domingo, 27 de febrero de 2011

CAPÍTULO 23 - RAMAS SECAS..







- ¿Que estás haciendo, Jessi?.. Contéstame por favor..
- Te alegrará saber que el cuchillo ya está preparado. Es mas, tengo listo todo lo necesario.
- Jessi, por favor. No lo hagas. Por favor, no.
- Noooo. - Chilló al verla acercarse con el cuchillo al rojo en sus manos enguantadas.
El cuchillo contaba con un grueso mango, pero debía proteger sus manos.
- Nooooooooooo. Chilló completamente fuera de si.
- Es cierto. No. Me faltan las gafas de seguridad. - Dijo mientras cogía las gafas y se las ponía con una mano.
- Dios. Dios.. Dios mío, Jessi. No lo hagas, por favor. Por favor, no.
- Jessi, dime algo, por favor. Concédeme tan solo unos minutos. Déjame hablar un poco contigo.
- Sabes que eso no es posible. Está todo preparado y no tengo tiempo que perder en estúpidas charlas. Eso solo me retrasaría.
- Pero, Jessi, tan solo te estoy pidiendo unos minutos. Por favor, solo quiero hablar un poco contigo.
- No insistas, no tengo tiempo que perder en tonterías. - Dijo mientras volvía a colocar la hoja del cuchillo sobre el hornillo para que se calentase.
«Dios mío.. Nada de lo que le digo le sirve.. Dios.. Dios.. Dios. Oh, cuanto quisiera poder irme de aquí. Me gustaría tanto que ya todo hubiese terminado.. A estas alturas lo único que quiero es que se termine todo, morirme y dejar de sufrir de una vez. ¿Es acaso mucho pedir?. ¿Es tan difícil que entienda que soy una persona?. No le pido mucho, tan solo que me trate con un poco de humanidad. Tan solo eso.. Pero no, quiere hacerme esa salvajada estando totalmente consciente, y aún mas.. Pretende hacerlo con un cuchillo eléctrico al rojo. No lo quiero ni pensar.. O mucho me equivoco o no tendrá la menor precisión.. Dios.. Me va a destrozar.. No ya mis pies que pretende justo amputarlos, sino las piernas.. Si cuando haya terminado no he tenido la enorme suerte de haberme muerto, desearé estarlo con todo mi ser. Jessi, por dios.. ¿Tan terrible fue lo que te hice como para que pretendas hacerme semejante salvajada?.»
- Te alegrará saber que lo he pensado mejor.. Las cosas hay que hacerlas bien, no se puede andar improvisando.. Lo siento, pero tendrás que esperar a que vuelva.
- Claro, Jessi, te esperaré todo lo que quieras, no te preocupes.. Ya sabes, que yo no me iré a ninguna parte. - Dijo con tristeza.
«Francamente, aunque mi vida dependiese de ello, no podría llegar ni siquiera hasta el salón. Puedes soltarme o encadenarme, es lo mismo, las fuerzas me fallan, y mi maltrecho cuerpo no responde. Tan solo me queda rendirme ante la evidencia de que jamás volveré a pisar las calles, a sentir las gotas de lluvia empapando mis cabellos, el olor a yerba recién cortada, el viento arrastrando las hojas de los arboles..»
«No, mas me vale tratar de hacerme a la idea de que en realidad mi vida ya se ha terminado.."
La cámara mostraba la imagen de un chico pálido y ojeroso, que temblaba de pies a cabeza. Ni siquiera forcejeaba para tratar de escapar, ni realizaba ninguno de los escasos movimientos que los grilletes le permitían, se limitaba esperar mirando el vacío e incapaz de reaccionar.
Se le veía hundido, apesadumbrado y muy frágil. Como si estuviese a punto de romperse en mil pedazos imposibles de recomponer.
Ella entró y el se la quedó mirando unos segundos, deseando que el tiempo pudiese detenerse en ese preciso instante, para no volver a moverse jamás.
- ¿Que prefieres venda o colirio?.
- Por favor, no. No me vendes los ojos, me gustaría ver lo que me haces. Tan solo eso, por favor, Jessi.
- No, ya estás bastante nervioso. Necesitarás tranquilizarte un poco, y verlo solo haría que te pusieses mas histérico de lo que ya estás. - Dijo mientras le soltaba ambas muñecas.
- Y ahora ponte en pie un momento y túmbate en la bañera.
- Lo intentaré, Jessi.
“Dios.. Casi no puedo sostenerme sobre mis propios pies ni apoyándome en la bañera. Casi no soporto el dolor.. Esto es lo peor de todo. Tener que ayudarla a que me destroce. Pero.. ¿De que serviría que tratase de oponer resistencia?. Absolutamente de nada. Nada podría hacer, mas que enfadarla. Y yo no haré eso..”
El se puso blanco de dolor y se agarró con todas sus fuerzas al borde de la bañera, para no caerse, apoyó la cabeza en la pared y poco a poco se fue escurriendo hasta quedarse acostado en la bañera.
- Muy bien, ahora muévete mas arriba, tu cabeza debe de quedar todo lo atrás que puedas.
- Si, Jessi. Ya lo hago. - Dijo mientras miraba con terror el hornillo de nuevo encendido.
- Levanta tus brazos. Vamos que no tengo todo el día.
- Voy. - Dijo mientras los levantaba y se echaba a llorar asustado.
Ella le esposó las muñecas juntas y unió las esposas a una cadena que las mantendría tirantes sin permitirle ningún movimiento.
- Mucho mejor, ya casi estás listo para empezar.
- Jessi, por lo que mas quieras. No lo hagas. No me hagas esto. - Suplicó aterrado.
- Silencio. No me interrumpas de nuevo o lo haré aun con menos delicadeza.
“Dios.. Dios.. Dios.. Este es el final.. No solo pretende matarme, sino que ni siquiera me permite hablarle.. Será mejor que haga lo que me dice, no quisiera pasar mis últimos momentos con una asquerosa mordaza en la boca.”
Ella colocó un largo tablón sobre la bañera y cogió su pierna derecha por la pantorrilla y comenzó a atarla al tablón, asegurándola con sendos palos gruesos.
El tembló asustado y se echó a llorar mientras la miraba aterrado.
“El mismo tablón.. De nuevo aquel maldito tablón, y como no, el largo palo con el que destrozó mis tobillos. No, no podía ser de otro modo. Todo empezó con un maldito palo cuando traté de escapar y todo terminará con ese palo, solo que esta vez no se limitará a usar un martillo.. Dios, preferiría que me diese mil martillazos antes de que me tocase un solo pelo con el cuchillo eléctrico..”
- Levanta un poco la cabeza. - Dijo mientras se le acercaba con una venda oscura.
- Jessi, por favor. Por lo que mas quieras, no me vendes los ojos, por favor. Déjame verte, tan solo eso. Por favor. - Sollozó asustado mientras permanecía inmóvil.
- Te he dicho que no quiero perder el tiempo con tonterías. - Dijo mientras le cogía cabeza dando un fuerte tirón a sus cabellos.
- Lo siento mucho, Jessi. Perdóname, por favor. - Suplicó asustado mientras le vendaba los ojos con fuerza.
- Necesitas algo que te tranquilice un poco. - Dijo mientras ponía el tapón y abría el grifo del agua fría.
- Si, Jessi. Si tu lo dices, seguro que me hace falta. - Dijo compungido.
- Trata de descansar, volveré dentro de un momento. - Dijo mientras salía del baño.
- Jessi. - Chilló aterrado mientras intentaba moverse.
El agua poco a poco comenzó a llenar la bañera.
Temblaba de frío, cuando ella volvió y echó un cubo de nieve en la bañera.
- Jessi, por lo que mas quieras, cierra el grifo. El agua ya me llega a la altura de los labios, por favor, Jessi.
- Dime que no me vas a ahogar, por favor, Jessi. - Suplicó aterrado.
- Hay que ver que frío estás. - Dijo mientras cogía su pierna izquierda por la pantorrilla y la ataba al otro lado del palo.
El lloró aterrado mientras el agua le llegaba casi a la nariz.
“Este es el final, no me cabe duda, en pocos instantes mi cabeza quedará sumergida por completo en el agua. Y así ella podrá desmembrarme en vida, sin tener que tomarse la molestia de asesinarme, puesto que si no me desangro, el agua acabará conmigo..”.
“ Mierda de vida, ni siquiera me permitió despedirme de ella, ni siquiera me permitió ver como acaba conmigo. Eso era mucho pedir.. ¿Para que decirme que este era el final?. Empezó tal cual acaba, sin molestarse en darme la menor explicación..”.
"Jessi, por favor.. Hazlo lo mas deprisa que puedas, tan solo eso. Ya casi no me queda aire. Maldita sea mi suerte, en cuestión de minutos me ahogaré en esta jodida bañera.."
El se agitaba tratando en vano de conseguir respirar, cuando ella cogió el cuchillo eléctrico encendido y lo clavo en su pantorrilla izquierda.
El olor a carne quemada impregnó la habitación, mientras ella amputaba su pie, el yacía desmayado en el fondo de la bañera.
El ultimo tirón del cuchillo y su pie se desprendió cual rama seca.
Se apresuro a meter el muñón en un cubo con nieve, y le sacó la cabeza del agua para que respirase.
Tras unos segundos tosió y empezó a recuperar el color, recuperaba y perdía la consciencia una y otra vez.
Ella volvió a posar su cabeza en el fondo de la bañera, el se revolvió inquieto sin llegar a despertarse, mientras ella rebanaba de un golpe su maltrecho tobillo derecho, y metía el muñón rápidamente entre hielo para cortar la hemorragia.
Entonces tiró del tapón de la bañera y le sacó la cabeza del agua.
El seguía inconsciente cuando posó su cabeza en el fondo de la bañera sin agua y vendó sus muñones. Solo entonces le quitó los torniquetes.
Sus piernas adquirieron poco a poco un tono sonrosado.
La puerta de la leñera se abrió, Doug parpadeó mientras la miraba sobresaltado.
- ¿Has descansado?.
- Si, Jessi. He hecho lo único que podía hacer aquí, dormir.
- Dime que me dejarás salir ya, por favor. Te prometo que no te molestaré.
- Aún no he terminado, pero quizás podría dejarte salir un momento para que hagas de porteador.
- Claro que si, Jessi. Haré lo que quieras. Te ayudaré en lo que sea, pero no me vuelvas a meter ahí, por favor.
- Me lo pensaré, no te prometo más.
- Me parece muy bien, Jessi. Pero.. ¿Puedo salir, verdad?. - Dijo mientras la miraba con impaciencia.
- Si, sal y acompañame.
- Claro, Jessi.
Doug la siguió hasta el cuarto de baño y no pronto entró y vio sus pies posados en el suelo al lado de la bañera, se le revolvió el estómago y corrió hacia el inodoro.
- Hay que ver que poco estómago tienes para según que cosas. - Dijo ella riéndose.
- Lo siento, Jessi. No he podido evitarlo, no esperaba verle así.
- Jessi, ¿Puedes quitarme las esposas?. Con ellas puestas dudo mucho que te pueda ser de gran ayuda.
- Es cierto, te estorbarían. - Dijo mientras le soltaba la muñeca izquierda.
- Trata de no hacer movimientos bruscos, esta pistola tiene el gatillo bastante suave.. No quisiera que se me disparase por error.
- Jessi, por favor, guarda el arma, te juro que no haré nada que no me pidas tu antes.
- Y ahora desatale con delicadeza, y cuando hayas terminado le coges en brazos procurando no hacerle daño y me acompañas.
- Claro, Jessi. Lo haré como dices.
Ahora le preocupa no hacerle daño.. Increíble, le corta los pies como quién parte una puerta, y ahora se preocupa de que le coja, casi como si se fuese a romper por el menor golpecito. No, no lo entiendo. Pero ante la prespectiva de que me encierre de nuevo o peor que me dispare porque no hago las cosas a su gusto. Mas me vale que lo haga con la mayor suavidad posible. No quisiera por nada del mundo volver a verla enfadada. Y menos si amenaza con resarcirse con un arma..
- Jessi, disculpa. ¿Podrías darme la llave de sus esposas para soltarme o desenganchar la cadena?.
- Claro, no hay problema. Date la vuelta.
- Voy.
Joder.. No solo no confía en mi en absoluto, sino que.. incluso teme que se la juegue.. Está visto que en el momento en que cometa el menor error, me las hará pagar..
Mientras ella le abría y volvía a cerrar las esposas en sus muñecas, destrabando la cadena, Doug miró al suelo cabizbajo y puso sus manos a la espalda.
- ¿Te sirve así, Jessi?. ¿O quieres que me tumbe en el suelo?. - Dijo Doug preocupado.
- Así está perfecto.
- Gracias, Jessi. ¿Quieres que me de la vuelva o aun no?.
- Si, puedes girarte y cogerle con toda la delicadeza que sepas.
- Claro, Jessi. Lo haré con mucha suavidad, no te preocupes.
El seguía inconsciente y ni protestó cuando le levantó de la bañera, ni mucho menos cuando le posó sobre la cama.

domingo, 20 de febrero de 2011

CAPÍTULO 22 - DEDOS DE TERCIOPELO..




- Claro Jessi, seguro que me gustará. - Dijo preocupado.
- Pasa, no te quedes ahí parado. - Dijo mientras le mostraba la puerta de la cocina.
- Muy bien, ahora mueve la mesa hacia aquí muy despacio.
- Voy. - Dijo mientras la miraba perplejo.
Entonces vio una pequeña portezuela escondida en la pared y supo lo que le esperaba.
- Jessi, por favor.. ¿No me irás ha hacer meterme ahí, verdad?.
- Tienes que estar bromeando, ¿Verdad?. No se te ocurrirá meterme en la leñera, ¿verdad?.
- Abre la puerta y no me hagas perder mi valioso tiempo.
- Creo.. creo que prefiero volver a mi coche. - Titubeó asustado.
- Yo creo que no. - Dijo mientras le mostraba su pistola.
- Haré lo que tu quieras, pero por favor, guárdate eso. - Dijo mientras abría la puerta y se sentaba en el suelo.
- Muy bien, así te ahorras tener que agacharte. Ahora túmbate boca abajo muy despacio y no hagas movientos bruscos o lo pagarás.
- No haré nada, te lo prometo. - Dijo temblando.
- Muy bien, me alegra ver que cooperas. - Dijo mientras apoyaba la rodilla en su espalda y le agarraba la muñeca derecha y se la retorcía.
- Jessi, por favor. No hace falta que seas tan brusca. Te juro que no intentaré nada.
- Claro que no.. Sé que no lo harás.
- Y ahora entra ahí.
- Jessi, por favor. Estoy esposado, y no tengo forma de molestarte. No me encierres, por favor. Espósame a la mesa o a donde prefieras. Te juro que no protestaré, ni haré nada que te moleste. - Dijo preocupado.
- Entra ahí. - Dijo mientras le encañonaba con el arma.
- Ya lo hago, pero prométeme que en cuanto haya terminado todo me dejarás salir, por favor.
- Por supuesto, solo estarás ahí el tiempo necesario. Ni un segundo mas.
Jessica cerró la puerta con llave y volvió a poner la mesa en su lugar mientras Doug se sentaba en el suelo preocupado.
"El tiempo necesario.. Gran respuesta, sin duda alguna. Mas ambigua no podía ser. Pero.. El tiempo necesario.. ¿Para hacer que?. Quizás para matarme. Quizás para irse dejándome aquí encerrado durante horas o puede que días. A estas alturas preferiría haberle tratado con menos dureza. Jessica tiene motivos mas que fundados para enfadarse conmigo."
"¿Que se supone que voy a hacer aquí encerrado?. Sin nada que hacer.. Ni siquiera puedo usar el móvil. Solo me queda esperar.. Y odio esperar.. Desearía no haber sido tan duro con el.. Ahora quizás podría estar ayudándola y no aquí encerrado, y muerto de asco en una leñera."
La puerta del cuarto de baño chirrió al abrirse.
- Bailaré, haré lo que me diga. Pero, por favor no me ponga la soga de nuevo, por favor.
Por toda respuesta le abrió las esposas liberando su muñeca izquierda y volviendo a esposar la derecha a la silla.
- ¿Que va ha hacerme?. Por favor.. Dígame algo, lo que sea.
Ella cogió su muñeca y la ató cuidadosamente al apoyabrazos, pasando varias veces la cuerda para inmovilizar totalmente sus dedos, falange a falange, separándolos con cuidado de que no se tocasen entre si.
- Por favor.. Dígame que me va ha hacer.. Por favor, estoy muy asustado.. - Suplicó entre lágrimas.
Jessica cogió el bisturí y lo clavó en el lateral izquierdo de la yema de su dedo índice, recortando la piel, con cuidado de eliminar la huella dactilar.
El ahogó un grito en su garganta mientras se echaba a llorar.
Una a una fue recortando las yemas de sus dedos, salvo del meñique casi inexistente.
- Claro, así no habrá forma de identificarme.. Siempre y cuando mi cara sea irreconocible, pero seguro que en eso también ha pensado, ¿verdad?.
- Tal y como quedaré tan solo me podrán reconocer por el adn, y eso si es que encuentran mis restos..
Ella cogió su muñeca derecha y le quitó las esposas, mientras cogía una cuerda y se disponía a atársela al apoyabrazos.
- Oh, dios mío.. Eres Jessi.. Estoy seguro.. Unas manos tan suaves solo pueden ser las tuyas.. Jessi, por favor.. Deja que te vea.. Tan solo te pido eso, por lo que una vez hubo entre nosotros, déjame verte. - Dijo sollozando.
- Esperarás, no sería demasiado agradable para ti ver como elimino tus huellas.
- Lo sé, Jessi. Pero.. Es lo mismo, lo vea o no, sé que lo harás, por mucho que te suplique sé que no te detendrás.. Tan solo quiero verte, por favor, Jessi. - Suplicó entre lloros.
- Jessi, por favor.. Solo dime una cosa.. ¿Acaso no podrías eliminar mis huellas y todo lo que facilite mi identificación cuando ya haya muerto?. ¿Es necesario que me hagas sufrir tanto?.
- Ahhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor cuando le clavó el bisturí.
- Si, lo es. Además, no tendría sentido que te fueses de este cruel mundo sin enterarte. Sería demasiado fácil.
- Claro, Jessi, sin duda que tu sabes mejor que nadie lo que me conviene. Y sin duda que lo harás.
«Dios, Jessi.. ¿Como puedes ser tan cruel conmigo?. Tan solo quería verte.. Ver tus preciosos ojos brillar mientras me.. me torturas. Si, esto será lo que sea, pero me estás torturando o acaso ejecutando todo lo despacio que puedes. No conozco forma mas cruel de matar a una persona. Es curioso, porque siempre había pensado que lo más cruel, era que de improviso llegase alguien y te matase a sangre fría. Sin explicación, sin motivo, sin darte la oportunidad de defenderte, ni de despedirte. Simplemente ocurre, un segundo estás feliz y crees que todo es posible y apenas unos segundos después todo se ha terminado sin darte siquiera cuenta..»
«Dios, que equivocado estaba.. Es terrible que de pronto te asesinen, estoy seguro, pero.. Esto es mil veces peor, ver como se va escapando mi vida poco a poco, mientras intento aguantar, sintiéndome cada vez peor.. Aguantando terribles dolores, deseando que todo se termine, morir. Si, deseando mi muerte sin conseguirlo. Cada vez mas indefenso, cada vez mas asustado, muerto de miedo, para una y otra vez ver como se abre ante mi el abismo de la muerte, para luego minutos después volver a despertarme y que todo vuelva a empezar.. De nuevo, mas dolor..»
«Jamás pensé que nadie pudiese ser tan cruel con otro ser humano.. Y tu menos que nadie.. Y yo que aún siento algo por ti.. Al venir aquí estaba convencido de que teníamos un futuro en común. Estaba seguro de que nos iría bien.. Ni tan siquiera en eso acerté.. Nuestro futuro en común se reduce a unas horas.. El tiempo que necesites para hacer conmigo.. Ni siquiera sé lo que vas ha hacer conmigo. Francamente, ya me da todo igual.. Tan solo espero que cometas un error, un pequeño error de calculo y que esta pesadilla se acabe de una vez para mi..»
- Te has portado bastante bien, apenas si te has movido ni suplicado.
- Muchas gracias, Jessi. Intento complacerte en todo lo que puedo.
- ¿Estás contento?. - Dijo mientras le quitaba la venda que le cubría los ojos.
- Oh, Jessi.
- Muchas gracias por dejarme verte. Significa mucho para mi.
- No sabes las ganas que tenía de verte. Tan solo quería eso, verte y pasar contigo lo que me reste de vida. Dirás que estoy loco, y probablemente tengas razón, pero.. Pese a todo lo que ha pasado, yo sigo enamorado de ti.
- Pues si, en eso estamos de acuerdo, ha debido de faltar sangre a tu cerebro cuando Doug intentó estrangularte. Creo que no piensas con demasiada claridad.
- ¿Como puedes siquiera pensar en el amor después de todo lo que ha ocurrido?.
- No lo se, Jessi. No se porque, pero se que te quiero..
- Me alegro por ti. Pero no pienses que eso va ha hacer que me detenga.
- Y ahora, debo de seguir.. Procura no chillar demasiado o tendré que amordazarte.
- Lo.. lo intentaré, Jessi. - Dijo preocupado.
- Veamos que tal están tus pies.. - Dijo mientras cogía el cuchillo eléctrico.
El palideció mientras la miraba aterrado y se echaba a temblar.
«Dios.. Dios.. Dios.. Pretende desmembrarme en vida.. No podré resistir el dolor.. Será terrible, tan solo de pensarlo ya me encuentro mal.. Mi pobre dedo meñique.. Me dolió horrores cuando me lo cortó.. Cuanto mas si pretende cumplir su amenaza de antes y cortar mis pies..»
«Cielos, mis pobres pies.. Y aún me dice que procure no chillar.. Es imposible que no chille.. Cada vez me sorprende mas su crueldad...»
- Jessi, por favor.. Por favor.. No lo hagas, por favor. Caminaré hasta la cocina, o hasta donde tu me digas.
- Bailaré, haré lo que quieras. Pero, por favor. Por el amor de dios, deja mis pies como están.
- Por favor, por favor, por favor.. Jessi, por favor.. - Suplicó entre lloros.
- Suplica cuanto quieras.
- Ya te lo avisé. Te dije que debías estar en el salón antes de cinco minutos, ¿recuerdas?.
- Si, Jessi. Lo recuerdo, pero.. te juro que intenté por todos los medios llegar rápido al salón, pero mis pies no me sostenían y mis muñecas o están rotas o muy malheridas.
- Por mas que lo intenté no conseguí moverme. Ten un poco de compasión de mi, por favor, Jessi.
- Claro que si, tendré toda la consideración que pueda, no te preocupes. - Dijo mientas encendía el hornillo.
- Dios mío.. No puede ser.. ¿Pretendes además quemarme?.
- Jessi, por favor. Por lo que mas quieras.. Piensa bien lo que vas ha hacer..
- Por favor, Jessi. Tiene que haber una forma menos cruel o si me permites decirlo, mas humana de hacer lo que pretendes hacerme..
- Si, hay muchas formas de hacerlo, estoy segura. Pero lo haré a mi manera, estoy segura de que sabrás apreciarlo. - Dijo mientras le ponía un torniquete en la pierna derecha.
- Jessi, por lo que mas quieras, dame un poco de eter.. Hazme dormir unos minutos, por favor..
- Solo te pido eso, déjame dormir unos minutos mientras lo haces. - Dijo mientras palidecía aún mas y temblaba aterrado.
- Por dios, Jessi. Vas a destrozarme.. las piernas.
- Piénsatelo al menos, ve a buscar el eter, por favor.
- No me hagas esto.. No, por favor.. - Lloró aterrado.
- Trata de relajarte, ni siquiera te he tocado y ya estás histérico..
- Lo siento mucho, Jessi. No pretendía molestarte. Pero es que.. que..
- Yo.. yo.. yo.. - Sollozó aterrado mientras veía el hornillo calentando la hoja del cuchillo.
«Quizás si intento hablar con ella, logre que cambié de idea. O al menos retrasar un poco el momento. Quizás si la distraigo un poco, decida darme eter y déjame inconsciente o puede que incluso venga Doug y la convenza de no hacer semejante salvajada.. Tiene que haber algo que yo pueda hacer.. No puedo quedarme impasible mientras ella.. No quiero ni pensar en lo que pretende hacerme.. Semejante salvajada no la haría nadie.. Ni tan siquiera un animal trataría así a uno de su misma especie..»

domingo, 13 de febrero de 2011

CAPÍTULO 21 - EL ÚLTIMO BAILE.



- Veamos de que pasta estás hecho.. - Dijo mientras pasaba el extremo de la soga por la barra de la bañera.
El lloraba asustado mientras le miraba.
«Joder.. Apenas si puedo sostenerme sobre las manos, y aún menos ponerme en pie. ¿Que pretenderá que haga?. ¿Acaso pretende que me quede impasible mientras intenta extrangularme?. ¿Que le ataque o que diablos pretende?. No tiene el menor sentido nada de lo que hace.. Oh, Jessi.. Si por lo menos vinieses. Por enfadada que estés, contigo por lo menos se a que debo atenerme.. Puede gustarme o no, pero me dices a las claras lo que me harás. No te andas con juegos estúpidos.. Jessi, por favor, ven.. Ven antes de que sea demasiado tarde para mí..»
- Deja de llorar y comportate como un hombre. - Dijo Doug mientras cogía el bisturí y le hacia un pequeño corte en el hombro.
- Ahhhhhh. - Chilló de dolor.
- Por favor, por favor.. No me haga mas daño.
De pronto su móvil sonó y le sobresaltó, soltó el bisturí y echó un ojo a la pantalla sin prestarle atención.
«Mierda de móvil.. Ya podía haber sonado antes.. Aunque debería de alegrarme cuanto menos ha hecho que soltase el bisturí. Quizás lo vuelva a coger de nuevo, pero puedo descansar unos minutos mientras contesta los mensajes, twittea o hace lo que le parezca. Solo espero que se entretenga lo suficiente para que mientras tanto Jessica termine de cenar y venga de una vez. Tan solo eso.. Que se vaya de una vez este animal. Daría lo que fuese por no volver a verle delante de mí en lo que me quede de vida.»
«Dios.. Dios.. No me había parado a pensarlo.. Lo que me quede de vida, quizás solo sean un par de horas.. No creo que aguante muchos días tal cual estoy; o quizás debería de decir.. No aguantaré mucho mas tal cual me tratan.»
DM to @DOUGFIRE ¿Se puede saber q coño estás haciendo???????????.
DM with @VERTGREENVERT Jessi, no te enfades xfa. Solo te obedecí..
DM to @DOUGFIRE Ahora mismo le quitas la soga, le vendas los ojos, le esposas y te vas. Estamos?
DM to @VERTGREENVERT Si, Jessi. Ya lo hago, pero perdoname, xfa.
- Joder.. Joder.. - Murmuró Doug.
- Y a ti mas te vale no mover ni un músculo. - Dijo mientras le ponía el bisturí en el cuello.
- No haré nada, no me moveré.. Pero por favor, no me haga mas daño. Por favor.
«Tan solo me faltaba eso. Ha sido leer el móvil y ponerse furioso.. Como si no fuese lo bastante bestia de buen humor.. Dios. ¿Que ha podido ocurrir para que esté tan fuera de si?. Mierda.. ¿Que habrá cogido este jodido animal del lavabo?. ¿Acaso tiene miedo de asustarme o porque diablos lo esconde tras el?. Con las tenazas no se tomó tantos miramientos.. No se que pretende hacer pero.. Dios, Jessi.. ¿Acaso te estás comiendo un jabalí entero o en que tardas tanto?.»
- Me he cansado de perder el tiempo contigo.. Esto se acaba.
- O sea que ya lo sabes. Di tus últimas palabras o callate para siempre.
- Por favor.. por favor. No lo haga. Avise a Jessica, por favor. - Titubeó aterrado.
- ¿Son esas tus últimas palabras?. Vaya una forma mas extraña de despedirte de este ahujero inmundo al que llamamos mundo..
- Tiene gracia que tu último deseo sea que avise a tu asesina.. - Dijo riéndose.
- Por favor.. Por favor.. - Suplicó aterrado.
- Quitecito, o será lo último que hagas. - Dijo mientras se le acercaba con una venda.
- No, por favor. Por duro que sea prefiero verlo. Por favor, tan solo eso. No me vende los ojos, por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- No.. - Chilló cuando le apretó la venda aprisionando su cabeza con fuerza.
- Vamos muñequito llorón.. ¿No querrás que me enfade contigo, verdad?.
- Perdoneme, por favor. Estoy muy asustado, no pretendía molestarle.
«Jodido animal.. No tienes ni una pizca de humanidad. Ni compasión, ni nada. Eres una mala bestia.. ¿Que podría molestarte el hecho de que viese como me matas?. ¿En que podría estorbarte?. ¿O acaso te asusta ver como se apaga mi mirada entre tus frías manos?. Como si eso te importase..»
- Callaté. - Chilló cabreado, mientras le daba un puñetazo en el estómago.
El se frotó su dolorido estómago y lloró asustado.
- Trae acá. - Dijo mientras le cogía por las muñecas y se las esposaba a la espalda.
- Y ahora vas a bailar un poco.. - Dijo mientras le obligaba a ponerse en pie y le cogía en volandas.
- De ti depende cuanto vivas. - Dijo tensando la soga.
- En el momento en que intentes sentarte será lo último que harás.
- Y ahora a bailar, muñequito llorón. - Dijo mientras le soltaba y dejaba que su peso reposase sobre sus magullados pies.
- Noooooooooooooo. - Chilló aterrado.
- Dispareme por favor. Un disparo al corazón y se habrá acabado.
- Baila para mi, muñequito. - Dijo mientras le acercaba el mechero a los muslos y le quemaba.
- Ahhhhhhhhh. - Chilló
«Este es el final.. Mis piernas ya no me sostienen. No tengo fuerzas.. Me duelen tanto los pies que no los aguanto.. No resistiré mucho mas tiempo.. Y aún pretende que me mueva. Jodido psicopata.. No le basta con ahorcarme, aún le parece poco y pretende seguir quemandome... Dios.. Dios.. Dios.. Que se termine esto de una vez.. Que sea rápido.. Tan solo pido eso.. Terminar de una vez..»
- Baila muñequito llorón.. Baila y haz que me divierta.. - Dijo mientras le acercaba el mechero a la cara lo suficiente como para que notase la llama casi quemando su piel.
- No puedo mas, mateme ya, por favor.. Dispareme..
- He dicho que bailes.. ¿Acaso estás sordo?. - Dijo mientras le daba un puntapie en su tobillo.
- Ahhhhhhhhhhhh. - Chilló antes de perder el sentido y quedarse colgando por la soga.
- Joder muñequito.. Que me buscas la ruina. - Dijo Doug mientras le sostenía y cortaba rápido la soga antes de que se ahorcase.
- Joder con el muñequito.. Vaya susto que me has dado.. Si serás cabrón.. - Dijo mientras lo posaba sobre la silla y lo ataba por la cintura.
- Ahí te quedas muñequito llorón.. Me habría encantado poder jugar mas tiempo contigo, pero.. estoy seguro de que Jessi te tratará con menos dulzura que yo. Adiós, muñequito.. Que te diviertas mucho, yo sin duda que lo haré. - Dijo Doug mientras salía y cerraba la puerta a sus espaldas.
Doug atravesó el pasillo cabizbajo y arrastrando los pies, temía encontrarse a Jessica aun mas enfadada que antes.
Jessi estaba sentada en el sofá comiendo un helado mientras veía las imágenes procedentes del cuarto de baño sin inmutarse.
- Doug.. Doug.. ¿Hace falta que te lo diga o te queda aun una pizca de inteligencia para saber lo que has hecho?.
- Yo.. yo.. Lo siento mucho, Jessica. Quizás se me ha ido un poco la mano.
- Siento haberme extralimitado. Pero.. ¿Se lo merecía, o no?.
- Me has decepcionado y mucho.. Y no solo a mí. Estoy segura de que tu twitter debe de estar repleto de DM's airados.
- Jessica, por favor. Te pagaré mas si quieres.. Pero diles que solo hice lo que tu me ordenaste.
- No, Doug. Tu solo te lo has buscado..
- Y francamente, después de esto no me extrañaría que no volvieran a llamarte para nada, o que te exijan una suma astronomica.
- Jessica, por favor.. Inventate algo, diles que fue idea tuya, una estrategia.. No se.. - Dijo Doug mientras sudaba copiosamente y la miraba preocupado.
- Jessi, ¿Podría beber un poco mas de Whisky?.
- Si, sirvete un vaso parece hacerte falta beber un buen trago.
- Gracias, Jessi. Eres muy amable. - Dijo mientras resoplaba y se servía un vaso de Whisky.
- ¿Me permites que me siente un rato en el sofá?.
- Si tantas ganas tienes de sentarte, solo tienes que salir e irte, tu coche sigue afuera aparcado.
- Pero Jessi, sigue nevando.. Y debe de ser imposible sacar el coche sin una pala..
- Ese no es mi problema.. Seguro que te las arreglas.
- No me sentaré, Jessi. No haré nada que tu no quieras. Te lo prometo.
- Ese cuento ya lo he oído antes. Francamente tu palabra tiene menos valor que una moneda con dos caras.
- Haré lo que quieras, Jessi. Lo que sea. Pero por favor, no me hagas irme. Hace mucho frío.
- Está bien, te permitiré quedarte.. - Dijo mientras le miraba con severidad.
- Oh, muchas gracias, Jessi. Eres muy amable y atenta.
- Silencio.. Menos zalamanería.
- Perdón.
- Te dejaré quedarte, tan solo a condición de que bajo ningún concepto puedas interrumpirme. ¿Estás de acuerdo?.
- Claro, Jessi. Haré lo que me digas. No te preocupes, no te daré mas problemas. - Dijo mientras la miraba preocupado.
- ¿Que quieres que haga?. - Dijo mientras la miraba aun mas preocupado.
- Veamos.. Te prometo que no te tocaré ni un pelo.. - Dijo riéndose.
- Pero.. pero Jessi.. - Titubeó mientras la miraba asustado.
- Vamos, Jessi. No puedes estar hablando en serio.
- Te he pedido perdón. Cualquiera en semejantes circunstancias habría hecho lo mismo.. ¿No crees?.
- ¿No lo dices en serio, verdad?. - Dijo aún mas preocupado al verla que posaba el helado sobre la mesa y se levantaba del sofá.
- Claro, no tienes de que preocuparte. Te trataré con toda la cortesía que mereces.
- Pero.. Jessi. - Replicó preocupado.
- ¿Se puede saber que te ocurre?. - Dijo mientras le miraba divertida.
- Nada, Jessi. Es solo que me estás asustando.. Confio en ti, pero.. - Dijo mientras la miraba cabizbajo.
- Desde mi punto de vista la decisión es muy sencilla, o haces lo que te diga o ahí tienes la puerta. ¿Ha quedado lo bastante claro para ti ó te lo repito?.
- Si, Jessi. Está muy claro. O mucho me equivoco ó justo en este momento he dejado de ser tu invitado. Para convertirme en.. en.. - Titubeó incapaz de terminar la frase.
- ¿Podría sentarme?. Por favor, Jessi.
- Debe de ser el calor de la chimenea, pero..
- Claro que si, te sentarás un rato, pero en su momento. A menos que quieras sentarte en tu coche. Tu decides.
- No Jessi. No quiero irme al coche. Dime que quieres que haga, y lo haré.
- En tal caso, sigueme. Tengo el lugar ideal para ti.
- Claro, Jessi. Faltaría mas. Te sigo.
- Pero.. ¿Podrías decirme a donde vamos?.
- Ya lo verás, estoy segura de que será toda una agradable sorpresa para ti. - Dijo guiñandole un ojo.