado. - Dijo mientras le obligaba a beberse el contenido del vaso sin darle tiempo apenas a tragar el líquido viscoso.
- Jessi, por favor. Por favor. Me beberé lo que quieras. Haré lo que me digas, pero.. - Dijo entre sollozos mientras se le quebraba la voz.
- Pero.. Pero.. - Sollozó mientras la miraba aterrado.
- Vamos. Vamos.. Aquí no sucede nada que deba de preocuparte. Debes intentar estar un poco mas tranquilo. - Dijo mientras acariciaba sus cabellos y le hablaba con dulzura.
- Por favor, Jessi. Por lo que mas quieras. No me obligues a beber. Por favor. Por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- Necesitas beber. Te hace falta para bajar la fiebre. No se si lo notas, pero estás ardiendo. - Dijo mientras le acariciaba las mejillas suavemente.
Por supuesto que necesitas beber. El agua te hace tanta falta casi como el respirar.
Mal que te pese vas a beber hasta reventar..
Lo siento por ti, pero..
Bueno, en realidad no lo siento en absoluto y estoy disfrutando con cada sorbo, cada lágrima, cada lamento..
Lamentablemente haga lo que haga contigo, nunca logrará mitigar los daños que provocaste. Aunque vivieses mil años no lograrías pagar lo que hiciste.
Total que sintiéndolo mucho, merecerás cada segundo de sufrimiento que logré proporcionarte.
En realidad lo que siento mucho es haberme dejado llevar por mi temperamento y no haberlo planificado mejor..
Si volviese a hacerlo lo planificaría segundo a segundo e intentaría mantenerte con vida mucho tiempo..
Una vida realmente miserable y muy dolorosa, pero que te habrías merecido segundo a segundo..
Has tenido suerte de que me haya cegado mi pasión y te haya tratado con mas delicadeza de la que en realidad mereces..
- Si, Jessi. Tienes razón. Me hace falta beber muchos líquidos para que baje la fiebre. Siento ser tan estúpido. Perdóname, por favor, Jessi. - Suplicó preocupado.
- Y ahora intenta no moverte. No quisiera hacerte daño. - Dijo mientras le sonreía e introducía un largo bastoncillo de algodón a través de la goma insertada en su estómago.
El la miró horrorizado mientras palidecía.
- No, por favor. Por favor. Por favor. No lo hagas. Por favor. No. No. No. No. No. - Suplicó aterrado.
- No te dolerá. Vamos, intenta estar tranquilo.. - Dijo mientras le sonreía.
- Ahhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor mientras el bastoncillo se introducía poco a poco en su herida y la presionaba con fuerza.
- Jessi, por favor. Por favor. Por favor, me haces mucho daño. - Suplicó entre lloros.
- Ya casi está. Trata de aguantar un poco. - Dijo mientras observaba cuidadosamente el bastoncillo.
Vaya. Aun es pronto. Y yo que creía que ya estabas casi a punto..
- ¿Que tal te encuentras?. - Preguntó mientras le sonreía.
- Estoy bien, Jessi. No te preocupes por mi. - Dijo entre lloros.
Estoy jodido.. Muy jodido. Jamás pensé que pudiera llegar a encontrarme tan mal. Apenas puedo contener el dolor.
El único motivo por el que no chillo de dolor eres tu, Jessi. Temo que si chillo o lloro mas de lo que tu estimes conveniente, me tortures aún con mas saña.
Se que debería aguantar. Pero no puedo, Jessi. Cada vez estoy peor..
Intento complacerte en todo lo que puedo, pero se que es inútil.
Creo que aunque me hubiese atropellado un autobús no habría salido peor parado de lo que estoy.
Mis pobres huesos están rotos, mi piel magullada, y todo mi cuerpo tiene un color violáceo.
Y eso no es lo peor. Lo peor es ver las cámaras y saber que están registrando y retransmitiendo cada uno de mis movimientos.
Y que todo y cuando me sucede está siendo visto por cientos, o quizás miles de personas en todo el mundo.
Y eso es lo peor.
Cuando mi vida no merece siquiera el esfuerzo de intentar ayudarme y poner fin a mis sufrimientos.
Cuando es mas importante pasar un rato “divertido” que afrontar las consecuencias de que lo que se está viendo no solo es ilegal, sino inmoral e inhumano.
Cuando es mas importante ganar unas tristes monedas que la vida de una persona.
Cuando cada persona solo se preocupa de si misma y de intentar satisfacer sus deseos a cualquier precio.
Cuando todo eso ocurre, es que el mundo se ha ido al carajo y yo me he ido con el.

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