El mundo es como una gigantesca cloaca, y yo solo soy una triste colilla que se hunde en el abismo.
Demasiado insignificante como para que nadie se preocupe por lo que me suceda.
Y aun tienes el valor de preguntarme como estoy..
Dios mío, Jessi. ¿Como quieres que esté?..
Es mas. ¿Que se supone que debo de responderte sin herir tus sentimientos y sin ser cruel contigo?.
Seré imbécil, pero por nada del mundo quisiera hacerte daño..
Parece mentira que después de todo lo que ha sucedido entre nosotros aún no haya podido olvidar lo que un día compartimos.
Puedes hacer conmigo lo que quieras. Sin duda que lo harás. Yo para ti no debo de significar mas que un incómodo obstáculo que te impide conseguir a saber que.
O quién sabe, quizás tan solo sea una triste moneda de cambio que te permitirá quizás alcanzar tus sueños o cuanto menos conseguir una gran suma de dinero con la que olvidarte de tus preocupaciones.
Seguro que luego al final todo esto no será para ti mas que un mal sueño, o un triste recuerdo de lo que jamás debió ocurrir. Pero entonces ya será demasiado tarde para que rectifiques.
O quizás solo soy un triste iluso y esto no sean mas que las estúpidas divagaciones de un loco moribundo que está a punto de exhalar su ultimo suspiro.
- Apoya la cabeza en el respaldo de la silla y deja de llorar. Tan solo necesitas descansar un rato. - Dijo mientras le sonreía.
- Si, Jessi. Tienes razón, tengo que intentar tranquilizarme un poco. Siento ser tan pesado. - Dijo mientras la miraba con tristeza.
- Y ahora tranquilo. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos y alargaba la mano hacia la cinta de embalaje.
- Si, Jessi. Seguro que pronto me encontraré mucho mejor. - Dijo mientras temblaba aterrado y la miraba con aprensión.
- No.. No.. No.. No.. Noooooo. - Chilló fuera de si mientras la veía estirar la cinta de embalar segundos antes de sujetar su cabeza contra la silla.
- ¿Se puede saber que te pasa?. - Dijo riéndose mientras ataba su cabeza a la silla con cinta de embalar.
- No. No. Nooooooooo. - Chilló histérico mientras temblaba aterrado.
- Vamos, vamos. ¿No ibas a intentar estar tranquilo?. Mira que llegas a ser cargante. Ni te he tocado un pelo y ya estás gimoteando sin parar. - Dijo mientras le guiñaba un ojo, sonriente.
- Por favor. Por favor. No lo hagas. Otra vez, no. Por favor. - Suplicó entre lloros.
- Tienes que intentar estar un poco mas tranquilo. Vamos, deja ya de temblar. - Dijo mientras le sonreía y terminaba de fijar su cabeza a la silla, de forma que su cuello quedara estirado en una postura forzada y mirando hacia el techo.
- No.. No.. No.. No.. - Sollozó aterrado sin dejar de forcejear.
- Jessi, por favor. Por lo que mas quieras. Déjame mover la cabeza, por favor. Por favor. - Suplicó entre lágrimas.
- Por favor. Por favor, Jessi. Por lo que mas quieras. Déjame mover la cabeza, por favor. Por favor. - Suplicó con los ojos anegados de lágrimas.
- ¿Que te ocurre?. Ni siquiera te he tocado y ya estás completamente histérico. - Preguntó mientras le miraba enfadada.
- No.. No.. No.. No.. Otro souvenir, no. Por favor. Por favor. Por favor. - Suplicó entre sollozos.
- Me lo prometiste. Me lo prometiste. Por favor. Por favor. Por favor, otro souvenir, no. - Sollozó aterrado.
- ¿Y quién ha hablado aquí de ningún souvenir?. - Dijo enfadada mientras le mandaba que se callase.
- Nadie, pero.. Pero.. La otra vez. Tu.. Tu.. - Dijo entre sollozos.
- Volveré en un par de minutos. Espero que por tu bien hayas dejado de montar el número. No quisiera tener que enfadarme contigo. - Dijo mientras le miraba seria.
- Perdóname, Jessi. Por favor. Me callaré. Haré solo lo que tu quieras. - Dijo entre lloros.
- No te vayas, por favor. Por favor. Por favor. - Suplicó mientras no dejaba de temblar aterrado.
Jessica salió y cerró la puerta a sus espaldas sin siquiera molestarse en mirarle.
Lloras, gritas y gimoteas sin parar..
Me sacas de quicio una y otra vez..
Es una suerte para ti que tu bebida necesite unas horas para actuar..
Sino ya hace tiempo que habrías dejado de respirar.
La verdad es que aun no se como resistes. Estás ardiendo de fiebre, gravemente herido y apenas te debe de quedar un solo hueso sano en todo tu cuerpo.
De hecho te desmayas casi constantemente. Te tengo que tratar casi como si fueses una rara y frágil porcelana china y estuvieses a punto de romperte en mil pedazos.
Pero bueno. Será mejor que no te haga esperar demasiado.
Me muero de ganas por verte beber tu bebida, cada vez mas amarga, cada vez mas espesa, cada vez mas cantidad y por supuesto, cada vez deberás beberla mas deprisa..
Será mejor que me de prisa en llevártela. No sea que se estropeé y te deba de preparar otra..
Jessica agitó una y otra vez con fuerza el contenido del frasco de agua y abrió la puerta.
El la miró asustado y dejó de llorar.
- Jessi. Oh, Jessi. Por fin estás aquí. - Dijo mientras le sonreía tímidamente.
- Estás sonriendo. - Dijo sorprendida mientras le sacaba una foto e inmortalizaba el momento.
- Si, Jessi. Hace horas me dijiste que te gustaría verme sonreír. Pero yo no podía hacerlo por mas que lo intentaba. Y ahora ha sido verte, y me he llevado tal alegría. Que no he podido evitar sonreírte. - Dijo mientras le sonreía dulcemente.
- De pronto he recordado la noche en que nos conocimos. Jessi, cariño. ¿Me permites que te llame así?. Por favor, Jessi. - Preguntó preocupado.
Jessica disparaba fotos sin parar intentando captar su mejor sonrisa, y de vez en cuando agitaba frenéticamente el frasco de su bebida.
- Si, te lo permito. Pero antes tienes que beber otro poco. Te hará bien. - Dijo mientras agitaba el frasco por enésima vez y se lo acercaba para que se lo bebiese.
- Sabe realmente mal. Me lo beberé todo si tu quieres. Pero, por favor. No me obligues a beber tan deprisa. Por favor, Jessi. - Suplicó preocupado.
- Vamos, no exageres. Solo es un poco de agua. ¿Quizás se te apetece mas Whisky?. - Inquirió entre risas.
- No, Jessi. Por favor. No volveré a protestar. No haré nada. No me des Whisky otra vez. Mi pobre estómago no lo soportaría. - Dijo mientras la miraba asustado.
- Bebe mas deprisa. Ya te lo he dicho antes, si no lo haces rápido, pierde las vitaminas. - Dijo entre risas mientras agitaba de nuevo el frasco y se lo acercaba a los labios.
- Lo intentaré. - Dijo preocupado mientras intentaba tragar mas rápidamente.
Dios mío, Jessi. Ni siquiera se lo que estoy bebiendo, pero si tiene un sabor tan desagradable. Es imposible que me vaya a sentar bien. Solo espero que su efecto sea fulminante y no me tengas horas sufriendo horribles dolores..
Aún recuerdo el sabor de aquel maldito Whisky quemando mi garganta, y tu que insistías una y otra vez en que me bebiese otro vaso..
Maldita sea mi suerte.. ¿Porque habré tenido que llamarte aquel día?. Si no lo hubiese hecho. Estaría hecho polvo, te echaría de menos y ansiaría encontrarme contigo..
Pero estaría vivo, y nada de esto habría sucedido..
- ¿Se ha terminado, verdad?. - Dijo preocupado mientras miraba el frasco vacío.
- Si, lo has terminado, pero necesitas beber un poco mas. Hay que conseguir que te baje la fiebre. - Dijo mientras le acariciaba los cabellos sonriente.
- Pero.. Solo con agua no me bajará. - Dijo preocupado mientras la miraba.
- ¿No sería mejor que me dieses un poco de paracetamol o lo que tu prefieras?. No se, quizás una aspirina.. - Dijo mientras la miraba asustado.
- No tienes de que preocuparte. Verás como antes de que te quieras dar cuenta la fiebre habrá desaparecido. Tan solo es cuestión de tiempo. - Dijo mientras le sonreía con dulzura.
En unas horas ya no tendrás que preocuparte ni por la fiebre ni por nada. Es más, habrás dejado de sufrir, de suplicar, de llorar.
Tan solo es cuestión de tiempo que te encuentres mucho mejor. Solo que tu aún no te has dado cuenta.
Dios.. Dios.. Dios..
Tu maldita sonrisa de hielo está ahí. Lo siento, Jessi. Pero ya no te creo. A nadie le bajaría la fiebre sin medicinas. Y dudo mucho que una bebida turbia las contenga.
Quisiera saber lo que te propones hacer conmigo, pero se que jamás te molestarás en darme ni la menor explicación. Nunca lo has hecho y no vas a empezar ahora.
Dios mío..
Llevas como diez minutos preparando la bebida..
Y yo cada vez estoy mas nervioso. No se de que se puede tratar, pero si te lleva tanto tiempo prepararla y no te quitas los guantes en ningún momento..
Eso quiere decir que es un líquido peligroso o que cuanto menos podría dañar sus delicadas manos.
Y si puede dañar sus manos. Que no hará con mi pobre cuerpo..
Ya he bebido tres vasos y aun te parecen pocos..
Dios mío..
Te acercas de nuevo sonriendo. A veces odio tu maldita sonrisa de hielo.
- Ya casi está preparada. Espero que tengas bastante sed. - Dijo riéndose mientras agitaba el frasco sin parar.
- Si, Jessi. Tengo sed. - Dijo mientras la miraba con tristeza y temblaba aterrado.
- Por supuesto que tienes sed. Te vendrá muy bien refrescarte un poco. Y que mejor forma de hacerlo que bebiendo una deliciosa y refrescante bebida que yo he preparado para ti con todo mi cariño. - Dijo mientras le sonreía con dulzura.
Dios mío. ¿Como he podido ser tan estúpido?..
Ya se lo que ocurre.
He tardado mucho en darme cuenta de tus intenciones pero ahora ya no hay posible equivocación.
Lo de menos es que me baje o me deje de bajar la fiebre. Eso carece de importancia.