jueves, 28 de octubre de 2010

CAPÍTULO 12 - AL BORDE DE LA ASFIXIA..



- Pero si no has comido nada.. Te dije que podías coger lo que quisieras de la nevera, con tal de que no e pusieses el suelo perdido.
- ¿Lo dirás en broma, no?.
- No, lo decía en serio. Estaría bueno que después de la pasta que te ha costado ni siquiera te invitase a un piscolabis.
- Eso ya lo sé, Jessi. Pero.. ¿Quién tendría estómago de comer viendo lo que le hacias?.
- ¿Me lo dejarás ahora un ratito?. Aunque sea hasta que recupere el sentido.. ¿Lo harás, Jessi?.
- No, ahora no es el momento. Está demasiado débil. O le hago recuperar un poco las energías o no pasará de esta noche.. Y mira que no entiendo demasiado, pero..
- Juraría que antes casi se me queda en el sitio..
- Y sin jurarlo.. Yo si estoy seguro, aún no me explico que siga resistiendo.
- Desde luego el que gane se va a llevar un buen pastón.. Una vez descontada tu cuantiosa parte, claro.
- La verdad es que si, me voy a llevar un buen pellizco.
- Quién sabe.. Igual me pillo después unas buenas vacaciones.
- Lo que está claro es que tendré que desaparecer una buena temporada..
- Pues yo si voy a comer algo.. Tanto ejercicio me ha dado hambre.. Si quieres acompañarme..
- Gracias, pero no.. No podría tragar bocado..
- En tal caso, si quieres ayudarme, estaría bien.
- ¿Ayudarte?. ¿En que?. Te ayudaré, claro, pero antes quiero saber en que.. No tengo estómago para según que cosas.. - Titubeó Doug preocupado
- Lo haría yo misma, pero.. Es mas que nada por ahorrar tiempo. Tan solo tienes que darle de beber..
- El como lo dejo a tu completa elección, con tal de que se lo termine lo de menos es la forma.
- Claro que sí, no habrá problema. Beberá. Es más, seguro que será divertido..
- Ahora vuelvo.. Y otra cosa.
- ¿Si?.
- Por lo que mas quieras, no pruebes su bebida..
- Comprendo.. Descuida ni la oleré.. Pero.. ¿No será corrosiva, verdad?. Quiero decir.. ¿No necesito usar guantes, verdad?.
- Claro que no. Se trata de que aguante un rato mas..
Un rato después..
- Aquí tienes
- Vale, ahora vuelvo..
Doug entró en la habitación y encendió la luz, él le miró preocupado y se echó a llorar asustado.
- ¿Quién es usted?. ¿Dónde está Jessica?.
- Silencio.
«Oh, esa voz.. Esa maldita voz.. Dios, es ese animal de nuevo.. Joder.. No quiero ni pensar en que de nuevo quiera.. No, no puede ser. ¿Que sentido tendría que volviese ha hacer lo mismo?. Ninguno..»
« Pero.. ¿Acaso algo de todo lo que me ha sucedido tiene el menor sentido?. No, nada tiene sentido.. Si al menos se le fuese la mano y se acabase todo.. Pero no, seguro que no tengo tanta suerte..»
- Lo siento, ya me callo.
- Mucho mejor. - Dijo mientras soltaba las cuerdas que le unían a la cama.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló cuando movió sus piernas.
- Siéntate.
- Estoy algo mareado y casi no puedo moverme. Quizás si me quita las esposas pueda intentar sentarme.
- Ya te siento yo.. No hay problema. - Dijo mientras le cogía en volandas y le sentaba, apoyándole en el cabecero de la cama.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh - Aulló de dolor al moverle.
- Apoyate hacia delante. - Dijo mientras le empujaba
«Uffffffffffffffffff, sabía que estaba fatal pero no creí que tanto. No debo de tener apenas un hueso que me quede sano en todo el cuerpo. Estoy machacado, todo lo que puedo ver o está magullado, o tiene un maldito dardo clavado o está vendado y ensangrentado..»
«Estoy tan mareado.. tan cansado de todo.. Ojalá todo esto se termine pronto. No aguantaré mucho mas, ni tiene el menor sentido que trate de aguantar.. Y sin embargo, hay tantas cosas que dejaré pendientes. Tantos proyectos inacabados o siquiera planeados.. Esto es tan absurdo.. Es absurdo que todo termine así.»
- Ahora vamos a divertirnos un rato. - Dijo mientras le esposaba la muñeca derecha al cabecero de la cama y le dejaba libre la izquierda.
- Coge el vaso y mas te vale que no se te caiga o lo lamentarás.
- Lo intentaré. - Dijo cogiendo el vaso.
- Bueno, ya sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?. - Dijo mientras le llenaba el vaso.
- Beberé, no se preocupe. - Dijo cogiendo el vaso y bebiendo el primer sorbo.
«Uf.. En la vida había probado un líquido tan espeso y de peor sabor.. No tengo ni idea de lo que me está dando, pero no me cabe ninguna duda de que no puede ser nada bueno. Será mejor que intente bebermelo.. Sino seguro que esta mala bestia me las hará pasar aún mas putas que antes.. Debo beber, no me queda otro remedio..»
- Muy bien.. - Dijo al ver que se había terminado el vaso.
- Continua. - Dijo llenando el vaso de nuevo.
- Por favor. ¿Podrías decirme que estoy bebiendo?.
- No tengo ni la menor idea.. Yo no lo he preparado..
- Gracias por contestarme.. Era por saber que puede tener un sabor tan nauseabundo. Por mas que lo pienso no se me ocurre nada.
- No pierdas el tiempo y bebe. - Dijo mientras le mostraba el mechero.
«Dios.. No se que coño estoy bebiendo, pero será mejor que beba lo mas deprisa que pueda. No quiero ni pensar en lo que me haría este animal si de nuevo se pone a usar el mechero..»
Varios vasos después..
- Venga el último vaso y terminarás la jarra. - Dijo mientras se lo daba.
- Si. Lo haré. - Dijo preocupado.
«No puedo mas.. Tengo el estómago hinchadisímo y este animal se empeña en que me lo termine.. No puedo beber mas.. Joder.. ¿Es que no lo ves maldito cerdo?. No paro de tener vomitos.. Y a ti no te importa mas que ver la jarra vacia.. Mierda..»
- Ya está. - Dijo mientras le mostraba el vaso vacio.
- Bien, y ahora solo te lo voy a explicar una vez. - Dijo mientras ponía el mechero abierto sobre sus huevos.
- Pero.. pero.. ¿Que he hecho?. ¿Acaso no hice cuanto me ha pedido?.
- Silencio, he dicho. - Dijo mientras le daba un fuerte puñetazo en el estómago.
El se pusó pálido y ahogó un grito en su garganta.
- Decia que solo te lo voy a explicar una vez, y espero que lo entiendas. Mas te vale hacer todo y cuanto te diga, sin el menor movimiento brusco o asaré tus huevos. ¿Te quedó claro?.
El asintió con la cabeza, mientras le miraba aterrado, y ponía su mano libre a su espalda.
- Muy bien, abre la boca todo lo que puedas.
«Oh no.. De nuevo la maldita mordaza. Esta mala bestia pretende volver a hacerlo otra vez.. Mierda... Como puede ser tan cruel..»
- Pon tu mano sobre el somier.. No creerías que me había olvidado de ella, ¿verdad?.
El hizo lo que le pedía, mientras miraba asustado el mechero.
- Muy bien, dijo mientras se desabrochaba los pantalones y se ponía sobre la cama, pisando su mano.
- Ahhhhhhhhhhhhh. - Chilló de dolor.
Doug se masturbaba en la mordaza de aro dando fuertes embestidas que llegaban hasta su garganta, mientras con las manos apretaba su cuello.
El se desmayó de pronto al borde de la asfixia. Cuando volvió en si, Doug volvió a coger su cuello y continuó masturbandose con fuerza mientras se reía.
- Hay que ver que poco aguante tienes.. Mira que desmayarte.. - Bromeó Doug
«Dios.. Esta mala bestía logrará matarme.. A poco que lo intente lo logrará y entonces dejaré de sufrir.. De todas formas, que mas da la manera de morir. Casi que es preferible morir en sus manos que siendo torturado por sus delicadas y suaves manos.. Mierda.. Como puedo pensar en sus manos en este momento.. Definitivamente ya no estoy en mis cabales. Si es que alguna vez lo estuve desde que entré en esta maldita cabaña.. O quizás debería de decir sala de ejecución, o.. ataud.. Mierda.. Aún no estoy preparado para morir.. ¿Porque tiene que ser todo siempre tan difícil?..»
«De nuevo estoy sin aire.. Y esta mala bestia sigue apretandome el cuello. Es horrible.. Siendo extrangulado una y otra vez por este animal. Para finalmente volver a despertarme.. Y ver como todo vuelve a comenzar una y otra vez.. Sin saber si será la última vez que veré..»
Cuando volvió en si, Doug ya no le aplastaba y le había quitado la mordaza.
- Vaya, ya era hora de que despertases, me habías preocupado. - Dijo Doug
- Lo siento, no pretendía molestarle. - Se disculpó preocupado.
- Has tenido suerte. De haber tardado un poco mas en volver en si, te hubiese despertado con el mechero.
- Muchas gracias por no haberlo hecho. Se lo agradezco mucho.
Doug salió de la habitación, sin molestarse en contestarle, dejandole perplejo.
Jessica estaba en el salón terminando de cenar y ni se inmutó al verle entrar.
- Ya está, Jessi. Se lo ha terminado todo.
- Si, lo he visto mientras cenaba. ¿Te has divertido?.
- Si, muchas gracias. Ha sido muy poco rato pero lo he disfrutado hasta el último segundo.
- Si se te apetece tomar algo, hay comida en la nevera. Yo voy a ver si termino un par de cosas, que luego se me echará el tiempo encima.
- Claro, Jessi, como quieras. Y muchas gracias, luego iré hasta la nevera.
Un rato mas tarde, ella entró en la habitación, el levantó la cabeza al verla llegar y le sonrió..
- Hola Jessi. No sabes cuanto me alegro de volver a verte.
- ¿Me tomas el pelo?. ¿estás de coña o que?.
- De verás que no, Jessi. Lo creas o no, me alegro mucho de volver a verte.
- Hace un rato, cuando tu «amigo» o lo que sea, me estaba extrangulando creía que no lo contaba. Y aunque pienses que soy estúpido o algo asi. Tenía que decirtelo.
- En ese momento solo pensé en tus manos. Sé que me estás haciendo sufrir y mucho, pero..
- Yo sigo enamorado de ti..
- Definitivamente te ha debido de faltar el oxigeno, y mucho, cuando Doug te extrangulaba..
- Ya no piensas con claridad..
- No se lo que me pasa, Jessi. Pero de pronto me siento lleno de energía y muy muy a gusto.. Y todo eso te lo debo a ti.
- Ya no hay ninguna duda, se me debe de haber ido la mano con los fármacos. Aunque mirandolo bien, creo que será mejor para ti.
- Asi cuando despiertes o te quieras enterar de algo estará ya hecho. - Dijo mientras le quitaba las esposas y le ayudaba a tumbarse, antes de volverle a esposar.
- Gracias, Jessi, la verdad es que se me apetecia acostarme, pero no me atrevía a decirtelo por miedo a que te enfadases conmigo.
- Ya casi estás listo. - Dijo mientras ataba sus piernas al somier todo lo abiertas que podía.
- Jessi, me estás asustando de nuevo.. ¿Para que te pones los guantes de nuevo?.
- Dime que no vas a usar el hornillo, por favor, Jessi. - Dijo mientras la miraba con ojos suplicantes.
- ¿No decias antes que te gustaban mis manos?.
- Si, y me gustan mucho. Pero no solo tus manos. Me gustas tu.
- Por eso me hacen falta los guantes, tengo que cuidar mis manos..
- Claro, Jessi. Cuidate mucho y no te hagas daño, me apenaría mucho.
- Aunque por un momento quisiera que me cuidases a mi, aunque fuese la tercera parte de lo que cuidas tus manos.
- Piensatelo, por favor. Aun no es tarde. Podrías liberarme y jamás contaría nada de lo sucedido a nadie. Por favor, Jessi, dime que lo pensarás.
- Ya lo he pensado, y te hace falta esto. - Dijo mientras le mostraba un gran cubo lleno de nieve.

domingo, 3 de octubre de 2010

CAPÍTULO 11 - VASOS COMUNICANTES..


- Jessi.. Me has puesto los pelos como escarpias.
- No te creía capaz de hacerle eso. Por nada del mundo quisiera estar en su pellejo.
- Me he puesto a mil. Te pagaré lo que sea, pero tienes que prestármelo un rato mas.
- No creerás que he acabado con el, ¿verdad?.
- Se que no, pero.. Esperaba que me lo dejases mientras aún tenga un soplo de vida.. A este paso no durará mucho..
- No te preocupes es bastante fuerte, aguantará ya lo verás.
- Si, lo veré. Ahora te tomarás un descanso, ¿no?.
- Que va.. Tan solo paré porque se me terminó el agua. Y claro, quería venir a por un par de cosas que me hacían falta.
- ¿Pero..? ¿Que puedes necesitar?. Si la habitación ya parece la cámara de los horrores.
- Ahora lo verás.. Eso si, no me vuelvas a poner el suelo perdido de cerveza, ¿eh?.
- Descuida, esta vez no la dejaré caer.
- Aunque bueno, no te prometo mucho.. No sea que logres revolverme el estómago de nuevo.
- En tal caso.. Yo de ti miraría un rato la tele. Será algo fuerte..
- Oh.. - Replicó Doug mientras palidecía
- Y ahora si me disculpas, asuntos urgentes reclaman mi atención.
- Claro, Jessi, descuida que no te entretengo mas.
Cuando entró en la habitación, el aún seguía inconsciente y tenía la mascarilla con el trapo impregnado de éter en su interior.
Le desató ambas muñecas volviendo a esposarle con las manos a la espalda, y luego le soltó ambas piernas y le giró en la cama, de forma que su cuello reposase sobre un borde de la cama, y sus caderas en el otro.
Le ató con fuerza ambos hombros al somier de forma que no pudiese realizar el menor movimiento.
Estaba atando su tobillo derecho sobre una banqueta cuando el volvió en sí asustado, levantó la cabeza y la miró.
- No lo hagas, por favor, Jessi. Sea lo que sea que estés pensando, no lo hagas.
- Tranquilo.. No tienes de que preocuparte. No dejaré que te desangres. Tienes el torniquete puesto y tengo aquí mismo la camping gas.
- ¿El hornillo? ¿Vas a volver a usar el hornillo conmigo?. Por favor, Jessi, no lo hagas.
- Por lo que mas quieras ve a buscar la pistola, un tiro al corazón y se habrá terminado esta pesadilla, por favor.
- No quiero oír gritos innecesarios. Será mejor que te de más bebida.
- Claro, Jessi, como tu digas. Beberé lo que quieras.
- Se que lo harás.. No me cabe ninguna duda de que beberás cuanto guste. - Dijo mientras le miraba con malicia.
- Trata de no moverte. - Dijo mientras se le acercaba con un largo tubo en la mano.
- Jessi.. Diossssss- ¿Que es eso?. ¿No bastaría con el embudo?. - Dijo aterrado
- Abre la boca y traga. - Dijo mientras le metía un grueso tubo en la boca.
- Lo intentaré.. - Dijo llorando.
«Diosssssss. ¿Como puede ser tan cruel?. ¿Que sentido tiene meterme ese tubo?. Por dios, si es para que beba. No creo que tenga la menor queja de mí. Aún a sabiendas de que era veneno lo que me daba, lo bebí de todos modos. He bebido todo y cuanto me ha dado. Esto no tiene el menor sentido..
- ¿Conoces la teoría de los vasos comunicantes, verdad?. - Dijo mientras le mostraba una gran jarra llena de líquido en la que terminaba el extremo del tubo mucho mas elevado que su cabeza.
- Entiendo, así no pierdes el tiempo dándome de beber. - Dijo compungido.
- Seguro que luego me lo agradecerás.. - Dijo mientras le quitaba la pinza al tubo y empezaba a pasar líquido a través del tubo.
El sonido del taladro retumbó en la habitación.
El la vio acercarse y forcejeó con todas sus fuerzas tratando de impedir lo inevitable.
El taladro penetró poco a poco en su rodilla, pero apenas sangró, el torniquete cumplía a la perfección su cometido.
El se desmayó.
Cuando volvió en si, estaba rellenando la jarra de nuevo, el taladro ensangrentado reposaba sobre su estómago y ella sonreía.
Le vio coger unas tenazas y chilló..
- Sabes.. Siempre me han gustado los libros de Medicina. Se aprende mucho leyéndolos.
De un fuerte tirón extrajo su rotula y la posó en un plato sobre la cama, a escasos centímetros de su cara.
El respiraba con dificultad y el corazón parecía querer salirsele por la boca.
- Creo haberte dicho que estuvieses tranquilo. Se ve que no entiendes lo que te dicen. - Dijo ella mirándole con gesto hosco.
- Siento haberte molestado. - Farfulló como pudo.
- Ahora lo entenderás.. - Dijo mientras enchufaba el cuchillo eléctrico y comenzaba a serrar los huesos de su rodilla.
El intentaba en vano golpear su cabeza contra el somier, pero apenas si podía moverla un par de centímetros y se arriesgaba a tirar la jarra.
De pronto el sonido de una llamada le soblesaltó.
Ella obserbó al pantalla y volvió a posar el móvil.
Al momento recibió tres DM”s y se detuvo.
DM with @DOUGFIRE Se que prometí no interrumpirte, pero.. no pretenderás..
DM with @DOUGFIRE No irás a desmembrarle en vida, ¿verdad?.
DM with @LadyMarianQ Lo has hecho de verás?. Hace días q no le leo. Dime q es una broma.. :(
DM to @LadyMarianQ Yo nunca bromeó.. Pero no soy una asesina.. Solo le dí un pequeño escarmiento. No te preocupes. :)
DM to @DOUGFIRE Si no tienes estómago para ver lo q hago, ponte a ver una pelí y no molestes +.
DM to @VERTGREENVERT Perdona, Jessi. Es q me has asustado. No te molesto más.
DM to @VERTGREENVERT Claro, nena, se merecia un escarmiento. Cuidate mucho, ten cuidado, y q no te haga daño.
DM with @LadyMarianQ Tu también, besos. :)
El lloraba aterrado cuando vio la hoja del cuchillo moverse.
Diossss, dios.. dios.. ¿Porque no me dará un ataque al corazón?. Sería tan dulce que se detuviese de pronto. Cielos.. Lo estoy deseando, tanta gente que se muere sin hacer el menor esfuerzo.. Y yo que llevo días al límite de mis fuerzas, siendo.. ¿Torturado?. Si, sin ninguna duda esto es tortura.. Días u horas torturado sin piedad, y el corazón no me ha dado ni el menor susto. Pese a que intentaron asfixiarme, envenenarme.. Sigo vivo.. Maldita sea mi suerte..
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh - Resonó el grito en su garganta amortiguado por el oprimente tubo.
Justo antes de desmayarse vio como le extraía otro trozo de hueso.
Cuando volvió en si, ya no tenía el tubo y le había soltado la pierna derecha y vendado la rodilla con fuerza.
- Gracias, Jessi. - Musitó asustado.
- Ahora intenta mover tu rodilla o tu pie derecho.
- ¿Como quieres que la mueva?. Por Dios, Jessi. ¿Como puedes ser tan cruel?.
- No has debido de dejarme ningún hueso sano en la rodilla. Y eso si es que no me los has sacado todos.
- Ni tan siquiera puedo mover los dedos del pie.. - Dijo echandose a llorar.
- Mejor para ti. - Dijo mientras cogía un cascanueces y colocaba su dedo meñique del pie en el.
- Nooooooooooooooooooooooo - Chilló aterrado mientras su hueso se rompía cual mantequilla en sus manos.
- No sigas, Jessi, por favor.
- Nooooooooooooooooooooooooooo - Resonó el grito en su garganta, mientras intentaba darse cabezados contra el somier para perder el sentido.
- No más, por favor. Suelta eso, por favor. - Dijo sollozando.
- Tienes razón, será mejor que te de un descanso. - Dijo mientras cogía una cuerda y volvía ha hacerle un torniquete en su pierna.
- Trata de no moverte o te será peor. - Dijo mientras le clavaba un afilado bisturí en la pierna derecha y hacia una incisión desde la rodilla hasta el tobillo.
El ahogó un grito en su garganta antes de quedarse sin sentido.
- Matame, por favor. Matame ya.. - Suplicó aterrado
- Tranquilo, ya estoy terminando. - Dijo mientras continuaba cortando su hueso sin inmutarse.
- Vaya.. He debido de tocar algún vaso sanguineo importante, pese al torniquete sangras un poco..
- Lo siento por ti, pero no se me ocurre otra forma de parar la hemorragia. - Dijo mientras cogia un dardo y derretía el plástico en el hornillo para volcarlo en la herida.
El plástico hirviendo caía sobre su herida gota a gota, pero el estaba totalmente ajeno a lo sucedido, no había recuperado el sentido.
La hemorragia poco a poco se detuvo.
Cuando volvió en si tenía la pierna vendada, y ella le miraba con gesto de preocupación.
- Que alivio.. Casi te vas antes de lo previsto..
- Pero.. pero.. Jessi. - Titubeo asustado.
- ¿No es acaso eso lo que quieres?. ¿Porque no dejaste que me desangrará?.
- Eso fue un pequeño error que no se repetirá, no te preocupes. Aún no he terminado contigo.
- Te alegrará saber que gracias a los dardos sigues con vida, pero.. Si, aún hay mas.
- ¿Los dardos?. No te entiendo..
- Pero los dardos ahora están sin plástico, total que puedo usarlos para algo mas divertido..
- Jessica, me estás asustado mucho. ¿Que vas..?. ¿Que vas a hacer ahora con los dardos?.
- No.. No entiendo nada. De verás, Jessi.
- Pareces algo aturdido.. Necesitas algo que te espabile.. - Dijo mientras se ponía los guantes y agarraba un dardo.
- Noooooooooooooooo. - Chilló aterrado al verla acercarse con el dardo al rojo.
El dardo se clavó con fuerza en su cadera quemandole a su paso.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. - Chilló mientras se ponía pálido y grandes lágrimas rodaban por sus mejillas.
« Mierda.. No puede ser.. Ha cogido el martillo.. Ahora ya está todo perdido.. mi pobre cadera.. Como si no le bastase un dardo al rojo abrasandome. Pretende destrozarmela de un martillazo. Dios.. hasta en eso tengo mala suerte.. ¿Porque no me he desangrado..?. He debido de estar cerca de morir, sino no se explica que esté tan débil. Juraría que hasta Jessi parecia preocupada.. Eso si que no lo entiendo. Pretende matarme y le preocupa que me desangre. ¿Que sentido tiene esto?... «
- Jessi, por favor, apaga el hornillo. Por lo que mas quieras dame un respiro, por favor.
- Por favor, Jessi, haz conmigo lo que quieras. Lo que sea que te divierta estará bien. Pero, apagalo, por favor, Jessi. - Suplicó aterrado.
- Chilla cuanto quieras si eso te tranquiliza. Lo siento por ti, pero aún me quedan un par de dardos calientes y pienso aprovecharlos. - Dijo mientras cogía un dardo al rojo con las tenazas, y se lo clavaba en el hombro.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - Chilló de dolor.
Lo último que vio antes de perder el sentido fue el martillo chocando contra su hombro.